Berlusconi, metepatas
Berlusconi pasar¨¢ a la historia no s¨®lo por ser uno de los magnates con problemas judiciales convertidos tard¨ªamente a la pol¨ªtica en provecho propio, sino tambi¨¦n como campe¨®n de los metepatas. Sin duda, provoca la hilaridad de la prensa extranjera, algo menos la de su pa¨ªs y much¨ªsimo menos la de no pocos de sus compatriotas que empiezan a sentir el complejo Berlusconi y a avergonzarse del jefe del Gobierno italiano. Su verborrea es imparable, casi cl¨ªnica, tanto como su incontinencia por hacer bromas pesadas. Decir "Berlusconi" es decir "no diplomacia". Se cuentan por docenas sus gracietas; no pocas terminadas en esc¨¢ndalo, como cuando tild¨® de modelo ideal para rodar un filme como carcelero nazi al eurodiputado alem¨¢n Schultz. "Incluso hasta el apellido sonaba bien para el papel", dijo ante una divertida audiencia period¨ªstica en Estrasburgo. Dej¨® de piedra a sus colegas cuando, ocupando Italia la presidencia de la Uni¨®n Europea, en 2003, para romper el hielo que originaba la par¨¢lisis del proyecto constitucional, sugiri¨® que se hablara de f¨²tbol y mujeres. Ante la at¨®nita mirada de todos los l¨ªderes, le espet¨® al canciller alem¨¢n Schr?der que abriera el fuego por haberse casado tres veces.
Il Cavaliere se lamenta cuando sus bromas no son entendidas y se queja de que el sentido del humor no abunda entre los pol¨ªticos italianos. Algo de raz¨®n lleva, sobre todo cuando se observa a Prodi, el l¨ªder de centro-izquierda y rival en las elecciones del mes pr¨®ximo. Sin embargo, su irresponsabilidad es de tal calibre y su desprecio por el resto de los mortales es tan grande, que piensa que nadie puede sentirse herido por sus payasadas. La ¨²ltima, la afirmaci¨®n de que durante la ¨¦poca de Mao se coc¨ªa a ni?os para abonar los campos, ha provocado una protesta diplom¨¢tica del portavoz del Ministerio de Exteriores chino. El l¨ªder italiano ha confesado que puede que no estuviera muy brillante, pero, en cualquier caso, dice, la queja viene de un "simple bur¨®crata".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.