Construyendo la sostenibilidad
Asegura el autor que nuestro pa¨ªs tiene los mimbres necesarios para estar entre los cumplidores de Kioto.
Las palabras corren el riesgo, con el uso y abuso, de convertirse en c¨¢scaras vac¨ªas. En m¨¢scaras. Por eso conviene traer al presente el eco de su contenido esencial, el mensaje que late en su interior, el anhelo que se cobija entre sus vocales y consonantes. Las palabras hay que actualizarlas para que revivan en nuestro espacio mental y aniden en nuestro coraz¨®n palpitante. Para que alimenten nuestras visiones y nos ayuden a transformar positivamente la realidad.
La sostenibilidad es una palabra manoseada y trivializada hasta la nausea. Sin embargo, su fuerza radica en que nos puede ayudar a repensar hondamente nuestro presente. El desarrollo sostenible habla de nuestra aspiraci¨®n brumosa y poco articulada, pero real, a firmar la paz con la naturaleza. Porque la p¨¦rdida de nuestra conexi¨®n esencial, vital, con la naturaleza forma parte de la herida original. Naturaleza o civilizaci¨®n es un falso dilema. Si nos lo planteamos de esa manera, nuestra civilizaci¨®n tecno-industrial global caminar¨¢ indefectiblemente hacia su propia autodestrucci¨®n.
El transporte es una actividad que desde el punto de vista ambiental est¨¢ en gran medida fuera de control
La sostenibilidad es un concepto destinado a despertarnos de la ilusi¨®n de creer que estamos por encima de la materia primordial, del agua y del barro, del lodo, la savia y los minerales. Despertarnos al hecho irreductible que somos criaturas biol¨®gicas, animales humanos, que hemos crecido y nos hemos desarrollado aliment¨¢ndonos de los mismos frutos, bebiendo el mismo agua, respirando el mismo aire, disolvi¨¦ndonos en el mismo polvo que el resto de criaturas biol¨®gicas que caminan y vuelan y nadan junto a nosotros en esta Tierra. Nuestra cosmovisi¨®n insiste, sin embargo, que la naturaleza es lo qued¨® atr¨¢s. Nosotros somos ya cultura, civilizaci¨®n. Pero al desconectar nuestra visi¨®n de la realidad biol¨®gica y ecol¨®gica que nos soporta y nutre, perdemos el hilo de Ariadna que nos permitir¨ªa salir de la grave crisis global que hemos desencadenado en la Biosfera.
Sostenibilidad es el eco de una txalaparta antigua que suena en los valles de nuestra memoria profunda para recordarnos que somos criaturas que han de saber reconocer y respetar unos l¨ªmites. Que vivimos de los recursos que nos dan la tierra y el mar. Que necesitamos aire limpio para respirar, agua sana para beber y alimentarnos, territorio natural y paisajes para expandir nuestras miradas. Que si no nos ponemos l¨ªmites a nosotros mismos nos volvemos criaturas caprichosas, cortoplacistas, ego¨ªstas.
La sostenibilidad nos recuerda que existe un pacto no escrito entre generaciones por el que ninguna puede apropiarse y dilapidar el tesoro de la vida como si fuese la ¨²nica depositaria del mismo. Que nosotros tambi¨¦n estamos de paso. Que antes que nosotros han caminado por estos senderos diez mil generaciones de hombres y mujeres. Que nuestros hijos y sus descendientes ser¨¢n portadores de sus propios sue?os y que es nuestra obligaci¨®n cuidar con esmero el espacio en el que han de realizarlos.
En el Pa¨ªs Vasco la sostenibilidad es un arco que comienza a tensarse con vigor. Cada vez son m¨¢s las manos que ayudan a empu?arlo. En la ¨²ltima d¨¦cada los avances han sido notables. Se han dado pasos importantes en la formulaci¨®n de leyes; en la elaboraci¨®n de pol¨ªticas; en la planificaci¨®n; en la informaci¨®n y el conocimiento de cu¨¢les son los principales problemas, de d¨®nde surgen y hacia d¨®nde apuntan las soluciones. A modo de ejemplo, la industria lleva ya unos a?os haciendo una parte significativa de sus deberes ambientales, aunque todav¨ªa le quede un largo camino por recorrer.
En el Pa¨ªs Vasco el reto de la sostenibilidad requiere que en el plazo de una generaci¨®n hayamos transformado cualitativamente la manera en que nuestro desarrollo econ¨®mico y social se integra con el medio ambiente y el medio natural. La Estrategia Ambiental Vasca de Desarrollo Sostenible 2020 es una herramienta de planificaci¨®n que apunta en esa direcci¨®n. Fue aprobada en 2002 y ahora est¨¢ siendo actualizada. Para ello numerosos agentes sociales y econ¨®micos han sido convocados, con la intenci¨®n de informar, recoger opiniones, consensuar inquietudes y objetivos. Para formular compromisos .
La primera preocupaci¨®n sometida a reflexi¨®n y debate tiene que ver con la preservaci¨®n del territorio de nuestro pa¨ªs. Es urgente detener el ritmo de destrucci¨®n del mismo. En los ¨²ltimos quince a?os el Pa¨ªs Vasco ha perdido suelo natural a un ritmo muy superior al de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. S¨®lo Holanda presenta peores resultados. La segunda, transformar la manera en que nos movemos y en que transportamos las mercanc¨ªas. El transporte es en la actualidad una actividad que desde el punto de vista ambiental est¨¢ en gran medida fuera de control. Congesti¨®n, ruido, contaminaci¨®n, ocupaci¨®n del suelo... las externalidades ambientales del transporte son demasiado elevadas.
La tercera, el consumo de recursos naturales. Somos todav¨ªa demasiado ineficientes. Hemos de aprender a generar m¨¢s con menos. Con menos materiales, con menos energ¨ªa, con menos territorio, con menos agua, con menos residuos, con menos emisiones. Especialmente hemos de ser creativos y audaces ante el reto energ¨¦tico que aparece en el horizonte. Ser capaces de protagonizar en los pr¨®ximos a?os una revoluci¨®n en la eficiencia y el ahorro energ¨¦ticos, en el cambio de nuestros combustibles.
La cuarta, el cambio clim¨¢tico. El Pa¨ªs Vasco tiene que presentar sus deberes hechos ante la cita de Kioto. Hemos de ser parte de la soluci¨®n y no s¨®lo del problema. Hay que dar un vuelco a los actuales malos resultados de emisiones de gases de efecto invernadero. Este pa¨ªs tiene los mimbres necesarios para estar entre los cumplidores de Kioto, pero necesita de un fuerte liderazgo pol¨ªtico al m¨¢s alto nivel para conseguirlo. Finalmente, hay que conocer, proteger, cuidar, nuestra biodiversidad y nuestros paisajes. Esos son los grandes temas en los que este pa¨ªs se juega, aqu¨ª y ahora, su camino hacia la sostenibilidad, esa palabra cargada de esperanza que hemos de conseguir entre todos que no se quede convertida en una c¨¢scara vac¨ªa.
Antxon Olabe es economista ambiental
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