Un fallo en una v¨ªa del tren subterr¨¢neo del nuevo Barajas afecta a miles de pasajeros
La aver¨ªa, que dur¨® cinco horas, caus¨® aglomeraciones y leves retrasos a los viajeros
![Luis Doncel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F64158797-297c-4250-bcf6-df63acefa8c3.jpg?auth=41f0c1c9035a93d745b533997997bf4407c24bdbe30e6578c03fefbc9dadb01f&width=100&height=100&smart=true)
La flamante terminal 4 (T-4) del aeropuerto de Barajas no cesa de dar sobresaltos. Una de las dos v¨ªas del tren subterr¨¢neo que une el edificio principal con el llamado edificio sat¨¦lite qued¨® ayer inutilizada m¨¢s de cinco horas. Los 5.000 pasajeros que ten¨ªan que coger el tren en el edificio anexo durante el tiempo que dur¨® el fallo esperaron m¨¢s de lo habitual para coger el convoy, ya que la misma v¨ªa se us¨® para circular en ambos sentidos. Muchos pasajeros mostraron su indignaci¨®n por el fallo y denunciaron el "caos" reinante, mientras otros reconoc¨ªan que ni siquiera se hab¨ªan enterado de la aver¨ªa.
Todo comenz¨® a las 10.20, cuando el sistema operativo del tren autom¨¢tico sin conductor que une la T-4 con el edificio sat¨¦lite detect¨® una anomal¨ªa en una de las dos v¨ªas. Durante los 40 minutos siguientes, los t¨¦cnicos del APM Intra -el sistema que gestiona el tren- accionaron el dispositivo para conducir el convoy manualmente.
Como el problema persist¨ªa, fue suspendido el servicio en la v¨ªa sur y pas¨® a ser utilizada la otra como lanzadera. Los cerca de 5.000 pasajeros que, seg¨²n los c¨¢lculos de AENA, se vieron afectados por la aver¨ªa ten¨ªan que esperar siete minutos a que llegara el tren (el doble del tiempo habitual). "Pusimos en marcha el protocolo previsto para estos casos y todo ha funcionado correctamente, de forma que nadie ha perdido su vuelo", aclar¨® Alberto Fern¨¢ndez, gerente de APM Intra. El sistema volvi¨® a la normalidad a las cinco y media de la tarde.
El and¨¦n que normalmente se utiliza para las salidas qued¨® como el ¨²nico operativo, por lo que el tren dejaba a los viajeros que acababan de aterrizar en la misma plataforma. Ah¨ª ten¨ªan que pasar por una peque?a puerta de emergencia, donde se formaba un cuello de botella, subir dos pisos a pie y volver a bajarlos. Una mujer llegada de Santiago de Chile relataba las dificultades con las que algunos pasajeros cargados con bolsas de viaje o carritos de ni?o hac¨ªan este trayecto. Varios autobuses jardineras sirvieron como refuerzo en los momentos en que el tren no pod¨ªa absorber el creciente n¨²mero de pasajeros.
"Es un caos total. Hasta los propios vigilantes se re¨ªan y comentaban que esto es incre¨ªble: nos han metido por un laberinto y nadie nos ha informado de nada", se quejaba un gallego reci¨¦n venido de Budapest. "A la ida tambi¨¦n tuvimos problemas en la T-4; a partir de ahora intentar¨¦ volar s¨®lo por Barcelona", amenazaba mientras se iba corriendo por miedo a perder su enlace con A Coru?a.
Un matrimonio de ecuatorianos procedente de Bogot¨¢, la capital colombiana, denunciaba que hab¨ªa pasado m¨¢s de tres horas desde el aterrizaje de su avi¨®n. "Y encima nos falta una maleta", protestaba el marido.
El gerente de APM Intra recalc¨® que la aver¨ªa se solucion¨® sin causar "excesivas molestias" a los usuarios. El sistema del tren, que consta de tres vagones con una capacidad de 75 viajeros cada uno, verifica antes de moverse que todo funciona correctamente. "El sistema detect¨® el fallo y, a pesar de que se ha ralentizado el servicio, en ning¨²n momento ha bajado el grado de seguridad para los viajeros", asegur¨® Fern¨¢ndez, que tambi¨¦n ensalz¨® la eficacia de un sistema que se utiliza en otros 19 grandes aeropuertos de todo el mundo: "Esta tecnolog¨ªa tiene un grado de disponibilidad del 99,5%, y en los casi dos meses que lleva en funcionamiento en Madrid hemos superado ese porcentaje".
Una de las quejas m¨¢s habituales entre los viajeros era la falta de informaci¨®n proporcionada por los responsables del aeropuerto. El comentario de un hombre procedente de Canc¨²n (M¨¦xico) demostraba que los pasajeros no estaban al tanto de los acontecimientos. "Nos han cogido de pardillos; hemos ido por sitios rar¨ªsimos y sal¨ªamos por puertas de emergencia. Seguro que estaban haciendo un simulacro de incendio", coment¨® al encontrarse con los familiares que le esperaban.
![Un numeroso grupo de pasajeros espera su turno para abandonar por una puerta el and¨¦n de la terminal 4 afectado por la aver¨ªa del tren.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JLQX4P2JIZEKPWQXN5DGFRNAAU.jpg?auth=1739c317b76369dc457ddf42586f4f73d138b3cb1eaebb23f49282ddde88158e&width=414)
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