La mayor¨ªa de colectivos vecinales apuesta por una gestora para gobernar en Marbella
La Operaci¨®n Malaya se adelant¨® al inicio de las movilizaciones de varias organizaciones
![Javier Mart¨ªn-Arroyo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbe822ad5-55c4-471f-a6de-f8ffe65744e8.png?auth=11b4c18a3c700fde6547c09f2549e6d80e1874bb354890d63a358496e8f9c883&width=100&height=100&smart=true)
El golpe sin precedentes recibido por el Ayuntamiento de Marbella con la operaci¨®n Malaya ha coincidido con un estallido de protesta desde los colectivos ciudadanos. Tras quince a?os en los que el gilismo supo contrarrestar con relativo ¨¦xito las cr¨ªticas vecinales, la indignaci¨®n parece haber copado la calle. Al d¨ªa siguiente de las primeras detenciones en la c¨²pula de la corporaci¨®n municipal, una manifestaci¨®n de alrededor de 10.000 personas convocada por 30 colectivos sociales y partidos pol¨ªticos canaliz¨® esa protesta contra la corrupci¨®n municipal.
Las sospechas de la polic¨ªa precipitaron la operaci¨®n Malaya, y el terremoto judicial y pol¨ªtico coincidi¨® con la mayor sacudida que han sufrido las conciencias marbell¨ªes en una ciudad casi inmunizada a lo ins¨®lito. Las asociaciones vecinales estiman que el gilismo afronta sus ¨²ltimos coletazos en Marbella, y se mantienen expectantes ante la iniciativa judicial y pol¨ªtica en marcha. Todo indica que estos dos frentes abiertos dar¨¢n el tiro de gracia definitivo al actual equipo de gobierno, pero la demostraci¨®n de fuerza del pasado jueves en contra de la herencia pol¨ªtica del GIL demuestra que la renovaci¨®n en el pol¨¦mico Ayuntamiento marbell¨ª cuenta con el apoyo de la calle.
Organizaciones como Ecologistas en Acci¨®n o la Asociaci¨®n Cildiana para defender el patrimonio hist¨®rico han interpuesto numerosas denuncias contra la gesti¨®n irregular del equipo de gobierno actual. Ecologistas en Acci¨®n, por ejemplo, ha interpuesto desde 1995 m¨¢s de 300 denuncias por delitos contra la ordenaci¨®n del territorio, adem¨¢s de denunciar a la alcaldesa, Marisol Yag¨¹e, por un delito continuado de desobediencia ante la negativa para ejecutar los autos de paralizaci¨®n del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa.
Al margen de la operaci¨®n policial en marcha, las peticiones vecinales para una regeneraci¨®n pol¨ªtica se decantan tanto por la previsible opci¨®n de una gestora como por la convocatoria de elecciones anticipadas. "Darle voz al pueblo est¨¢ muy bien, pero lo que necesita ahora son soluciones. Adem¨¢s, deber¨ªamos intentar evitar una guerra fraticida entre el Partido Popular y el Partido Socialista para pensar m¨¢s directamente en el pueblo", opina Javier de Luis, portavoz de la organizaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n, que aboga porque una gestora resuelva el caos municipal actual y aclare la delicada situaci¨®n financiera del consistorio.
Este punto de vista es compartido por Ana M¨¢s, presidente de la Federaci¨®n de Vecinos: "Si bien es cierto que en las elecciones de Marbella puede haber mucho paracaidista, los partidos minoritarios no tendr¨ªan las mismas posibilidades para reaccionar en poco tiempo. Ser¨ªa injusto al margen de las diferentes ideas pol¨ªticas", matiza. Para el presidente de la Peque?a y Mediana Empresa, Antonio N¨²?ez, "lo m¨¢s f¨¢cil o lo menos malo" para garantizar los servicios m¨ªnimos imprescindibles para una "din¨¢mica normal" municipal tambi¨¦n ser¨ªa una gestora. N¨²?ez ha denunciado el cierre de m¨¢s de 250 peque?os comercios en Marbella desde las pasadas Navidades.
La Plataforma por el Cambio sin embargo aboga por la inmediata convocatoria de elecciones municipales para que el "periodo de catarsis" iniciado por la ciudad llegue a buen puerto. "Lo ocurrido en Marbella s¨®lo puede ser descrito como un proceso de enfermedad de la democracia, que s¨®lo podr¨¢n sanar las elecciones", afirma Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez, su presidente.
"A¨²n as¨ª, la trinchera contra el Ayuntamiento es compartida por todos porque el caos se te ven¨ªa encima y con ese desamparo parec¨ªa que no viv¨ªas en Espa?a", resume Hern¨¢ndez, convocante de la manifestaci¨®n junto a otros colectivos. A Hern¨¢ndez las se?ales de alarma le llegaban desde m¨²ltiples frentes: "Un cliente lleg¨® a decirme que en su ciudad le daba verg¨¹enza confesar que veraneaba en Marbella".
Dif¨ªcil movilizaci¨®n
Lo cierto es que estos colectivos pidieron durante los ¨²ltimos a?os una y otra vez la dimisi¨®n de la alcaldesa, Marisol Yag¨¹e, y sus concejales, sin demasiado ¨¦xito de movilizaci¨®n. La poblaci¨®n no parec¨ªa darse por aludida ante los continuos esc¨¢ndalos de la corporaci¨®n municipal. "Marbella es una ciudad de aluvi¨®n, y la mayor¨ªa de la gente viene de muchos sitios y no tiene ese arraigo e identidad de pueblo. Es muy dif¨ªcil sacarlos a la calle si no se sienten da?ados. Estaban col¨¦ricos pero no da?ados", especifica Ana M¨¢s, quien cuenta c¨®mo el vuelco de conciencias ha venido tras la uni¨®n de las plataformas sociales y la p¨¦rdida de fuerza del gilismo. "A principios de los noventa la ciudad estaba alica¨ªda y apareci¨® un encantador de serpientes como Gil, pero todo fue un enga?o para saquear las arcas", recuerda Hern¨¢ndez.
Marisol Yag¨¹e, entonces al frente de la delegaci¨®n de Participaci¨®n Ciudadana, consigui¨® ejercer un eficaz clientelismo dentro del movimiento vecinal que labr¨® las simpat¨ªas de la mayor¨ªa de las asociaciones de vecinos. "El sue?o de aquel entonces nos estall¨® el pasado jueves en la cara", resume Hern¨¢ndez.
![Ana M¨¢s, Jos¨¦ Luis Hern¨¢ndez (en el centro) y Javier de Luis.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3NR7Q5A6ZW4LXAFXVQZKJ6VVCE.jpg?auth=045b4ad58cc97c35a6fd03ba91ade30b53bdd5b3ecaf66d5ad1c5d1b9e044dca&width=414)
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