Per¨², campa?a a ritmo de 'reggaeton'

El reggaeton y un caldero se han convertido en los s¨ªmbolos de la disputa electoral en la cual el pr¨®ximo domingo los peruanos deber¨¢n elegir presidente y renovar los 120 esca?os del Congreso. En el ¨²ltimo tramo de campa?a los candidatos tienen que hacer pr¨¢cticamente de todo sobre el escenario -m¨ªnimo, cantar y bailar- ante sus potenciales votantes.

?stos deben elegirlos tachando en una papeleta un icono, y el favorito a la victoria, el nacionalista Ollanta Humala, ha elegido una olla como s¨ªmbolo. Su principal rival, la derechista Lourdes Flores, no ha dejado pasar la oportunidad y emplea la expresi¨®n "olla de grillos" siempre que puede y no duda en posar fotografiada entre las perolas de un comedor comunitario del barrio lime?o de Cerro San Cosme... aunque el comedor pertenezca al Partido Aprista Peruano, la formaci¨®n pol¨ªtica del tercer candidato en discordia, el ex presidente Alan Garc¨ªa.

Las encuestas arrojan como ¨²nico dato claro que deber¨¢ celebrarse una segunda vuelta

Las encuestas arrojan como ¨²nico dato claro que habr¨¢ segunda vuelta. El ex militar Ollanta Humala, de la nacionalista Uni¨®n por el Per¨², obtendr¨¢ entre el 32% y el 28% de los votos, seguido de Flores, de la derechista Unidad Nacional -entre el 24% y el 28%- y del aprista Alan Garc¨ªa, con un margen entre el 18% y el 24%. La gran inc¨®gnita est¨¢ en saber si Garc¨ªa, que muestra una progresi¨®n al alza en la intenci¨®n del voto desde hace semanas, superar¨¢ a Flores y pasar¨¢ a la segunda vuelta.

Por su parte, Humala ve como d¨ªa a d¨ªa descienden sus porcentajes y esto ha convertido el final de campa?a en un despliegue de recursos y acusaciones entre los principales candidatos. Ayer, Garc¨ªa retaba a Humala a que "se atreva a dar de una vez un golpe de Estado", mientras el nacionalista contestaba recordando los casos de corrupci¨®n durante la presidencia de Garc¨ªa.

Humala ha tratado de moderar su discurso y en sus comparecencias ante la prensa son frecuentes los desmentidos sobre declaraciones y planes que se le atribuyen. Se ha apartado en p¨²blico de su padre y su hermano, ambos de ideas muy radicales. De hecho, su hermano Ulises se presenta por el extremista Avanza Pa¨ªs.

Sin embargo, Ollanta se ve ganador y ha comenzado a negociar ya con diferentes sectores sobre lo que suceder¨¢ tras la segunda vuelta. El pasado lunes se conoci¨® que dos de sus colaboradores hab¨ªan mantenido reuniones tanto con sectores del empresariado como con representantes del Gobierno chileno. Humala ha prohibido a sus colaboradores que celebren este tipo de reuniones, pero no ha podido evitar que uno de los empresarios contactados, el directivo de televisi¨®n Genaro Delgado, acusara a los colaboradores de Humala de intento de extorsi¨®n.

El canal televisivo de Delgado, muy duro con el candidato del Partido Nacionalista Peruano, tiene una deuda de 15 millones de d¨®lares (12,36 millones de euros). El empresario asegura que el candidato a vicepresidente segundo de la formaci¨®n nacionalista, Carlos Torres, lo visit¨® y le propuso la condonaci¨®n de la deuda a cambio de que dejaran de emitirse unos agresivos reportajes contra la candidatura de Humala, quien ha reconocido que dicha reuni¨®n se produjo, pero calific¨® al empresario de "sinverg¨¹enza", asegur¨® que el encuentro tuvo otros objetivos y confirm¨® a Torres como candidato. Con un nuevo esc¨¢ndalo a cuestas, Humala prohibi¨® a sus colaboradores hablar "con representantes del poder econ¨®mico para que no se malinterpreten las cosas".

Sin posibilidades para pasar a la segunda vuelta, el ex presidente Valent¨ªn Paniagua, del Frente de Centro, se queja amargamente de que para llegar al p¨²blico "haya que demostrar otro tipo de habilidades". Paniagua cita a Sartori y a su teor¨ªa del homo ludens y por el camino acusa a las encuestadoras de "verter infamias" contra su candidatura, ya que los n¨²meros se?alan que resta votos a Flores a favor de Garc¨ªa. A Paniagua no le gusta bailar sobre el escenario, pero sus asesores le han convencido de que permita la presencia de un mu?eco al que el p¨²blico identifica con el candidato gracias a un bigote y una banda presidencial. Y el mu?eco no para de bailar a ritmo de reggaeton.