Y, ahora, el estudio del vino como medicina
En su despacho, en el que todav¨ªa huele a tabaco cuatro meses despu¨¦s de entrar en vigor la prohibici¨®n de fumar en el puesto de trabajo, Ricardo Ci¨¦rvide sigue investigando con la pasi¨®n del aprendiz. Ahora est¨¢ inmerso en la redacci¨®n de un estudio sobre la consideraci¨®n que manten¨ªa el vino como medicina en la Edad Media. "Soy devoto de san Tempranillo y san Macabeo, y el caberbet sauvignon con merlot es un coupage excelente", bromea este navarro de Olite que no estima tanto la variedad de uva t¨ªpica de su tierra: "santa Garnacha, la pobrecica...".
Y contin¨²a: "Estamos ante un mundo apasionante, con una profundidad cient¨ªfica poco conocida; pensaba que hab¨ªa terminado con un cap¨ªtulo y la charla con los principales historiadores de la Medicina me obligaba a reescribirlo. Me he empapado de Galeno, Hip¨®crates y Diosc¨®rides". Habla con el entusiasmo de quien ha descubierto un mundo nuevo, a sus 69 a?os; con una vitalidad que merece el cargo de catedr¨¢tico em¨¦rito. En la UPV le han pedido que lo solicite, pero aqu¨ª tambi¨¦n regresa su car¨¢cter independiente, nada amigo de prebendas. "No quiero pedir ning¨²n favor; no lo he hecho nunca. Si me lo merezco, bien; si no, me voy a casa", aclara.
El estudio sobre las capacidades terap¨¦uticas del vino le permite tambi¨¦n estar alejado de la actualidad pol¨ªtica del pa¨ªs. Se le ve un poco esc¨¦ptico ante las ¨²ltimas noticias. "No me f¨ªo de los pol¨ªticos, porque les veo interesados, no me merecen confianza, son trapaceros. No hay m¨¢s remedio que tener esperanza, por supuesto, pero hay mucha gente que se ha hecho ya con una mentalidad de asesino, de mat¨®n, de chulo. Y esto es muy dif¨ªcil cambiar. Tiene que entrar en su mente la convivencia de ideas". En resumen, Ci¨¦rvide s¨®lo pide "que se nos obligue a respetar los derechos humanos y a pagar impuestos".
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