"El 'Quijote' es un verdadero festejo de inteligencia y audacia"
Est¨¢ nervioso por recibir el viernes el Premio Cervantes, galard¨®n que nunca hubiese imaginado que pudiera llegar a sus manos, y emocionado porque el pasado viernes, reci¨¦n llegado a Espa?a, conect¨® un televisor y vio un documental sobre la II Rep¨²blica Espa?ola que le hizo recordar a los hombres y mujeres que vivieron el exilio en M¨¦xico y le ense?aron "a amar la literatura". "Llor¨¦ cuando aparecieron en mi memoria recuerdos entra?ables y al contemplar c¨®mo hace 75 a?os en este pa¨ªs se vivi¨® una libertad que se perdi¨® con la Guerra Civil y la dictadura, y luego se tard¨® a?os en conquistar de nuevo". Sergio Pitol (Puebla, M¨¦xico, 1933) busca en su memoria las palabras exactas que quiere transmitir en su af¨¢n de que las frases que pronuncia tengan la estructura y el sentido de lo que llega a su mente. Este inagotable escritor, traductor, investigador de la lengua, que vivi¨® en ciudades como Belgrado, Varsovia, Roma, Pek¨ªn, Par¨ªs, Budapest, Mosc¨² y Barcelona (entre 1969 y 1972), se convertir¨¢ en el tercer mexicano en recibir el Cervantes, tras los galardones concedidos a Octavio Paz (1981) y a Carlos Fuentes (1987).
"Creo que la literatura, la lectura, fue lo que me salv¨® de la p¨¦rdida de mi familia y de mi larga enfermedad"
"Los intelectuales espa?oles del exilio me transmitieron sus ideales de vida y de libertad"
Pregunta. ?A qui¨¦n va dirigido el discurso que tiene previsto pronunciar?
Respuesta. Me ha costado elaborarlo m¨¢s de lo que en un principio pod¨ªa imaginar. He escrito mi discurso en honor y por respeto a mis maestros del exilio espa?ol. Yo y toda mi generaci¨®n les debemos much¨ªsimo a todos ellos; es m¨¢s, soy escritor por las lecciones que me dieron. Tambi¨¦n habr¨¢ referencias a autores mexicanos como Alfonso Reyes, entre otros.
P. ?Qui¨¦nes fueron esos maestros?
R. Aquellos que supieron transmitirme sus ideales de vida y de libertad, como Mar¨ªa Zambrano, Jos¨¦ Bergam¨ªn, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Max Aub, Le¨®n Felipe. Fueron maestros de lujo. Ellos me dieron dimensiones universales, me dieron la lecci¨®n primera de amor a la Espa?a a la que ellos pertenec¨ªan. Los escritores mexicanos nos acercamos mucho a los espa?oles porque a trav¨¦s de sus tertulias nos met¨ªan en un mundo incre¨ªble para nosotros que est¨¢bamos empezando a embarcarnos en la literatura.
P. ?Qu¨¦ sentido tiene hoy para usted la palabra?
R. El lenguaje es el principio de toda forma literaria. El lenguaje es una materia sobre la que modelamos, pero para que un poema o un cap¨ªtulo en prosa llegue a ser literatura hay que sentir, intuir el alma de la lengua, y ese impulso es lo que impide que la palabra se torne mec¨¢nica y se vuelva gris.
P. Ha realizado traducciones de grandes escritores. ?Qu¨¦ tiene el espa?ol para resultarle tan atractivo?
R. Es una de las lenguas m¨¢s formidables que existen desde las primeras palabras que se conocen. Se puede decir que casi desde su nacimiento tiene una personalidad, un ritmo, una penetraci¨®n en el conjunto que resulta impresionante. El medievo en Espa?a es ya magistral -Cantar del M¨ªo Cid; Coplas a la muerte de mi padre, de Jorge Manrique; La Celestina-. Esas obras son ya joyas que no se hab¨ªan dado en otras lenguas. Y a?os m¨¢s tarde llega Cervantes con su Quijote, y eso es ya un verdadero festejo de inteligencia y de audacia y de una presencia human¨ªstica sin parang¨®n. Es imposible que en la literatura se d¨¦ un caso igual. El Quijote es todav¨ªa hoy, como construcci¨®n, una obra contempor¨¢nea. Cervantes se sirve de las novelas de caballer¨ªa, pastoril y picaresca, utiliza todos esos g¨¦neros para cohesionarlos y darles un dinamismo que nunca hab¨ªa tenido la novela en ning¨²n pa¨ªs. Esos tres g¨¦neros est¨¢n en el sustrato de la lengua y de la trama, pero tambi¨¦n ha creado otras formas diferentes porque es una novela en la que los personajes principales son casi locos. El Quijote, de repente, discurre por temas literarios, acad¨¦micos, filos¨®ficos y morales, y la estructura de la novela es un monumento a la innovaci¨®n, a la imaginaci¨®n, porque dentro de ¨¦sta hay 10 o 12 peque?as novelas que, en algunos casos, no tienen ning¨²n punto de encuentro o cercan¨ªa con la trama principal.
P. Vivi¨® una ni?ez triste, la p¨¦rdida de sus padres y la enfermedad que le tuvo postrado durante cinco a?os en la cama. ?Su refugi¨® fueron los libros?
R. Con el paso del tiempo pienso y creo que la literatura, la lectura fue lo que me salv¨®. Conocer entre mis libros mundos diferentes, llenos de aventuras, sobre todo, me hac¨ªa tener la concepci¨®n de que lo que narraban los libros era el mundo real y que cuando yo estuviera sano iba a tener la posibilidad de conocer esas vidas y participar con los personajes en las historias que ve¨ªa escritas.
P. Parece que parte de esas aventuras s¨ª las lleg¨® a conocer, si se tiene en cuenta que 28 a?os de su vida los pas¨® viajando.
R. Todo lo que he vivido en los distintos pa¨ªses por los que he ido recalando ha resultado emocionante, y de todos los lugares por los que pas¨¦, desde China a Mosc¨², saqu¨¦ experiencias apasionantes. En junio vuelvo a China, donde se acaban de publicar dos de mis libros, El arte de la fuga y Vals de Mefisto. No s¨¦ qu¨¦ tal resultar¨¢ la aventura, porque los libros que escribo son diferentes y un poco dif¨ªciles, y muy distintos a lo que estaban acostumbrados a leer los chinos. Tengo curiosidad por ver qu¨¦ pasa. Hace una semana vi una noticia en la que se ve¨ªa en Shanghai una cola impresionante de j¨®venes que estaban a las puertas de una librer¨ªa esperando a que subiesen la persiana porque ese d¨ªa sal¨ªa a la venta Lolita, de Vlad¨ªmir Nabokov. En la China que yo visit¨¦ eso era impensable.
P. Ha escrito en pr¨¢cticamente todos los g¨¦neros literarios y ahora est¨¢ embarcado en la aventura de una nueva novela.
R. Me gusta cambiar para no aburrirme. Estoy en el proceso de tomar notas para escribir una historia que se desarrolla en M¨¦xico, en la segunda mitad del siglo XIX. Tengo muchas notas que voy tomando a mano y creo que puede resultar bastante graciosa, pero todav¨ªa no la tengo montada. Cuando yo escribo, no s¨¦ por qu¨¦, tiendo a hacer trilog¨ªas. Y ah¨ª est¨¢ lo que los editores llaman Tr¨ªptico de Carnaval, formado por las novelas El desfile del amor, Domar a la divina garza y La vida conyugal, cuando deseo seguir en esa misma l¨ªnea siento que me estoy autocopiando, que el ritmo, la palabra acuden a m¨ª de forma mec¨¢nica; entonces tengo que pasar a otro g¨¦nero. En mis ratos de ocio durante este a?o he ido imaginando el discurso que tengo que pronunciar el viernes y he tenido que repasar todas las ¨¦pocas de mi vida.
P. ?Qu¨¦ momentos han acudido con mayor intensidad a su memoria?
R. Sobre todo los vividos durante la ni?ez. He recordado los libros que le¨ª en esa etapa de mi existencia y siento que la literatura ha dado unidad a todos mis trabajos y a las circunstancias de mi vida. He recibido muchos premios a lo largo de mi carrera, los mayores de M¨¦xico, pero para m¨ª el Cervantes es algo inmenso, es como el Nobel.
P. ?Por qu¨¦ sinti¨® la necesidad de traducir algunas de las obras que iba leyendo?
R. Cuando tienes la posibilidad de leer un libro muy bueno, fascinante, extraordinario, y descubres c¨®mo est¨¢ hecho, tienes la necesidad de transmitirlo a la lengua que es tuya. Cuando decido traducir obras de James o Conrad ves c¨®mo ellos construyeron la casa y al traducirla contemplas las distintas piezas de alba?iler¨ªa que cada uno utiliz¨®.
P. Con el dinero de uno de los ¨²ltimos premios que logr¨® se instal¨® una pantalla de cine en su casa por la gran afici¨®n que siente por el s¨¦ptimo arte. ?Ha pensado qu¨¦ va a hacer con los 90.180 euros del Cervantes?
R. Algo ya se me ha ocurrido. Pertenezco a una asociaci¨®n de protecci¨®n de la naturaleza en Xalapa (M¨¦xico), el pueblo en que vivo desde 1993, y una cantidad la destinar¨¦ para ellos. El resto, todav¨ªa no lo s¨¦.
Babelia
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