Demasiado tarde
El Atl¨¦tico, con Marqu¨¦s y Torres inspirados, mantiene sus escasas posibilidades europeas
Lo que le sucede al Atl¨¦tico no es tan raro. Ni tan c¨®mico. Hay gente a la que le pasa. Cuando siente que se aproxima a lo que desea, que lo tiene cerca, fracasa ininterrumpidamente hasta que nadie en su sano juicio considere en voz alta que puede conseguir sus prop¨®sitos. En ese momento vuelven a irle las cosas bien. Y, as¨ª, en un bucle infinito que no se sabe cu¨¢ndo va a terminar. Pero que para la salud de una entidad con una deuda gigantesca y una masa social que empieza a perder la paciencia conviene que sea pronto.
Ayer, cuando ya es muy improbable que sirva para tener acceso a una competici¨®n europea, el Atl¨¦tico venci¨®. Fue m¨¢s ambicioso que el Athletic, que tir¨® el partido hasta casi el pitido final. El conjunto bilba¨ªno, que plante¨® el partido con la firme intenci¨®n de empatar, retrocede algunas casillas en su intento de alejarse definitivamente de la zona de descenso, de la que s¨®lo le separan dos puntos. Tambi¨¦n Marqu¨¦s y Fernando Torres tienen algo que ver en el asunto.
ATL?TICO 1 - ATHLETIC 0
Atl¨¦tico: Leo Franco; Molinero, Pablo, Perea, Antonio L¨®pez; Galleti, Ibagaza (Gabi, m. 46), Luccin, Petrov (Valera, m. 76); Fernando Torres y Kezman (Marqu¨¦s, m. 10).
Athletic: Lafuente; Lacruz, Ustaritz, Luis Prieto, Amorebieta (Da?obeitia, m. 83), Casas; Orbaiz, Murillo; Iraola, Yeste (Tiko, m. 76) y Urzaiz (Llorente, m. 61).
Gol: 1-0. M. 83. Torres cabecea un pase de Gabi.
?rbitro: Undiano Mallenco. Amonest¨® a Perea, Amorebieta, Urzaiz y Fernando Torres.
Unos 45.000 espectadores en el Calder¨®n.
Los radicales madrile?os se ausentaron durante los primeros 45 minutos. Nadie los ech¨® de menos
Marqu¨¦s, aunque juega bastante bien al f¨²tbol, nunca ha terminado de convencer a nadie en ning¨²n lugar. Marqu¨¦s, al que el pelo ondulado se le descuelga por la espalda hasta m¨¢s all¨¢ del dorsal, no estaba "centrado", dec¨ªan. Su entorno no le ayudaba. "Una l¨¢stima", insist¨ªan. Todos le adulaban. Le susurraban que era un genio. Y Marqu¨¦s, al parecer, consideraba que esa categor¨ªa, la de genio, le daba derecho a comportarse de un modo poco adecuado para una joven promesa. As¨ª, hasta que en el pasado mercado invernal el Racing lo devolvi¨® en calidad de pr¨¦stamo al filial del Atl¨¦tico. La polic¨ªa le hab¨ªa detenido tras chocar en una c¨¦ntrica calle santanderina y dar positivo en el control de alcoholemia. Eran las cinco de la ma?ana. Pero Marqu¨¦s, por alg¨²n motivo, se encuentra c¨®modo cerca del Manzanares. Tiene 22 a?os y, aunque no es un genio, se convirti¨® en la mejor referencia ofensiva del Atl¨¦tico junto a Fernando Torres. Los chicos se entienden.
Marqu¨¦s entr¨® en el campo en el minuto 10 del primer tiempo. Kezman hab¨ªa aterrizado mal tras un salto con un defensor del Athletic. Como si la espalda de Ustaritz fuera un eje, el serbio rod¨® hasta caer violentamente al suelo desde m¨¢s de un metro de altura. Se da?¨® la regi¨®n lumbar y sali¨® directamente en camilla en direcci¨®n a una cl¨ªnica madrile?a.
Sin embargo, Ibagaza complet¨® uno de sus peores partidos como rojiblanco. Y ha hecho algunos muy malos. Es curiosa la intermitencia de Ibagaza. Y su capacidad de capitalizar en propaganda positiva su innegable talento. Cuando el Atl¨¦tico rompi¨® su racha de victorias, coincidi¨® con las ausencias por lesi¨®n de Ibazaga y Maxi. Todo el mundo achac¨® el bache a la ausencia del peque?o mediocampista. Nadie record¨® que entonces el m¨¢ximo goleador del equipo era Maxi. Y que al Atl¨¦tico le cuesta mucho hacer goles. Ibagaza regres¨® y el equipo sigui¨® perdiendo. Ayer s¨®lo estuvo en el c¨¦sped 45 minutos. Los primeros. Pero no supo aprovechar la movilidad de Marqu¨¦s ni las ganas de Torres. Gabi mejor¨® notablemente su aportaci¨®n.
Al Athletic, para crear peligro, le bast¨® con Yeste. Con todos los dem¨¢s futbolistas pendientes de defender, s¨®lo Urzaiz acompa?aba al zurdo en el ataque. Suficiente para que el equipo vizca¨ªno tuviera algunas oportunidades. El equipo dirigido por Javier Clemente jugaba muy lejos de la porter¨ªa de Leo Franco. Tres centrales le blindaban atr¨¢s y, por delante de ellos, un medio defensivo -Orbaiz- y otro central incrustado en la l¨ªnea de medios -Murillo-.
Pero a veces, porque a Yeste se le ocurr¨ªa alguna f¨®rmula m¨¢gica para hacerlo, la pelota llegaba al ¨¢rea defensiva rojiblanca. Entonces pod¨ªan colaborar en la tarea Casas o Iraola por sus bandas respectivas y Urzaiz en el remate. De hecho, dos disparos consecutivos del ariete navarro, que hab¨ªa desaparecido hasta de las convocatorias del Athletic hasta ayer, le dieron ocasi¨®n al argentino Franco de recordar a su seleccionador, Jos¨¦ Pekerman, que estaba en la grada, el magn¨ªfico estado de forma que atraviesa.
Pero Yeste fue sustituido por Tiko cuando faltaba un cuarto de hora. Torres marc¨® muy pocos minutos despu¨¦s. No hay una relaci¨®n causa efecto. Pero desde que el Athletic se qued¨® hu¨¦rfano de recursos para entrar en territorio enemigo, el Atl¨¦tico convirti¨® su dominio en un agobio constante. En esos minutos, el conjunto vasco desapareci¨® para merger casi al final, a la desesperada. En ese ep¨ªlogo del partido el Athletic tuvo dos oportunidades casi a puerta vac¨ªa y, posiblemente, a Iraola le hicieron un penalti. La ¨²ltima ocasi¨®n record¨® la tendencia al infortunio del Atl¨¦tico. Llorente se qued¨® solo con la pelota controlada en el pico derecho del ¨¢rea, pero dispar¨® demasiado alto. Las gradas del estadio Vicente Calder¨®n, de las que los seguidores m¨¢s radicales se ausentaron los primeros 45 minutos del encuentro sin que nadie les echase de menos, temblaron recordando todas las veces que la angustia final ha privado al equipo madrile?o del triunfo.
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