Estatuto: finalmente nos queda el aeropuerto
Durante los ¨²ltimos meses, los ciudadanos hemos asistido, con mayor o menor pasi¨®n, al proceso de negociaci¨®n del Estatuto de Catalu?a.
Se han puesto a debate temas tan et¨¦reos y sensibles como naci¨®n, nacionalidad, patria, derechos hist¨®ricos... Temas, ciertamente, de gran calado que, como era f¨¢cil de esperar, han movido pasiones y todo tipo de versiones controvertidas hasta llegar al punto actual.
Pero al final ha llegado tambi¨¦n la hora de poner sobre la mesa un tema de tanta trascendencia estrat¨¦gica para el futuro de Catalu?a, y tambi¨¦n de Espa?a, como es el modelo de gesti¨®n del aeropuerto de Barcelona, modelo que ha demostrado fehacientemente su caducidad y su incapacidad para responder a lo que se ha de esperar que sea un aeropuerto del siglo XXI: plataforma esencial para impulsar el desarrollo econ¨®mico de un territorio.
Con las nuevas t¨¦cnicas de la producci¨®n just in time y con las necesidades de desplazamiento de muchos profesionales por todo el mundo, los aeropuertos se han convertido en los elementos de centralidad de las ¨¢reas metropolitanas modernas. Almacenes de distribuci¨®n, empresas de alta tecnolog¨ªa, consultoras y todo tipo de servicios nacen y crecen alrededor de las zonas aeroportuarias dando lugar a lo que el profesor J. Kasarda, de la Universidad de North Caroline, denomina "aerotr¨®polis".
Barcelona y su ¨¢rea metropolitana hace a?os que han comprendido la importancia estrat¨¦gica del aeropuerto. Ya en el primer plan estrat¨¦gico, aprobado en marzo de 1990, se contemplaba el objetivo de "una nueva gesti¨®n del aeropuerto, con participaci¨®n de los agentes institucionales y econ¨®micos para consolidarlo como el n¨²cleo de comunicaciones del sur de Europa".
M¨¢s recientemente, en el ¨¢mbito del primer plan estrat¨¦gico del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, la comisi¨®n estrat¨¦gica que preside Josep Miquel Abad aprueba un documento coordinado por Ignasi Rag¨¤s que contiene una propuesta concreta para desarrollar un modelo alternativo de gesti¨®n del aeropuerto.
Se trata de una propuesta perfectamente equiparable la realidad de los pa¨ªses de nuestro entorno y que incluye cinco elementos b¨¢sicos:
1. La gesti¨®n del aeropuerto corresponde a una entidad aut¨®noma que puede ser un consorcio o una sociedad mercantil.
2. Esta entidad estar¨¢ formada por el Estado -posiblemente a trav¨¦s de AENA- la Generalitat y las administraciones locales.
3. La direcci¨®n de la entidad corresponder¨¢ a un consejo de administraci¨®n profesionalizado y sin participaci¨®n pol¨ªtica. La representaci¨®n de las administraciones y de los sectores econ¨®micos vinculados al aeropuerto se llevar¨¢ a cabo a trav¨¦s de un consejo general o junta de accionistas con las competencias para aprobar los planes estrat¨¦gicos, los planes de actuaci¨®n y los presupuestos.
4. En el marco de la normativa general espa?ola y europea, esta entidad tendr¨¢ capacidad para dise?ar y aplicar la pol¨ªtica comercial, gesti¨®n de slots y pol¨ªtica de inversiones y de endeudamiento, as¨ª como las alianzas estrat¨¦gicas que crea conveniente establecer con otros operadores.
5. Las funciones de ayuda a la navegaci¨®n y control del espacio a¨¦reo, ordenaci¨®n del tr¨¢fico y otros servicios, como aduanas, polic¨ªa y seguridad exterior, corresponder¨¢n al Estado.
Esta propuesta -cuyo desarrollo completo puede verse en www.bcn2000.es- est¨¢ aprobada y consensuada por las principales instituciones p¨²blicas y privadas del ¨¢rea metropolitana de Barcelona: Generalitat, ayuntamientos, Diputaci¨®n, consejos comarcales, C¨¢mara de Comercio, C¨ªrculo de Econom¨ªa, Foment del Treball, CC OO, UGT, Universidad de Barcelona, Fira de Barcelona, Autoridad Portuaria, Consorcio de la Zona Franca y AENA.
Es dif¨ªcil que en alg¨²n otro tema de esta importancia estrat¨¦gica se consiga tal unanimidad de criterios. Y no precisamente derivados de grandes debates filos¨®ficos, sino de un trabajo serio, razonado e impecable. ?Por qu¨¦, si no, se llega a esta propuesta?
En estas circunstancias y con estos antecedentes, resulta especialmente importante llegar al final de la negociaci¨®n estatutaria con este tema b¨¢sico resuelto. No es una cuesti¨®n de distribuci¨®n de poder. Se trata, simplemente, de comprender que la sociedad ha cambiado, que el motor de la econom¨ªa ha pasado de la v¨ªa f¨¦rrea a la v¨ªa a¨¦rea y que una gesti¨®n eficaz requiere modelos que ya est¨¢n inventados.
Francesc Santacana es coordinador general del Plan Estrat¨¦gico Metropolitano de Barcelona
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.