Berlusconi se queda solo en la denuncia de irregularidades electorales

Silvio Berlusconi se aferra al poder con u?as y dientes. "Os ser¨¢ dif¨ªcil libraros de m¨ª", brome¨® con un grupo de periodistas. El recuento de los votos, sin embargo, deshincha d¨ªa a d¨ªa sus esperanzas de obtener un vuelco de ¨²ltimo minuto en los resultados oficiales. Los jueces del Tribunal de Apelaci¨®n dan por buenos pocos de los 82.850 votos discutidos, y las papeletas repescadas se reparten entre las dos coaliciones. Varios portavoces del centro-derecha admitieron que no se hab¨ªa detectado ninguna de las "much¨ªsimas irregularidades unidireccionales" de las que habl¨® Berlusconi.

El Tribunal de Apelaci¨®n est¨¢ haciendo lo que hace despu¨¦s de todas las elecciones: comprobar que las actas firmadas por los presidentes de cada mesa coinciden con los datos en poder del Ministerio del Interior y estudiar una por una las papeletas dudosas.

El trabajo de los jueces, un centenar en total, concluir¨¢ hacia mediados de la semana pr¨®xima, y despu¨¦s corresponder¨¢ al Tribunal de Casaci¨®n (similar al Supremo espa?ol) poner el sello final. Fuentes de la Casa de las Libertades indicaron a la agencia Ansa que la ventaja de La Uni¨®n en la C¨¢mara de Diputados, inicialmente de 24.224 votos, se hab¨ªa reducido a unos 16.000. Nadie pudo exhibir, sin embargo, ning¨²n dato que probara tal informaci¨®n. Lo poco que se sab¨ªa del recuento judicial indicaba m¨¢s bien lo contrario: la diferencia se manten¨ªa m¨¢s o menos estable.

En Puglia, donde se contaba con concluir las comprobaciones el s¨¢bado, hab¨ªan sido cotejadas a mediod¨ªa del jueves la mitad de las 3.947 actas de la regi¨®n. Fuentes judiciales indicaron que hab¨ªan sido validados entre 150 y 200 votos inicialmente descartados y que el centro-derecha obten¨ªa una ligera mayor¨ªa de los mismos, sin que las correcciones variaran de forma apreciable los resultados provisionales. En la ciudad de Perugia (Umbria) s¨®lo fueron validados nueve, de los que siete correspondieron al centro-izquierda. "Los resultados conocidos hasta ahora no van a cambiar", admiti¨® Lorenzo Cesa, secretario general de la Uni¨®n Democristiana de Centro (UDC). "No tengo noticia de ninguna irregularidad", indic¨® Ignazio La Russa, de Alianza Nacional.

Forza Italia

La propia Forza Italia dio marcha atr¨¢s y corrigi¨® las acusaciones lanzadas por su l¨ªder, quien asegur¨® que el resultado electoral "ten¨ªa que cambiar". Berlusconi dijo esas cosas con una sonrisa en los labios, la que normalmente le permite despu¨¦s escudarse tras una "intenci¨®n ir¨®nica". "Estamos efectuando las verificaciones habituales en estos casos; no hablamos de fraudes, siempre nos hemos referido a errores normales", declar¨® Denis Verdini, jefe de la oficina electoral de Forza Italia.

La Margarita, el gran grupo centrista dentro de la coalici¨®n prodiana, emiti¨® una nota en la que afirm¨® que la diferencia entre los resultados provisionales y los finales ser¨ªa de "apenas unos centenares de votos" y no cambiar¨ªa nada. Romano Prodi, que dese¨® a los periodistas "buenas vacaciones de Pascua" y dio un paseo en bicicleta por las afueras de Bolonia, dio por zanjado el asunto y no hizo m¨¢s comentarios. S¨®lo el secretario general de los Dem¨®cratas de Izquierda, Piero Fassino, mostr¨® una cierta exasperaci¨®n ante las t¨¢cticas dilatorias de Berlusconi: "El presidente del Gobierno sigue sin querer aceptar la derrota, su comportamiento me parece incomprensible, y vistas sus funciones institucionales, incluso irresponsable", declar¨® Fassino. "El centro-derecha debe distanciarse de esa actitud aventurera", agreg¨®.

El coordinador nacional de Forza Italia, Sandro Bondi, recomend¨® a Fassino un poco de paciencia: "Si el centro-izquierda se encontrara en nuestras circunstancias, derrotado por unos 20.000 votos que suponen el 0,1% del total, Fassino har¨ªa exactamente lo mismo que hacemos nosotros: verificar las papeletas discutidas y controlar posibles omisiones o irregularidades en la compilaci¨®n de las actas, como prev¨¦ la ley para evitar que unos cuantos errores desvirt¨²en la voluntad de los electores", coment¨®.

Mientras Prodi iniciaba un fin de semana de descanso en su ciudad, Bolonia, Berlusconi segu¨ªa encerrado en su residencia romana del palacio Grazioli. Le acompa?aron durante buena parte del jueves sus dos colaboradores m¨¢s cercanos, Gianni Letta, subsecretario de la Presidencia del Gobierno, y el portavoz Paolo Bonaiuti, subsecretario de Informaci¨®n. Tambi¨¦n pas¨® varias horas con Il Cavaliere uno de sus m¨¢s brillantes defensores intelectuales, el periodista Giuliano Ferrara, que fue subsecretario de Informaci¨®n en el primer Gobierno de Berlusconi (1004-1996) y dirige actualmente el diario Il Foglio, propiedad de la familia Berlusconi.

Hubo quien se acerc¨® al palacio Grazioli para hacer m¨¦ritos, como Alfredo Antoniozzi, candidato de Forza Italia a la alcald¨ªa de Roma con nulas posibilidades de vencer al actual alcalde, Walter Veltroni. Antoniozzi dijo haber llevado a la oficina de Berlusconi varios documentos que supuestamente probaban "irregularidades" en el voto de los italianos en el extranjero, y cit¨® como ejemplo que algunos votantes hab¨ªan recibido el impreso consular acompa?ado de un folleto de propaganda de La Uni¨®n.