Sur¨¢frica busca a sus desaparecidos
Forenses argentinos trabajan en la b¨²squeda e identificaci¨®n de v¨ªctimas del 'apartheid'
Secuestrados, torturados, quemados. O reventados por explosivos atados a sus torsos. Los restos, pocos, enterrados en fosas comunes. Se supone que en ellas est¨¢n los cad¨¢veres de m¨¢s de mil asesinados en la represi¨®n de la poblaci¨®n negra por el Gobierno surafricano del apartheid entre 1960 y 1994. Es el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense (EAAF), la organizaci¨®n a la que recurri¨® hace dos a?os la fiscal¨ªa surafricana para recuperar e identificar a los desaparecidos por causas pol¨ªticas. La dictadura de Argentina, con cerca de 30.000 muertos o desaparecidos, les hizo especialistas.
"En Argentina, la represi¨®n se caracteriz¨® por la sistematicidad", explican Claudia Bisso y Anahi Ginarte, miembros del EAAF. "En Sur¨¢frica, la represi¨®n fue muy fuerte, pero se daba desde las instituciones legales, no hubo un plan premeditado para ocultar los cad¨¢veres, por eso el n¨²mero de desapariciones es menor". El EAAF se form¨® en 1984 para identificar los restos y la causa de la muerte de los desaparecidos durante la dictadura militar argentina. Su especializaci¨®n en represaliados pol¨ªticos se extendi¨® a otros pa¨ªses y han actuado ya en m¨¢s de treinta (Bosnia, Kosovo, Congo, Chile, Croacia o Per¨² entre ellos).
Se calcula que hay cerca de 2.000 desaparecidos a manos de la represi¨®n blanca. Ya han sido exhumados 23, y 5, entregados a sus familias
Madeleine Fullard, responsable del equipo de desaparecidos de la fiscal¨ªa surafricana, explica que la presencia argentina no se debe a una falta de personal propio, "sino a que ¨¦ste no hab¨ªa trabajado nunca en violaciones de derechos humanos". Los objetivos del trabajo en com¨²n incluyen la formaci¨®n de estudiantes para constituir un equipo "que sirva a la regi¨®n y al continente".
El trabajo de Fullard se inici¨® con la Comisi¨®n de la Verdad, que se form¨® en la Sur¨¢frica democr¨¢tica en 1995, y en la que asesinos y supervivientes dieron testimonio. Los primeros pidieron amnist¨ªa, y los segundos, la verdad. Los familiares de los desaparecidos, saber. La Comisi¨®n vio 500 casos de desapariciones, de los que 150 "presentaban pistas suficientes para iniciar investigaciones", dice Fullard, quien apunta que "los desaparecidos podr¨ªan llegar a 2.000, no todos se denunciaron".
Durante 2005, la organizaci¨®n ha exhumado los restos de 23 personas. Los trabajos requirieron inspeccionar fuentes escritas (archivos, registros de defunci¨®n, autopsias) y orales (familiares, testigos, enterradores). Cinco cuerpos han sido entregados a las familias para su entierro. Bisso cuenta que el trabajo con las familias es muy cercano. Son ellos los que deben dar datos sobre los desaparecidos para su identificaci¨®n (si tuvieron enfermedades que se puedan ver en los huesos, si tuvieron accidentes, radiograf¨ªas dentales) o proveer de muestras de ADN.
El trabajo en ?frica es ligeramente diferente, seg¨²n las argentinas, porque "la concepci¨®n de la familia extensa se ampl¨ªa del n¨²cleo familiar a primos, t¨ªos, primos segundos que buscan al desaparecido igualmente". La exhumaci¨®n se sigue con la pompa requerida en los funerales africanos, y antrop¨®logos surafricanos colaboran en el proceso y explican cada paso que siguen. Bisso a?ade que los sentimientos de los familiares es siempre contradictorio, "de tristeza por corroborar la muerte y de paz por tener respuestas". La colaboraci¨®n durar¨¢ mientras el equipo de Fullard lo requiera. Ahora siguen trabajando en la identificaci¨®n de restos y tienen previstas m¨¢s devoluciones a las familias.
Una espera de 20 a?os
Nonhlanhla Dlamini, antrop¨®loga y arque¨®loga, voluntaria surafricana, explica su participaci¨®n: "Los frutos del trabajo cient¨ªfico son indirectos, y en este caso es todo lo contrario: trabajamos con familias que han esperado 20 a?os para saber y podemos ver los resultados". Y a?ade: "La devoluci¨®n de los cad¨¢veres es importante para mi pa¨ªs, ellos murieron por mi libertad".
Dlamini asisti¨® a la exhumaci¨®n de cinco tumbas del grupo Mamelodi 10, as¨ª llamado porque los desaparecidos fueron 10 adolescentes de 15 a 22 a?os, del suburbio de Mamelodi (Pretoria) que en 1986, tras ser enga?ados por un infiltrado del servicio secreto con la promesa de unirlos a la guerrilla antiapartheid, fueron secuestrados, drogados y encerrados en una furgoneta cargada de explosivos. Quedaron s¨®lo unos cuantos huesos. "Los familiares estaban contentos, agradecidos, nos daban la mano continuamente. Pensaban en una Sur¨¢frica mejor, en el futuro", dice Nonhlanhla.
El proyecto se podr¨ªa extender a Namibia, donde las fosas hablan de la guerra entre el ej¨¦rcito surafricano y las guerrillas de liberaci¨®n de la Swapo. La Sur¨¢frica democr¨¢tica ha ofrecido al pa¨ªs vecino su colaboraci¨®n porque, seg¨²n Fullard, "tenemos una responsabilidad moral, pol¨ªtica y pr¨¢ctica". El trabajo incluir¨¢, adem¨¢s, a los 120 condenados a la horca por el Gobierno del apartheid, el destino de cuyos cad¨¢veres es desconocido. Los muertos por pena capital eran propiedad del Estado. Todo un pasado por explicar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.