La mala educaci¨®n
El viernes termin¨® el plazo de preinscripci¨®n en los centros docentes de Andaluc¨ªa. Muchos colegios p¨²blicos han vivido el proceso con la incertidumbre y el desamparo de quien no se siente defendido frente a los centros privados concertados. Estos ¨²ltimos se han gastado ingentes sumas de dinero en publicidad para arrebatar ni?os a los centros p¨²blicos, en un uso espurio del dinero p¨²blico del que viven. Es un sistema de competencia feroz donde siempre pierde lo p¨²blico. De nuestro dinero le pagamos a los padres que quieren tener privilegios la educaci¨®n privada de sus hijos, mientras muchos centros p¨²blicos languidecen o no tienen la suficiente dotaci¨®n. El dinero del contribuyente financia el capricho de los padres que quieren una educaci¨®n diferente para sus ni?os. Mientras haya plazas disponibles en centros p¨²blicos es una inmoralidad pagarla en centros privados. Cosa bien distinta es quien quiera para sus hijos una educaci¨®n de su elecci¨®n y la pague. El Colegio San Felipe Neri de C¨¢diz ha ofrecido en reiterados anuncios toda una suerte de maravillas, en abierta competencia con los centros p¨²blicos de la capital que ven c¨®mo disminuyen sus alumnos. Encima, el dinero de esa publicidad sale de los impuestos, con lo que se consuma un doble atropello consentido por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n.
?Alguien se imagina que el Estado diese a elegir entre pagar la atenci¨®n m¨¦dica privada o la p¨²blica? Y las pensiones, ?por qu¨¦ no se puede elegir un sistema de capitalizaci¨®n privado en vez de la Seguridad Social? Esto es lo que ocurre en la educaci¨®n. Cuando se pretende una t¨ªmida reforma la Iglesia y la patronal de la ense?anza privada saltan como un resorte. De manera paralela se da el caso bochornoso de dirigentes pol¨ªticos de la izquierda que dicen defender la escuela p¨²blica y llevan a sus hijos a centros concertados o de maestros de la p¨²blica que hacen lo propio, en un desprop¨®sito que viene a consumar el asesinato lento y civil al que se somete a los centros p¨²blicos .
La Consejer¨ªa consiente que los ni?os con alg¨²n tipo de deficiencia se escolaricen en exclusiva en la p¨²blica, a base de que los centros privados concertados (un 70% son religiosos) se nieguen a su matriculaci¨®n con todo tipo de excusas. ?D¨®nde queda la caridad cristiana? Lo mismo puede decirse de los ni?os inmigrantes, escolarizados en un 90% en centros p¨²blicos porque los centros privados se niegan a inscribirlos con todo tipo de obst¨¢culos. Por supuesto, el 40% de estos ni?os necesitan refuerzo para el aprendizaje de la lengua espa?ola. Del total del medio mill¨®n de ni?os andaluces, el 60% van a la p¨²blica y el 40% a la privada, lo que destaca el diferencial con respecto a los inmigrantes. Eso s¨ª, la principal comunidad extranjera en los centros p¨²blicos es la marroqu¨ª (8.450) y en la privada concertada la del Reino Unido (600). Qu¨¦ curioso, se ve que hay inmigrantes de primera y de segunda. La administraci¨®n sigue la pol¨ªtica del apaciguamiento: los centros privados concertados usan a los padres y a los ni?os sin ning¨²n rubor para conseguir mayores conciertos y la Consejer¨ªa se deja intimidar. Se usan las cuotas del APA, los costes de las actividades extraescolares y los uniformes por parte de los centros concertados para obstaculizar la incorporaci¨®n de alumnos con padres de pocos recursos. Todos estos extras pueden llegar a m¨¢s de 600 euros al a?o. La ¨²nica manera de ejecutar una profunda y transformadora modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa es a trav¨¦s de la educaci¨®n. Para ello hace falta invertir en recursos para la escuela p¨²blica, que es la que iguala e integra a todos sin mirar la procedencia social. No se puede tener a los profesores abandonados a su suerte, al socaire de la violencia escolar, el griter¨ªo social y la falta de consideraci¨®n, sin que la sociedad tenga en cuenta que los profesores de la privada han accedido a su puesto de trabajo mediante la recomendaci¨®n y los de la p¨²blica por oposici¨®n. No se puede permitir que los equipos directivos de los centros p¨²blicos dediquen m¨¢s tiempo a cobrar actividades o a problemas burocr¨¢ticos que a la ense?anza. Porque el sistema de centros a la carta (biling¨¹es, tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, de anticipaci¨®n ling¨¹¨ªstica, aula matinal, actividades extraescolares o comedor con precios que oscilan de 13 a 240 euros, al margen de las ayudas ) deja en manos de los profesores la incorporaci¨®n de sus centros a estos proyectos con mayor carga de trabajo e id¨¦ntica remuneraci¨®n. Cuando se trata de defender la educaci¨®n p¨²blica, las palabras de los responsables pol¨ªticos no suelen acompa?ar a los hechos.
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