"Quien no quiera roces con el rival, que vaya al ballet"
Cicinho descubri¨® que le llamaban El Gato con Botas en sus clases de castellano. Mar¨ªa de la Concepci¨®n, su maestra, le sorprendi¨® con la lectura de un art¨ªculo de Julio C¨¦sar Iglesias en la edici¨®n de EL PA?S del pasado 19 de febrero en el que el periodista comparaba al lateral brasile?o del Real Madrid con el personaje de los cuentos infantiles.
El futbolista confiesa que, al principio, no entendi¨® las analog¨ªas de Iglesias, c¨¦lebre por los bautizos futbol¨ªsticos, como La quinta del Buitre. Pero dice que "fue muy divertido" cuando su ense?ante le explic¨® los elogios y le pidi¨® que leyera, exigi¨¦ndole una correcta pronunciaci¨®n de las zetas y las ces, lo publicado: "De pronto, a los cuarenta, Cicinho, el gato con botas, vino por el ¨¢ngulo. Con su zancada deslizante se present¨® en el tercer cuarto de cancha. En una milim¨¦trica sucesi¨®n de movimientos, tens¨® las fibras, acort¨® los pasos, enfoc¨® la escuadra y logr¨® integrar en la acci¨®n de correr la acci¨®n de tirar. Su gol inflam¨® el Bernab¨¦u...".
"En el Mineiro llegaba de juerga a las siete de la ma?ana y me entrenaba a las nueve. Pero ya pas¨®"
"No me gusta jugar adelantado porque me quedo de espaldas al bal¨®n para recibirlo"
El dominio del idioma es lo ¨²nico que todav¨ªa le falta a C¨ªcero Jo?o de C¨¦zare, Cicinho (Prad¨®polis, Brasil; 24 de junio de 1980), para completar su r¨¢pida adaptaci¨®n al f¨²tbol espa?ol.
Pregunta. ?Con qu¨¦ ¨¢nimo se enfrentan al Barcelona?
Respuesta. No tengo miedo a perder porque nosotros tambi¨¦n somos un gran equipo. Pero no siempre puedes tener el bal¨®n en los pies. En los malos momentos hay que echar mano de las carreras, la preparaci¨®n f¨ªsica, los marcajes y la casta. El f¨²tbol no es ballet. Es un deporte de contacto. Quien no quiere jugar al f¨²tbol, quien no quiere tener roces con el rival, que se vaya a danzar en el ballet.
R. ?C¨®mo divide el trabajo en la banda derecha con Beckham?
P. Es un posicionamiento en el que el entrenador exige mucho. Beckham tiene que resguardar el sistema defensivo cuando yo subo. En el ataque, a David no le gusta disputar con el defensor en velocidad. Prefiere tener tiempo para dominar el bal¨®n y preparar el lanzamiento y el pase m¨¢s largo. Yo prefiero un pase para correr y aprovechar mi velocidad, que es mi mejor calidad. Hemos hablado mucho durante esta semana. Le he dicho que ya estaba so?ando con Ronaldinho y ¨¦l me contest¨® que no me preocupara, que me ayudar¨¢. Es un jugador extraordinario que me deja tranquilo y seguro.
P. ?Sue?os o pesadillas con Ronaldinho?
R. Sue?os. Ronaldinho no es una pesadilla. No hay nada que temer. Es una gran oportunidad que tengo de pararlo. Hablamos de que Ronaldinho no es un jugador que vuelve para marcar al lateral, sino que se queda en el ataque. Eso nos puede complicar mucho. Pero somos inteligentes. Cuando Beckham est¨¦ cubriendo la banda, volver¨¦ r¨¢pido al centro del campo para cerrar espacios. Tendr¨¦ total libertad para atacar, porque nadie me puede quitar eso, pero con mucha atenci¨®n en el marcaje.
P. ?Es usted protagonista de la sucesi¨®n en el lateral derecho del Madrid, con Salgado, y en la selecci¨®n brasile?a, con Caf¨²?
R. Nadie regala nada a los nuevos jugadores. En mi vida nada fue f¨¢cil. Siempre viv¨ª saltando muchos obst¨¢culos para conquistar mis objetivos. Pero siempre fui ¨ªdolo y campe¨®n en todos los equipos en los que jugu¨¦. No temo a nada porque hago mi trabajo.
P. Empez¨® a triunfar en el Atl¨¦tico Mineiro, pero el principio de su carrera deportiva pudo ser tambi¨¦n su final.
R. Llegu¨¦ al Atl¨¦tico Mineiro en enero de 2001 y me qued¨¦ un a?o como reserva. Sal¨ª de un equipo peque?o para jugar en un equipo importante en Brasil. Todo es muy f¨¢cil cuando un jugador es joven, con dinero, soltero y viviendo solo. Acab¨¦ entre el alcohol y las mujeres en las discotecas. No dorm¨ªa. Llegaba de las juergas a las siete de la ma?ana e iba a entrenarme a las nueve. Jugaba con tres kilos de sobrepeso. Ocultaba a mis padres que me gastaba m¨¢s dinero en fiestas que en ayudarles.Viv¨ª as¨ª hasta la mitad de 2002. Pero fue una ¨¦poca que pas¨®. Procur¨¦ pensar en Dios y reencontrarme con mi familia. Percib¨ª que depend¨ªa de mi cuerpo y que no era correcto lo que hac¨ªa, no dar valor a lo que Dios me hab¨ªa regalado. Algunos necesitan caer para levantarse. He ca¨ªdo, pero tuve quienes me ayudaran a levantarme, ya que solo es muy dif¨ªcil. Hoy celebro con ellos estar en el Madrid y la selecci¨®n brasile?a.
P. Las caracter¨ªsticas ofensivas de la escuela brasile?a de laterales da miedo a muchos entrenadores.
R. Son cr¨ªticas que s¨®lo reciben los laterales brasile?os porque tienen la calidad suficiente para defender y atacar. Es nuestra manera de jugar. No nos contentamos con poco. Siempre queremos m¨¢s. Brasil tiene el mejor f¨²tbol del mundo porque ha evolucionado. Fui cuestionado en el Madrid porque mi manera de jugar cargaba el sistema defensivo, pero jugu¨¦ bien en los partidos en los que necesit¨¦ atacar y tambi¨¦n defender.
P. El entrenador, Juan Ram¨®n L¨®pez Caro le cambi¨® de posici¨®n en algunos partidos y jug¨® de extremo. ?D¨®nde prefiere jugar?
R. Aunque jugu¨¦ fuera de posici¨®n, lo hice bien. Eso demostr¨® mi obediencia a mi comandante, que es el t¨¦cnico, y la voluntad de ayudar al equipo. Pero no me gusta jugar adelantado porque me quedo de espaldas al bal¨®n para recibirlo. Prefiero recibir la pelota de frente para visualizar r¨¢pido la jugada, arrancar y centrar.
P. Muchos confunden la sonrisa y el buen humor de los jugadores brasile?os con cierta falta de profesionalismo.
R. Muchos cr¨ªticos europeos no se detienen a reflexionar y son muy malintencionados. No nos re¨ªmos por iron¨ªa o para menospreciar a un adversario, sino porque somos felices, por el placer de vivir en el mundo del f¨²tbol.
P. ?Le gusta ser conocido como El Gato con Botas?
R. No me importa ser llamado El Gato con Botas. Los chicos guapos son llamados gatos en Brasil.
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