'Rajoyolear'
Demos la bienvenida a un nuevo subg¨¦nero de la anal¨ªtica y el periodismo. Cuando ya cre¨ªamos que todo resultaba estable, atado y bien atado (izquierda-derecha, delante-detr¨¢s; un, dos, tres: la yenka) y previsible en este mundo de debates, columnas y tertulias, hete aqu¨ª que surge una ciencia nueva. La rajoyolog¨ªa, que pronto tendr¨¢ m¨¢s adeptos que lo de Tom Cruise. Quienes, a partir de ahora, no sientan su temblor metaf¨ªsico, consid¨¦rense in¨²tiles para el servicio y carentes de inter¨¦s a efectos pr¨¢cticos de la catarsis cotidiana. Pues nada me parece m¨¢s apasionante que intentar descifrar:
a) Y c¨®mo es ¨¦l.
b) En qu¨¦ lugar va a quedar en su partido tras el Apret¨®n de Moncloa, y si el Apret¨®n, en s¨ª mismo, no va a perjudicarle en casa, al tiempo que le magnifica ante la opini¨®n p¨²blica.
c) A qu¨¦ va dedicar su tiempo libre: si a la FAES, sus pompas y sus obras, o a mantener inteligentes y turgentes o m¨®rbidas conversaciones telef¨®nicas con ZP.
Ah, los rajoy¨®logos, turbadora e incipiente raza de expertos a la que me adhiero sin recato ni desd¨¦n y, adem¨¢s, con verdadero af¨¢n de contribuir a la anticrispaci¨®n de los discursos y a la p¨¦rdida de almid¨®n de las lenguas, incluida mi propia b¨ªfida. Ah, el verbo rajoyolear (que me parece espa?ol¨ªsimo, por otra parte; incluso muy madrile?o: bailar apretaditos un chotis en un Rajoy), conjugado en todos sus tiempos, modos y personas. ?Estamos asistiendo al nacimiento de una verdaderamente dem¨®crata, centrada y leal oposici¨®n, y encarnada en un caballero de hidalga figura y noble barba o, por el contrario, nos enfrentamos al uso del Lado Bueno de la Fuerza por parte del Lado Oscuro de la ?dem?
Pong¨¢monos en lo peor: el Azote de las Azores se reserva un papel tipo el Regreso del Redentor para recuperar el mando si se produce naufragio de las actuales expectativas. En cuyo caso, cual mascarones de proa gemelos, los protagonistas del Apret¨®n de Moncloa se ver¨ªan arrastrados por las procelosas aguas de la desilusionada veleidad popular.
Situ¨¦monos en lo mejor. Si Ello es cierto, si el presidente y el l¨ªder de la oposici¨®n se unen para llegar a buen puerto, ?estamos preparados para soportar Dos Talantes a la vez, y no estar locos?
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