Los populistas pueden tener raz¨®n

?Presagia el ascenso de gobiernos izquierdistas en Latinoam¨¦rica, en especial la elecci¨®n de Evo Morales como presidente de Bolivia, un cambio a la izquierda dura en el continente? ?Se?ala el repudio a la pol¨ªtica exterior estadounidense en la regi¨®n? ?Conducir¨¢, por ejemplo, a una nueva nacionalizaci¨®n de los enormes dep¨®sitos de gas natural bolivianos? ?stas son preguntas vitales, pero que pasan por alto la importancia mayor que tiene el ascenso de alguien como Morales, porque ¨¦l es el primer ind¨ªgena boliviano elegido jefe de Estado. Su victoria marca un paso adelante en la democratizaci¨®n general de Latinoam¨¦rica, con verdadera importancia a largo plazo para el desarrollo econ¨®mico y social de la regi¨®n.

Para entender por qu¨¦, conviene repasar en l¨ªneas generales la historia y el desarrollo econ¨®mico de Latinoam¨¦rica. Las sociedades americanas se forjaron con la conquista europea de las poblaciones ind¨ªgenas, y por las divisiones ¨¦tnicas y raciales que siguieron. Tanto Estados Unidos como Latinoam¨¦rica est¨¢n empezando a adaptarse a esas divisiones hist¨®ricas. Los europeos que conquistaron y colonizaron Am¨¦rica despu¨¦s de 1492 no encontraron enormes tierras vac¨ªas, como a veces proclamaban, sino tierras pobladas por comunidades que se remontaban miles de a?os. Una gran parte de los pobladores ind¨ªgenas sucumbieron r¨¢pidamente a las enfermedades y a las penurias tra¨ªdas por los colonizadores europeos, pero muchos sobrevivieron, a menudo en n¨²meros dominantes, como en Bolivia y en gran parte de la zona monta?osa andina. Casi en todas partes, estas poblaciones ind¨ªgenas supervivientes se convirtieron en miembros subordinados de las sociedades lideradas por los europeos. ?stos llevaron despu¨¦s a Am¨¦rica millones de esclavos africanos. Tras la emancipaci¨®n, en el siglo XIX, las comunidades afroamericanas siguieron empobrecidas y en gran medida privadas de derechos pol¨ªticos. Por consiguiente, las enormes desigualdades de poder, prestigio social y bienestar econ¨®mico fueron parte esencial de la forja de Am¨¦rica. Ind¨ªgenas, afroamericanos y mestizos luchan desde entonces por sus derechos sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos.

La democracia en Latinoam¨¦rica ha sido una lucha dif¨ªcil de ganar. Incluso en Estados Unidos, un pa¨ªs que se considera a s¨ª mismo modelo de democracia, los negros no adquirieron verdaderamente el derecho al voto hasta mediados de la d¨¦cada de 1960. En Latinoam¨¦rica, la democracia ha sido igualmente incompleta, inestable y a menudo inaccesible para las poblaciones ind¨ªgenas, afroamericanas y mestizas. Adem¨¢s, dadas las enormes desigualdades de poder y riqueza en Latinoam¨¦rica, y con una gran parte de la poblaci¨®n privada de tierra y educaci¨®n, la regi¨®n es desde hace mucho tiempo vulnerable a las pol¨ªticas y a las rebeliones populistas, con l¨ªderes que prometen beneficios r¨¢pidos para los despose¨ªdos mediante la incautaci¨®n de los bienes de las ¨¦lites. ?stas han contraatacado, a menudo con brutalidad, para proteger sus propiedades. Por consiguiente, la pol¨ªtica ha sido con frecuencia m¨¢s un enfrentamiento violento que electoral, y los derechos de propiedad han sido a menudo tenues.

Un patr¨®n dominante en Estados Unidos y en Latinoam¨¦rica ha sido la resistencia de las comunidades blancas dominantes a colaborar en la financiaci¨®n de las inversiones p¨²blicas en "capital humano" (sanidad y educaci¨®n) de las comunidades negras e ind¨ªgenas. Mientras que las sociedades europeas han desarrollado Estados del bienestar con acceso universal a los servicios de sanidad y educaci¨®n p¨²blicos, las ¨¦lites americanas han tendido a favorecer la dispensaci¨®n privada de salud y educaci¨®n, algo que refleja en parte la renuencia de las poblaciones blancas a pagar los servicios sociales de otros grupos ¨¦tnicos y raciales.

La elecci¨®n de Morales en Bolivia -donde se calcula que los grupos ind¨ªgenas representan aproximadamente el 55% de la poblaci¨®n, y los mestizos, otro 30%- deber¨ªa analizarse con esto como tel¨®n de fondo. Adem¨¢s, Bolivia no es la ¨²nica: el cambio de los reg¨ªmenes militares a la pol¨ªtica democr¨¢tica en Latinoam¨¦rica durante los ¨²ltimos 20 a?os est¨¢ ampliando de manera gradual e irregular, pero constante, los derechos pol¨ªticos m¨¢s all¨¢ de las ¨¦lites tradicionales y los grupos ¨¦tnicos dominantes. En Per¨², por ejemplo, Alejandro Toledo es el primer presidente ind¨ªgena del pa¨ªs. M¨¢s a largo plazo, la expansi¨®n de la democracia en Latinoam¨¦rica no s¨®lo promete sociedades m¨¢s justas, sino tambi¨¦n sociedades econ¨®micamente m¨¢s din¨¢micas, mediante el aumento de las inversiones p¨²blicas en salud, educaci¨®n y formaci¨®n laboral. La cr¨®nica falta de inversi¨®n en educaci¨®n, especialmente en ciencia y tecnolog¨ªa, es en parte responsable del estancamiento econ¨®mico de la regi¨®n durante el pasado cuarto de siglo. A diferencia del este de Asia e India, la mayor parte de Latinoam¨¦rica no ha experimentado un progreso hacia los sectores de alta tecnolog¨ªa, y ha atravesado en cambio un periodo de bajo crecimiento del PIB, crisis de endeudamiento e inestabilidad macroecon¨®mica.

Esto puede cambiar ahora, al menos gradualmente. Bolivia har¨ªa bien en seguir el ejemplo de su vecino del este, Brasil, que ha experimentado una espectacular subida de la inversi¨®n educativa y cient¨ªfica desde su democratizaci¨®n en la d¨¦cada de 1980. El aumento del nivel educativo est¨¢ ayudando a fomentar asimismo exportaciones tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzadas. Por supuesto, la elecci¨®n de Morales tambi¨¦n suscita muchas dudas y cuestiones a corto plazo. ?Mantendr¨¢ el nuevo Gobierno pol¨ªticas econ¨®micas responsables, o coquetear¨¢ nuevamente Bolivia con medidas populistas desestabilizadoras, como tan a menudo ha hecho en el pasado? ?Renegociar¨¢ Morales las leyes y los contratos que rigen las enormes reservas bolivianas de gas natural, como se ha comprometido debidamente a hacer su Gobierno, de manera que no ahuyente una inversi¨®n extranjera que necesita con urgencia? Bolivia ha entrado en una nueva era de movilizaci¨®n masiva de sus comunidades ind¨ªgenas, durante mucho tiempo sufrientes pero ahora vencedoras. La perspectiva a corto plazo es incierta. Sin embargo, a la larga, es correcto apostar por las ventajas econ¨®micas de la democratizaci¨®n.

Jeffrey Sachs es catedr¨¢tico de Econom¨ªa y director del Earth Institute, perteneciente a la Universidad de Columbia. Traducci¨®n de News Clips. ? Project Syndicate, 2006.