Jugar a las matem¨¢ticas
Una escuela madrile?a rescata del aburrimiento a alumnos que tienen especial habilidad con los n¨²meros
Cada jueves, Izar Alonso, una ni?a de 9 a?os, pasa dos horas jugando a las matem¨¢ticas. "Es divertid¨ªsimo", asegura convincente. Es la alumna m¨¢s peque?a de la Escuela de Pensamiento Matem¨¢tico Miguel de Guzm¨¢n, del municipio madrile?o de Torrelodones. Como ella, otros 50 alumnos de 10 a 15 a?os con especial talento matem¨¢tico se refugian en este proyecto para huir del aburrimiento que a veces les ocasiona el colegio. Jorge Aranda tiene 14 a?os y estaba harto de que le explicasen las fracciones cada nuevo curso desde 3? de primaria. "Me aburr¨ªa tanto en clase que dejaba de atender y acababa sacando malas notas. No es que hubiera fracasado, es que necesitaba que me explicasen cosas nuevas", dice.
Este proyecto lo sacaron adelante hace tres a?os los catedr¨¢ticos Miguel de Guzm¨¢n y Jos¨¦ Mar¨ªa Letona a imagen y semejanza de un programa que el primero ten¨ªa en marcha en la Complutense. De Guzm¨¢n falleci¨® hace un par de a?os. "Nos quedamos un poco hu¨¦rfanos, desamparados. El mejor homenaje fue bautizar a la escuela con su nombre", a?ade.
El centro acoge a ni?os con especial habilidad para las matem¨¢ticas, aunque Jos¨¦ Mar¨ªa Letona, director de la escuela, advierte de que no est¨¢ demostrada una relaci¨®n directa entre la capacidad matem¨¢tica y la inteligencia. La filosof¨ªa de esta escuela es intentar rescatar del fracaso escolar a ni?os muy brillantes y ayudarlos a fomentar esa excelencia: "Hab¨ªa estudiantes muy destacados que estaban desasistidos en su formaci¨®n. Algunos ca¨ªan en el fracaso escolar porque se sent¨ªan bichos raros. Que un ni?o brillante fracase es sangrante", explica Letona. Este proyecto educativo, gratuito para los estudiantes, se inspir¨® en los que ya estaban en marcha en escuelas de Baltimore, Hamburgo y la Universidad John Hopkins. La concejal de Educaci¨®n de Torrelodones -el municipio de la Comunidad de Madrid con tasa m¨¢s baja de fracaso escolar-, Reyes Quint¨®, cuenta que al Ayuntamiento le interesa invertir en esta escuela, donde la mitad de los alumnos son del municipio, como servicio p¨²blico: "Igual que apoyamos a los ni?os con dificultades, tambi¨¦n tenemos que prestar un servicio a los chicos con un talento especial".
Para estudiar en esta escuela hay que pasar una prueba en la que se plantean problemas de l¨®gica. A la ¨²ltima se presentaron m¨¢s de 100 alumnos de la zona. Aitor e Izar Alonso, de 12 y 9 a?os, son dos hermanos que consiguieron superarla. "Me dijeron que si pasaba la prueba podr¨ªa entrar, y la pas¨¦", explica. Se lo pasa mucho mejor all¨ª que en las clases normales de matem¨¢ticas: "Es m¨¢s de pensar que de hacer cuentas todo el rato, como en el cole, que es un rollo. Hace que tengas m¨¢s imaginaci¨®n, hay retos y problemas que resolver. Tendr¨ªan que hacer un colegio con clases as¨ª de todas las asignaturas", propone esta peque?a a la que tambi¨¦n le divierte tocar el piano, jugar al "pilla, pilla" y "a las familias".
Su hermano Aitor, que tambi¨¦n va adelantado un a?o en el instituto, ya sabe que de mayor ser¨¢ ingeniero, aunque a ¨¦l le gustar¨ªa ser escritor. Ir a pensamiento matem¨¢tico es como jugar: "Jugamos a ser detectives. Hacemos crucigramas pero con n¨²meros y mates. Somos el James Bond de los n¨²meros. Adem¨¢s, sirve para hacer ejercicio con las neuronas", dice Aitor. Jos¨¦ Luis Alonso, el padre de Aitor e Izar, cuenta que muchos jueves, si no han conseguido resolver el enigma en clase, "no cenan, ni se van a la cama, hasta que dan con la soluci¨®n". Tambi¨¦n los encuentra "m¨¢s activos mentalmente": "Piensan m¨¢s, razonan usando la l¨®gica, y eso les ayuda a estructurar la mente. En el colegio se aburr¨ªan, era demasiado mec¨¢nico, no hab¨ªa retos".
La clave, seg¨²n el director, es que el ni?o no se da cuenta de que est¨¢ aprendiendo, cree que est¨¢ haciendo pasatiempos. "Si le propongo ir escalando por una pir¨¢mide y cada escal¨®n suma dos n¨²meros hasta llegar a la cumbre llegar¨¢ sin darse cuenta de que estaba haciendo sumas", cuenta Letona, y a?ade: "Aprenden de forma m¨¢s intensa porque se divierten en el proceso".
Sin embargo, el director tiene presente lo que Miguel de Guzm¨¢n le dijo un d¨ªa: "Olv¨ªdese. No podemos formar a todos los ni?os, la soluci¨®n es ense?ar a los maestros para que ellos les eduquen". Por eso pusieron en marcha un curso de formaci¨®n de profesores al que asistieron 30 maestros de primaria y secundaria. Matem¨¢ticas para pensar est¨¢ ideado para cualquier ni?o, independientemente de su talento matem¨¢tico. "Les ense?amos trucos, historias y maneras diferentes de explicar para que ellos planteen los retos a los chicos. Los profesores explicar¨¢n m¨¢s all¨¢ de las matem¨¢ticas regladas, obtendr¨¢n mejores resultados y los ni?os lo agradecer¨¢n".
La escuela tambi¨¦n se ha propuesto crear la mejor biblioteca matem¨¢tica de la Comunidad de Madrid. De momento tienen m¨¢s de 200 vol¨²menes y est¨¢n tratando de conseguir m¨¢s ayudas privadas para seguir avanzando con esta iniciativa.
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