El Banco Mundial recomienda a Rabat que profundice las reformas
Un informe advierte a Marruecos del riesgo de una explosi¨®n social
Mantener el actual statu quo en materia econ¨®mica es una opci¨®n arriesgada para las autoridades de Rabat. Puede desembocar en una crisis social. Con el t¨ªtulo Promover el crecimiento y el empleo mediante la diversificaci¨®n productiva y la competitividad, el Banco Mundial acaba de publicar un amplio informe sobre Marruecos en el que formula esta advertencia. Marruecos est¨¢ sentado sobre una "bomba social", constata el diario L'Economiste, de Casablanca, af¨ªn al mundo empresarial.
"El crecimiento de la poblaci¨®n activa marroqu¨ª rebasa el 3% anual mientras que la tasa de paro oficial permanece estancada en el 11%", pero hoy d¨ªa el 90% de los parados vive en las ciudades mientras que hace 20 a?os s¨®lo el 50% resid¨ªa en las grandes urbes. Cerca del 60% de los 30 millones de marroqu¨ªes est¨¢n ya urbanizados.
Cuantos m¨¢s diplomas se tienen y m¨¢s joven se es -el paro afecta sobre todo a la franja de entre 15 y 34 a?os-, m¨¢s dif¨ªcil resulta encontrar trabajo en Marruecos. El 35% de los universitarios est¨¢ en paro -un 3% m¨¢s que los bachilleres-, mientras que s¨®lo el 11% de los obreros sin estudios primarios est¨¢ desocupado.
Entre 2000 y 2004 el crecimiento econ¨®mico alcanz¨® en Marruecos una media del 4%, pero en 2005 cay¨® al 1,6%. Para reducir el paro deber¨ªa "rebasar el 6% anual durante varios a?os", recalca el Banco Mundial.
Desde 2001 el ritmo de las reformas se acelera y se ha iniciado incluso un ciclo expansivo. Aun as¨ª, "la econom¨ªa marroqu¨ª padece un proceso de transformaci¨®n estructural demasiado lento como para poder lograr un crecimiento m¨¢s fuerte (...)". "Es una mejora significativa, pero insuficiente para responder a las expectativas de la poblaci¨®n", se?ala el Banco. De ah¨ª el riesgo de crisis social.
El informe apenas analiza, sin embargo, el efecto de "v¨¢lvula de escape" de la emigraci¨®n legal y clandestina -entre 30.000 y 100.000 j¨®venes, seg¨²n las estimaciones- que distiende el clima social. Los inmigrantes env¨ªan adem¨¢s remesas con las que viven familias enteras. Este fen¨®meno explica, probablemente, que desde principios de los a?os noventa no se haya producido ninguno de los estallidos sociales que hasta entonces salpicaban la historia del pa¨ªs.
Divergente poder adquisitivo
Sin llegar a la explosi¨®n social, Marruecos est¨¢ cada vez m¨¢s lejos de sus vecinos. La diferencia del poder adquisitivo entre ambos lados del Estrecho de Gibraltar es de uno a cinco. "Las tendencias actuales no permiten plantearse una reducci¨®n de esta diferencia", se lamenta el Banco. "En el largo plazo, la econom¨ªa marroqu¨ª se descuelga de la del resto del mundo", a?ade, aunque lo hace en compa?¨ªa de las de Argelia y Egipto.
Pese a este alejamiento, "Marruecos forma ya un mercado regional integrado" con Francia y Espa?a, que absorben m¨¢s del 50% de sus exportaciones. "Es una situaci¨®n muy similar a la de M¨¦xico antes de su adhesi¨®n al Tratado de Libre Comercio (NAFTA) con EE UU y Canad¨¢".
Los principales fallos de la econom¨ªa marroqu¨ª que hay que subsanar son, seg¨²n el Banco, la rigidez del mercado laboral, la agobiante fiscalidad que recae sobre las empresas, el tipo de cambio del dirham que perjudica la competitividad, el proteccionismo, la escasa protecci¨®n de la propiedad intelectual, el d¨¦ficit de formaci¨®n de los trabajadores y la ausencia de coordinaci¨®n entre el sector privado y el p¨²blico.
La corrupci¨®n se merece tambi¨¦n una amplia menci¨®n. Marruecos "no est¨¢ lejos de los pa¨ªses que figuran en la lista negra porque la corrupci¨®n es una aut¨¦ntica pandemia", recordaba Jos¨¦ L¨®pez-C¨¢liz, economista del Banco Mundial en Rabat.
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