Sof¨ªa, la puerta de Oriente
La capital b¨²lgara vive un sugerente renacimiento urbano
Como ocurre con muchas ciudades de la Europa oriental, la poco prometedora llegada a Sof¨ªa hace dif¨ªcil imaginar que la capital de Bulgaria pueda llegar a ser una seria competidora de Praga y Budapest como un nuevo e importante destino tur¨ªstico en el este europeo. El primer tramo del trayecto entre el aeropuerto y el centro de la ciudad ofrece una visi¨®n de interminables barrios de aspecto sovi¨¦tico, recuerdo de los a?os duros del comunismo, e incluso algunas f¨¢bricas en lontananza; pero el paisaje urbano cambia r¨¢pidamente cuando se avanza hacia el coraz¨®n de Sof¨ªa: parques, terrazas, bellas avenidas, edificios imponentes, iglesias, mezquitas turcas, una sinagoga sefard¨ª modernista de principios del siglo XX... Y todo ello a precios m¨¢s que razonables, porque Bulgaria pertenece a esa Europa en la que todav¨ªa es posible tomarse una copa en una maravillosa terraza por el equivalente a un euro y medio, o cenar dos platos y postre en un estupendo restaurante, con vino de la tierra (un tinto espeso y con cuerpo muy decente), por 10 euros.
Pero la capital de Bulgaria -un pa¨ªs que entrar¨¢ en la Uni¨®n Europea en 2007 o en 2008 (si Bruselas decide retrasar un a?o su ingreso, que se producir¨¢ a la vez que el de Rumania, aunque su renta todav¨ªa est¨¢ muy alejada de la media de la Uni¨®n)-, no s¨®lo ofrece precios razonables. Siempre dominado por la imponente figura del monte Vitosha, el centro de Sof¨ªa es relativamente peque?o y puede ser recorrido a pie sin problemas. El oeste de la ciudad est¨¢ delimitado por el elegante bulevar de Vitosha, y su continuaci¨®n, el mucho menos elegante bulevar de Mar¨ªa Luisa, que desemboca, al norte, en el abigarrado mercado central de la ciudad, uno de los muchos lugares donde queda muy claro que la frontera con Turqu¨ªa no est¨¢ muy lejos. Hay dos cosas desconcertantes en Sof¨ªa: el alfabeto cir¨ªlico, cuyos inventores fueron dos monjes b¨²lgaros, al que cuesta acostumbrarse para buscar direcciones, y que para negar y afirmar con la cabeza se hace exactamente lo contrario que en Espa?a, lo que puede provocar momentos surrealistas en los mercadillos.
De oeste a este, la calle de Tsar Osvoboditel recorre el coraz¨®n de Sof¨ªa y la mayor¨ªa de sus monumentos, desde el Palacio Presidencial hasta el Museo Arqueol¨®gico, pasando por la Iglesia Rusa o la catedral de Alexander Nevski. En la puerta de esta imponente iglesia ortodoxa de mediados del siglo XIX se instala un mercadillo en el que se venden desde iconos hasta letreros lacados en cir¨ªlico o las inevitables figuras de los l¨ªderes del comunismo. M¨¢s all¨¢ de la universidad, donde termina el cogollo de Sof¨ªa, se extiende el barrio diplom¨¢tico, un lugar perfecto para pasar una tarde caminando entre elegantes mansiones de principios del siglo XX. Un poco por todas partes, en la ciudad hay puestos que venden libros: como se?alaba recientemente un art¨ªculo de The Washington Post sobre Bulgaria, un lugar donde se vende tanta letra impresa en la calle produce una inmediata buena impresi¨®n.
El monumento m¨¢s conocido de Sof¨ªa est¨¢ situado a unos 12 kil¨®metros del centro: se trata de la Iglesia Boyana, una joya del arte ortodoxo del siglo XIII, patrimonio de la humanidad de la Unesco. Ubicada en un peque?o parque, Boyana es una ermita min¨²scula y s¨®lo se puede estar unos 10 minutos en su interior para contemplar los delicados frescos bizantinos. El arte que naci¨® all¨ª, en la edad de oro de Bulgaria, se multiplic¨® luego por todos los Balcanes: las iglesias medievales serbias de Kosovo -una de ellas, tambi¨¦n patrimonio de la humanidad- tienen su origen en esta ermita. Pero no todo el arte religioso que concentra Sof¨ªa es ortodoxo, el credo que practica la gran mayor¨ªa de sus habitantes. La ciudad ofrece en sus calles una demostraci¨®n palpable de la tradici¨®n de tolerancia que ha marcado la vida de Bulgaria en los ¨²ltimos siglos, una tradici¨®n que consigui¨® mantener a este pa¨ªs al margen de las guerras ¨¦tnicas que arrasaron los Balcanes en la d¨¦cada de los noventa.
Una sociedad frente a los nazis
Frente a frente, s¨®lo separadas por el c¨¦ntrico bulevar de Mar¨ªa Luisa, se encuentran la mezquita turca de Banya Bashi y la sinagoga sefard¨ª donde es posible vivir una bella experiencia ling¨¹¨ªstica: mantener una charla en ladino con los representantes de la comunidad hebrea. Jud¨ªo b¨²lgaro, de lengua materna sefard¨ª, era el escritor y premio Nobel de Literatura El¨ªas Canetti, del que se cumplen 100 a?os de su nacimiento. Su fotograf¨ªa est¨¢ en el peque?o museo de la sinagoga -aunque sus libros no sean demasiado conocidos en el pa¨ªs en el que naci¨®, porque fue un escritor en lengua alemana, ya que abandon¨® Bulgaria a los seis a?os-, como tambi¨¦n la historia de c¨®mo los jud¨ªos b¨²lgaros fueron salvados por sus compatriotas durante la II Guerra Mundial, que se negaron a entregar a su poblaci¨®n a los nazis. Libros, tradici¨®n de tolerancia, hospitalidad, parques, calles agradables por las que pasear y el rumor del exotismo, de la proximidad de Oriente, como presencia constante... Sof¨ªa es una ciudad que merece la pena descubrir.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos- Prefijo telef¨®nico: 00 359.- Poblaci¨®n: Sof¨ªa tiene 1,2 millones de habitantes.- Moneda: 1 euro equivale a 2 levas.C¨®mo ir- Air Bulgaria (www.air.bg) tiene vuelos de ida y vuelta a Sof¨ªa a partir de 247 euros, tasas incluidas. Salidas desde Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y M¨¢laga.- Lufthansa (www.lufthansa.com) vuela a Sof¨ªa desde Espa?a, con escala en Alemania, por 307 euros, tasas incluidas. Tarifas de ida y vuelta.Dormir y comer- El Sheraton (Sveta Nadelya Square, 5; 981 65 41; www.sheraton.com) es uno de los hoteles m¨¢s lujosos de los Balcanes y uno de los edificios m¨¢s destacados de Sof¨ªa. La habitaci¨®n doble cuesta alrededor de 120 euros. - El hotel Best Western Europa (Liditze Str., 1; 29 70 15 00; www.bestwestern.com) se encuentra a unos 10 minutos en coche del centro. Menos lujoso, pero m¨¢s barato. La habitaci¨®n doble cuesta 60 euros.- Bay Gentcho (Kniaz Dondukov Blvd., 15; 81 74 74). Excelente restaurante y vinoteca. La especialidad es el plato nacional, una ensalada de pepino, tomate y queso llamada shopska.Precios: 10 euros por persona.Informaci¨®n- www.sofia.com.- www.bulgaria.com.
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