La Legi¨®n repele a tiros el primer ataque contra las tropas espa?olas en Afganist¨¢n
Una patrulla de reconocimiento recibi¨® la noche del s¨¢bado fuego de fusiler¨ªa al sur de Herat
Una patrulla de reconocimiento de la Legi¨®n, integrada por 25 militares, repeli¨® a tiros la noche del pasado s¨¢bado un ataque de fusiler¨ªa a unos 50 kil¨®metros al sur de la Base de Apoyo Avanzado (FSB) de Herat, al oeste de Afganist¨¢n, seg¨²n han confirmado varias fuentes militares. El ataque, en el que no hubo bajas entre los militares espa?oles y al parecer tampoco entre los agresores, es el primero que se dirige directamente contra las tropas espa?olas desde su llegada a dicho pa¨ªs, en enero de 2002, y constituye un nuevo pelda?o en la escalada de violencia.
La secci¨®n de la Legi¨®n, al mando de un oficial y a bordo de Veh¨ªculos de Alta Movilidad T¨¢ctica (Vamtac), estaba reconociendo una ruta al sur de Herat, seg¨²n las fuentes consultadas. Su misi¨®n inclu¨ªa pasar la noche del s¨¢bado al domingo en el trayecto, por lo que los militares se dispon¨ªan a vivaquear (pernoctar al raso en sacos de dormir) cuando fueron atacados con armas ligeras, probablemente fusiles Kalashnikov.
Los legionarios abrieron fuego y, tras varios minutos de intercambio de disparos, los agresores se dieron a la fuga, seg¨²n las fuentes consultadas. Por parte espa?ola, ning¨²n militar result¨® alcanzado, aunque al menos un proyectil impact¨® en un veh¨ªculo de la Legi¨®n.
Las mismas fuentes admiten que no se ha podido determinar el n¨²mero ni la identidad de los agresores. La principal duda es si ¨¦stos ven¨ªan siguiendo a la patrulla de la Legi¨®n y aprovecharon su momento de mayor vulnerabilidad -cuando los militares bajaron de los veh¨ªculos- para atacar; o si trataban de ahuyentarles de una zona en la que su presencia era especialmente inc¨®moda, tal vez una ruta del narcotr¨¢fico.
En cualquier caso, se trata del primer ataque directo contra las tropas espa?olas desde su llegada a Afganist¨¢n, en enero de 2002. Tambi¨¦n es un salto cualitativo en la escalada de violencia en la zona oeste del pa¨ªs, donde est¨¢ la Legi¨®n, hasta ahora relativamente tranquila.
Incidentes en aumento
El 20 de diciembre pasado, tres soldados italianos resultaron heridos en un ataque suicida en la carretera que une Herat con su aeropuerto, donde hay unos 300 militares espa?oles. El 20 de febrero, fue atacada con cohetes la sede del Equipo de Reconstrucci¨®n Provincial (PRT) de Farah, bajo responsabilidad de EE UU, donde se encontraban en ese momento 25 legionarios que hab¨ªan acudido a reforzar su seguridad. La misi¨®n de la Compa?¨ªa de Reacci¨®n R¨¢pida (QRC) de la Legi¨®n destacada en Herat es precisamente acudir en auxilio de los PRT de la zona oeste de Afganist¨¢n en caso de problemas.
Con la llegada de la primavera, ¨¦stos se han multiplicado: el 8 de abril, un terrorista suicida deton¨® un coche bomba en el Centro de Coordinaci¨®n Regional de la OTAN en Herat. Tres afganos murieron. Y al d¨ªa siguiente, cinco sanitarios afganos fueron abatidos en una cl¨ªnica, luego incendiada por los atacantes, en la localidad de Darrah-i-Burn, en la provincia de Badghis, bajo responsabilidad espa?ola. El ataque a la patrulla de la Legi¨®n se produjo una semana despu¨¦s, durante la noche del 15 de abril.
El acelerado deterioro de las condiciones de seguridad en el oeste de Afganist¨¢n coincide con la ofensiva que tropas de EE UU desarrollan en el este y sur del pa¨ªs, donde el pasado fin de semana mataron a 50 talibanes y a seis polic¨ªas afganos, estos ¨²ltimos por error.
Desde hace meses, los mandos militares vienen reclamando un aumento del contingente espa?ol en Afganist¨¢n, fijado ahora en un m¨¢ximo de 540 efectivos. El anterior ministro, Jos¨¦ Bono, impuso una moratoria a la petici¨®n, que s¨®lo se formaliz¨® hace dos semanas a trav¨¦s de una nota del jefe del Estado Mayor de la Defensa, Felix Sanz, en la que solicitaba al menos 140 soldados m¨¢s.
Este refuerzo, admiten las fuentes consultadas, no garantiza que no haya bajas, "pero s¨ª que se han tomado todas las medidas que recomiendan los expertos para evitarlas".
La dimisi¨®n de Bono y su relevo al frente de Defensa por Jos¨¦ Antonio Alonso ha dejado en suspenso el aumento de tropas, que debe ser sometido a la aprobaci¨®n del Congreso.
Refuerzo o retirada
Izquierda Unida lo tiene claro. Su coordinador, Gaspar Llamazares, cree que la soluci¨®n no es mandar m¨¢s tropas espa?olas a Afganist¨¢n sino retirar las que hay. El Gobierno tambi¨¦n parece tenerlo claro: la misi¨®n en Afganist¨¢n tiene el respaldo de la ONU y no puede compararse con la invasi¨®n ilegal de Irak.
Sin embargo, cada vez que los mandos militares plantean un refuerzo del contingente, su demanda se eterniza o cae en saco roto. La raz¨®n es clara: la presencia en Afganist¨¢n tiene escasa simpat¨ªa entre la opini¨®n p¨²blica, seg¨²n los expertos. La mayor¨ªa o ignora la presencia militar espa?ola en Afganist¨¢n o se opone a la misma. M¨¢s lo primero que lo segundo.
Y, sin embargo, el coste de la operaci¨®n es considerable y va en aumento. Espa?a se ha comprometido a invertir 150 millones de euros en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, al margen de los 100 millones anuales que cuesta el contingente militar. Sin contar con las bajas que ya se han producido en accidente (62 del Yakovlev y 17 del Cougar) y las que podr¨ªan producirse en combate. Para convencer a la sociedad de la bondad de la operaci¨®n, Exteriores y Defensa planean celebrar un seminario en Madrid a mediados de mayo, al que est¨¢n invitados varios ministros del Gobierno de Hamid Karzai.
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