Deco se perder¨¢ la ida de la semifinal con el Milan

Karagounis, a cuatro minutos del final, puso los pelos de punta al Camp Nou cuando estuvo muy cerca de batir a Vald¨¦s. La pelota parec¨ªa quemar en los pies de un Bar?a petrificado, v¨ªctima de un ataque de p¨¢nico, aterrorizado ante la posibilidad de quedar descabalgado por en¨¦sima vez de su sue?o europeo y precisamente ante Ronald Koeman, el ¨²nico hombre que le ha dado una Copa de Europa en toda su historia. Pero entonces, para acabar con la extraordinaria tensi¨®n, surgi¨® Ronaldinho: el gaucho meti¨® un pase a Giuly que lleg¨® a tiempo de centrar a Eto'o. Con todo el Camp Nou con el coraz¨®n en un pu?o y conteniendo la respiraci¨®n, el camerun¨¦s control¨® el cuero y marc¨®.

El gol fue acogido con una tremenda explosi¨®n de liberaci¨®n tras una ag¨®nica eliminatoria que empez¨® en Lisboa con el Bar?a desperdiciando 10 ocasiones de gol y acab¨® en medio de una terrible angustia. Fue casi una premonici¨®n que Ronaldinho tirara por la borda el penalti ante Moretto. Ha lanzado 13 este a?o y, con el de ayer, ha fallado tres (los otros dos fueron ante el Racing y el Alav¨¦s). Frank Rijkaard dijo incluso que el error le vino bien al Bar?a porque le oblig¨® a meterse hasta las cejas en el partido. La tensi¨®n la reflej¨® como nunca el rostro del gaucho, siempre sonriente y ayer a punto de llorar cuando marc¨® y rompi¨® la rara sequ¨ªa de su equipo: casi 300 minutos sin marcar un gol de jugada. "Vi al Bar?a muy presionado", admit¨® Koeman.

Rijkaard fue el ¨²nico que no salt¨® del banquillo para celebrar el gol de Ronaldinho -lo aplaudi¨® recostado en su asiento-, como si fuera consciente de que faltaba un mundo para superar la eliminatoria. Ten¨ªa raz¨®n porque, antes de Karagounis, Sim?o tuvo la ocasi¨®n de su vida, la que le hubiera permitido vengar su paso ef¨ªmero por el Bar?a. Eto'o admiti¨® que todo el equipo sufri¨® lo indecible. "El Benfica ha plantado cara: es mucho m¨¢s f¨¢cil jugar al contragolpe contra nosotros. Hab¨ªa que aguantar los nervios porque hubiera sido muy complicado si nos llegan a meter un gol, pero gracias a Dios aqu¨ª estamos", reflexion¨® el camerun¨¦s. "?Que he jugado bien? Lo dec¨ªs por el gol, pero jugu¨¦ mejor ante el Madrid". El peor parado fue Deco, que vio una tarjeta amarilla que le impedir¨¢ disputar el partido de ida de la semifinal contra el Milan.

Fue un partido para sufrir, sin tiempo para las reivindicaciones -los j¨®venes de la JNC no repartieron las banderolas independentistas- y sin incidentes. El Bar?a celebr¨® la victoria y los 5.000 hinchas portugueses, que no provocaron ning¨²n incidente, empezaron a tomar los nueve vuelos en direcci¨®n a Lisboa. Todos menos una: una aficionada se qued¨®, ya que dio a luz ayer en Barcelona.