Los nuevos hospitales de Madrid
El autor asegura que se ha apostado por un incremento muy moderado de las camas hospitalarias y critica que se opte por la gesti¨®n privada de los nuevos centros. Seg¨²n ¨¦l, son m¨¢s caros y registran mayor mortalidad.
En Madrid se ha iniciado la construcci¨®n de ocho nuevos hospitales utilizando f¨®rmulas en la mayor¨ªa de los casos novedosas en Espa?a, y que son una copia de la iniciativa de financiaci¨®n privada (PFI) ensayada en el Reino Unido. Para analizar la situaci¨®n convendr¨ªa tener en cuenta varias cuestiones.
Las necesidades hospitalarias de Madrid. Aunque Madrid ha sido tradicionalmente una de las comunidades aut¨®nomas mejor dotadas en el terreno hospitalario, la realidad es que las cosas han cambiado bastante en los ¨²ltimos 20 a?os. Por un lado, se ha producido un incremento muy notable de la poblaci¨®n, con ritmos que superan desde 2000 los 200.000 habitantes al a?o, lo que ha roto todas las previsiones que se hac¨ªan respecto a dotaciones asistenciales en los a?os noventa; por el otro, la pol¨ªtica de los Gobiernos del PP en Madrid ha sido la negaci¨®n y/o ocultaci¨®n de la realidad, y en las legislaturas anteriores no se hab¨ªan considerado las necesidades de camas hospitalarias (es famoso un consejero que asegur¨® que en Madrid sobraban camas para atender incluso a otros pa¨ªses); y, por fin, la dotaci¨®n de la mayor¨ªa de las otras comunidades ha crecido de manera muy significativa, reduciendo la diferencia.
La rectificaci¨®n del proceso es sumamente dif¨ªcil con el Gobierno regional actual
As¨ª las cosas, las cifras oficiales hablan de unas tres camas por cada 1.000 habitantes en Madrid (la media de Espa?a es cuatro, y la de la UE, de 7,8), que son 2,38 si nos referimos a camas p¨²blicas. Estas cifras est¨¢n sobrestimadas, porque no tienen en cuenta los ¨²ltimos aumentos de poblaci¨®n y contabilizan las camas del Ministerio de Defensa, que, como es conocido en su gran mayor¨ªa, no pueden ser utilizadas por el conjunto de los ciudadanos. Seg¨²n el n¨²mero de camas por cada 1.000 habitantes, Madrid ocupaba el noveno lugar en Espa?a, que se convert¨ªa en el s¨¦ptimo en cuanto a camas de utilizaci¨®n p¨²blica, y en el d¨¦cimo en camas de titularidad p¨²blica, o el sexto en camas de cr¨®nicos.
Parece claro que en estas circunstancias se precisaba un importante esfuerzo para normalizar la situaci¨®n incrementando de una manera neta el n¨²mero de camas hospitalarias de la regi¨®n, que son una de las causas de las listas de espera y de las situaciones de falta de camas y enfermos en los pasillos que se producen todos los a?os en los picos de enfermedad. No obstante, parece que no va a ser as¨ª, puesto que se ha apostado por un incremento muy moderado de las camas hospitalarias, menor a¨²n si se tiene en cuenta que el crecimiento poblacional no parece que vaya a frenarse en los pr¨®ximos a?os, y que hay una tendencia a disminuir el n¨²mero de camas instaladas por centro (algunas fuentes calculan que en los pr¨®ximos a?os habr¨¢ una disminuci¨®n de 2.000 camas en los hospitales actuales).
Los problemas de los nuevos centros. Los nuevos centros presentan tres tipos de problemas:
1. Capacidad insuficiente. Los ocho hospitales previstos no parece que vayan a solucionar este problema de falta de camas, porque est¨¢n planteados con una ratio de camas por cada 1.000 habitantes que es claramente insuficiente, como puede verse en la tabla adjunta, que est¨¢ hecha con datos del censo de poblaci¨®n de 2003, con lo que es evidente que el d¨ªa que se abran los nuevos hospitales estar¨¢n ya saturados y sobrepasados por la demanda asistencial.
Adem¨¢s, de acuerdo con el n¨²mero de camas, y con la excepci¨®n del hospital de Majadahonda, est¨¢n concebidos como grandes centros de urgencias con espacios m¨ªnimos para la hospitalizaci¨®n, que b¨¢sicamente se dedicaran a clasificar y estabilizar a los enfermos importantes antes de derivarlos al centro de referencia, adem¨¢s de cirug¨ªa poco complicada y hospital de d¨ªa. La relaci¨®n de especialidades que, seg¨²n la Consejer¨ªa de Sanidad, van a tener estos centros debe referirse en la mayor¨ªa de los casos a consultas externas.
2. Modelo de gesti¨®n. El modelo de gesti¨®n planteado tiene dos versiones. La mayor¨ªa van a ser centros realizados con el modelo PFI (aqu¨ª llamado concesi¨®n de obra p¨²blica), que supone que el centro va a ser gestionado en paralelo por dos empresas (una, que se hace cargo de los servicios directamente asistenciales, y otra, de los no asistenciales, aunque, como es bien conocido, la diferencia es m¨¢s bien te¨®rica que real); uno (Valdemoro) ser¨¢ una concesi¨®n administrativa en su totalidad con gesti¨®n exclusivamente privada.
?Qu¨¦ problemas se plantean? Son bien conocidos y est¨¢n referidos en numerosos trabajos de la literatura. Los centros privados son m¨¢s caros, tienen mayor mortalidad y morbilidad, ajustando los casos por gravedad de la patolog¨ªa atendida; tienen plantillas m¨¢s escasas y presentan mayores problemas de insatisfacci¨®n de los profesionales m¨¦dicos y de enfermer¨ªa; presentan elevados costes administrativos y practican la selecci¨®n de riesgos (JAMC, 2004). En Espa?a, el modelo de fundaciones tambi¨¦n ha demostrado sus insuficiencias (Gaceta Sanitaria, 2004; Rev Ad San, 2005).
En cuanto al modelo de las PFI, la Asociaci¨®n de M¨¦dicos Consultores del National Health Service (NHSCA) ha realizado una evaluaci¨®n en la que se?alan que hay mayores costes, una reducci¨®n del n¨²mero de camas (38% de promedio), una gran inflexibilidad con dificultad para adaptaci¨®n a las nuevas necesidades, peores condiciones de trabajo (menos plantillas y menores salarios), peores est¨¢ndares de calidad en la construcci¨®n, descoordinaci¨®n como resultado de la divisi¨®n de las lealtades y responsabilidad, e incremento de las infecciones nosocomiales porque fallan las normas de esterilidad e higiene.
3. Costes excesivos. Por otro lado, el coste de la operaci¨®n es extraordinariamente elevado. La Comunidad de Madrid se hipoteca durante 30 a?os pagando unas cantidades que exceden con mucho las de los intereses bancarios, en el caso de que hubiera pedido un cr¨¦dito para la construcci¨®n de los mismos, y no digamos de los intereses del Banco de Cr¨¦dito Hipotecario. En el Reino Unido, en los hospitales PFI s¨®lo durante los dos primeros a?os, los costes de las empresas superan los pagos de la Administraci¨®n, el tercer a?o se equilibran y a partir del s¨¦ptimo a?o todo son beneficios (unos 15.000 millones de libras). En Madrid, los beneficios ser¨¢n tremendos, ya que se va a pagar como m¨ªnimo cuatro veces el precio de la construcci¨®n. No hace falta pensar mucho para entender qui¨¦nes son los beneficiados y cu¨¢les son los motivos, en nada relacionados con la salud, que sustentan esta operaci¨®n de privatizaci¨®n, que es posible que se ampl¨ªe, adquiriendo las empresas privadas la totalidad de la gesti¨®n de los centros. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta la hipoteca que pesa sobre la pol¨ªtica y la planificaci¨®n sanitaria durante los pr¨®ximos 30 a?os.
En resumen, estamos ante una operaci¨®n que no responde a las necesidades de asistencia hospitalaria de los madrile?os, que tiene problemas muy serios de gesti¨®n comprobados en otros pa¨ªses donde se han realizado operaciones similares, que privatiza una parte de la asistencia sanitaria y que tiene unos costes muy elevados. Parece que la rectificaci¨®n del proceso es sumamente dif¨ªcil con el Gobierno regional actual y precisa, por tanto, de un cambio en los intereses y en las prioridades del mismo.
Marciano S¨¢nchez Bayle es m¨¦dico y presidente de la Asociaci¨®n para la Defensa de la Sanidad P¨²blica de Madrid.
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