Escalofr¨ªo en la campi?a

La nueva novela de Carme Riera, El verano del ingl¨¦s, como suced¨ªa en la anterior, La mitad del alma, tambi¨¦n est¨¢ narrada en primera persona. Pero el perfil sociol¨®gico de esta narradora nada tiene que ver con aqu¨¦lla, que era novelista. Este detalle no es menor, dado que colabora no poco en el dibujo de alguien a quien tenemos que poner mucha atenci¨®n por la escalofriante naturaleza de su relato. Carme Riera no esconde el registro de su historia. Incluso nos da claves inequ¨ªvocas. Estamos en el territorio de la novela de suspense, con algunas pinceladas de Psicosis del maestro Hitchcock, el aire g¨®tico de Cumbres borrascosas y la ambig¨¹edad abismal de Otra vuelta de tuerca de Henry James.

El verano del ingl¨¦s nos relata la peripecia de Laura Prats, una mujer de 49 a?os que trabaja en el sector inmobiliario y que le parece mentira que haya personas que crean lo que ocurre en una novela. Su prop¨®sito inmediato, cargado de una entra?able urgencia, es aprender ingl¨¦s de una vez por todas. No saber esta lengua le ha impedido ascender en su trabajo. Su decisi¨®n es irrevocable y por ello se pone en campa?a por Internet para dar con el mejor sistema. De esta manera, acuerda con una profesora particular en la misma Inglaterra. El curso durar¨¢ un mes bajo la f¨¦rrea disciplina de Mrs. Grose. Laura se desplaza hasta el pueblo donde la espera su profesora. Desde all¨ª, Mrs. Grose y Laura se internan en una zona absolutamente aislada. La casona que albergar¨¢ a Laura indica enseguida la atm¨®sfera entre buc¨®lica y monacal que le espera. A partir de aqu¨ª la novela discurre por la din¨¢mica de toma y daca entre la profesora (descrita con envidiable iron¨ªa y sentido del humor, teniendo en cuenta que tambi¨¦n debe recordarnos a una t¨ªpica institutriz de novela g¨®tica) y la narradora. Se supone que el relato de Laura, una carta a un juez, intenta convencerlo y convencernos de que ella ha sido v¨ªctima de una atroz experiencia.

Carme Riera ha urdido una

historia en la que nunca sabremos (como nunca lo sabremos en Otra vuelta de tuerca, de la que la autora catalana extrae el nombre de su peligrosa profesora) exactamente qu¨¦ es verdad y qu¨¦ es alucinaci¨®n, simulaci¨®n, mentira o crimen. Este cometido est¨¢ cumplido con meridiana eficacia. Pero adem¨¢s, hay que destacar el dibujo de Mrs. Grose, con esa facha de ama de casa hortera cantando clavelitos, que invita a la carcajada pero tambi¨¦n a una cierta dosis de zozobra de buena ley. Esta novela parece el ejercicio de quien se impone un desaf¨ªo dif¨ªcil: escribir una novela de terror y que realmente alcance su objetivo. Lo alcanza. Y lo hace porque, entre otras bondades, lo aut¨¦nticamente verdadero que ocurre en esta novela es la obsesionante relaci¨®n entre las dos mujeres. La ligaz¨®n inquietante y a la vez algo hilarante que se establece entre ambas. Esto es parte de un oficio perfectamente conocido. Riera acierta plenamente tambi¨¦n en el uso de la lengua literaria, que no es otra que la que exige una novela breve. Breve y redonda. El verano del ingl¨¦s es un excelente divertimento. As¨ª debe leerse y as¨ª debe disfrutarse.