El debate intelectual iran¨ª

Como cab¨ªa esperar, las conversaciones entre Europa e Ir¨¢n pr¨¢cticamente han llegado a un punto muerto, y la Uni¨®n Europea se ha sumado a EE UU en su decisi¨®n de remitir el tema de Ir¨¢n a la ONU para la aplicaci¨®n de unas posibles sanciones. Pero lo que los medios de comunicaci¨®n europeos y de otros pa¨ªses del mundo normalmente omiten son las m¨²ltiples facetas de la sociedad iran¨ª. Ir¨¢n es una yuxtaposici¨®n de paradojas y contradicciones. El pa¨ªs est¨¢ situado en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo y, sin embargo, su poblaci¨®n no es ¨¢rabe. Es predominantemente musulm¨¢n, pero chi¨ª. Es rico, pero subdesarrollado. Ha sido explotado en exceso, pero nunca colonizado. Es un mosaico ¨¦tnico como India, pero su unidad nacional es cohesiva. Y, en ¨²ltimo lugar, pero no menos importante, Ir¨¢n es uno de los pocos pa¨ªses musulmanes donde se puede encontrar una sociedad civil vital y activa.

Actualmente en Ir¨¢n, la sociedad civil es objeto de un intenso debate debido a los l¨ªmites de la responsabilidad y la descentralizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs. A los actores de la sociedad civil iran¨ª les preocupan las estructuras que median entre el Gobierno y los ciudadanos. Son tan importantes como lo eran los miembros de la sociedad civil durante el periodo comunista en Polonia y Checoslovaquia. En el Ir¨¢n actual, sociedad civil no significa dirigir una econom¨ªa de mercado independiente del Estado. La sociedad civil es una esfera alternativa de la ciudadan¨ªa que mantiene una promesa de autonom¨ªa individual m¨¢s all¨¢ de las actitudes sectarias pol¨ªticas y religiosas. M¨¢s que un mero "sector voluntario" o "caritativo", la sociedad civil iran¨ª es un "sector ¨¦tico". Es un esfuerzo diario por sentirse m¨¢s c¨®modo como ciudadano en contraposici¨®n a formar parte de una sociedad organizada sobre una base teol¨®gico-pol¨ªtica. La responsabilidad moral de los miembros de la sociedad civil iran¨ª, por su funci¨®n de dar significado a lo que no existe, es mayor que en cualquier otra ¨¦poca.

Durante los ¨²ltimos 15 a?os, el papel de los intelectuales ha sido crucial para aportar aire fresco a la sociedad civil iran¨ª. Mientras que los intelectuales revolucionarios de finales de los a?os setenta y principios de los ochenta no lograron ofrecer planteamientos alternativos al discurso dominante de la revoluci¨®n iran¨ª, los denominados intelectuales religiosos de los a?os noventa intentaron replantearse el viejo enfrentamiento entre modernidad y tradici¨®n. En la actualidad, los intelectuales religiosos est¨¢n divididos en dos grupos: reformistas y neoconservadores. El grupo de los reformistas est¨¢ representado por nombres como Abdolkarim Soroosh, Mohsen Kadivar, Alavi-Tabar, Hasan Yusefi Eshkevari, Mojtahed Shabestari y otros. Los rasgos unificadores de este grupo incluyen su reconocimiento de la reforma del pensamiento isl¨¢mico, la democracia, la sociedad civil y el pluralismo religioso, y su oposici¨®n a la supremac¨ªa absoluta del faqih (jurista). El auge de los intelectuales religiosos se puede seguir a trav¨¦s de los escritos de Soroosh. La principal idea de Soroosh es que existen verdades religiosas inalterables, pero nuestra percepci¨®n de ellas sigue estando supeditada a nuestros conocimientos cient¨ªficos y filos¨®ficos. Soroosh habla sobre la posibilidad de una "democracia isl¨¢mica". Para ¨¦l, el papel del fil¨®sofo es el de conciliar religi¨®n y libertad. Insiste en la existencia de dos conceptos religiosos: el maximalista y el minimalista. Desde la perspectiva maximalista, todo debe derivarse de la religi¨®n, y la mayor¨ªa de los problemas actuales del islam provienen de esta visi¨®n. La visi¨®n minimalista implica que algunos valores, como el respeto por los derechos humanos, no pueden derivarse de la religi¨®n. En opini¨®n de Soroosh, debe prevalecer el concepto minimalista, o el equilibrio entre islam y democracia no ser¨¢ posible.

Motjtahed Shabestari est¨¢ entre los escasos intelectuales religiosos iran¨ªes que cuestionan la visi¨®n monista del islam. Seg¨²n ¨¦l, el discurso isl¨¢mico oficial en Ir¨¢n ha provocado una doble crisis. La primera se debe a la creencia de que el islam engloba un sistema pol¨ªtico y econ¨®mico que ofrece respuestas relevantes a todos los periodos hist¨®ricos; la segunda implica la convicci¨®n de que el Gobierno debe aplicar la ley isl¨¢mica como tal. A diferencia de los intelectuales reformistas, los neoconservadores de Ir¨¢n est¨¢n a favor de la preeminencia del Gu¨ªa Supremo, el faqih, y contra conceptos como democracia, sociedad civil y pluralismo. Entre ellos est¨¢n Reza Davari-Ardakani, Qolam-Ali Hadad Adel y Mehdi Golshani. El m¨¢s famoso de ellos es Reza Davari-Ardakani, quien, como fil¨®sofo antioccidental, conoce la obra de Martin Heidegger. Adopta la cr¨ªtica de Heidegger a la modernidad y le aporta una terminolog¨ªa isl¨¢mica. Rechaza el modelo occidental de democracia basado en la separaci¨®n de pol¨ªtica y religi¨®n. A Davari-Ardakani, presidente de la Academia Iran¨ª de la Ciencia, se le podr¨ªa considerar el portavoz filos¨®fico del r¨¦gimen isl¨¢mico.

Los intelectuales reformistas y neoconservadores no dominan toda la esfera p¨²blica iran¨ª. Existe una nueva generaci¨®n de intelectuales iran¨ªes que no divulgan ninguna ideolog¨ªa, pero aun as¨ª, menoscaban los principios filos¨®ficos e intelectuales del orden establecido. Esa generaci¨®n se caracteriza por intelectuales laicos posrevolucionarios como Javad Tabatabai, Babak Ahmadi, Hamid Azodanloo, Moosa Ghaninejad, Nasser Fakuhi y Fatemeh Sadeghi. Se les puede definir como "intelectuales dialog¨ªsticos", en contraste con los intelectuales revolucionarios de los a?os setenta y ochenta. La importancia conferida a la idea de que la verdad deber¨ªa replicar al poder en la constituci¨®n del nuevo espacio intelectual iran¨ª revela las afinidades de esta generaci¨®n m¨¢s joven con el ideal del pluralismo de valor. Este pluralismo de valor plantea la cuesti¨®n de Occidente como el "otro". Estos actores de la sociedad civil iran¨ª creen que la urgencia pol¨ªtica e intelectual del encuentro iran¨ª con el mundo global exige un intercambio entre culturas. Al ayudar a mantener ese intercambio dialog¨ªstico con la modernidad y Occidente, la nueva generaci¨®n de intelectuales se est¨¢ librando del chantaje del "a favor o en contra de Occidente".

El estar a favor o en contra de Occidente ya no es el problema. El verdadero problema es qui¨¦nes somos nosotros. Y no podemos responder a esa pregunta sin sentirnos parte del mundo y responsables de lo que ocurra en ¨¦l. Por tanto, la idea de responsabilidad es lo que m¨¢s importa en la sociedad civil iran¨ª. Veintisiete a?os despu¨¦s de la revoluci¨®n de Ir¨¢n, la contribuci¨®n caracter¨ªstica de su sociedad civil no es c¨®mo elegir entre moralidad y pol¨ªtica, sino c¨®mo forjar una pol¨ªtica de la responsabilidad, ya que, en su ausencia, s¨®lo habr¨ªa falsedad.

Ramin Jahanbegloo es fil¨®sofo iran¨ª. Traducci¨®n de News Clips.