Sin efectos especiales
El ser humano es un animal insatisfecho que ha buscado siempre algo que complete esa sensaci¨®n carencial de la mera corporalidad. En un mundo polarizado entre el cuidado obsesivo del cuerpo y su destrucci¨®n como veh¨ªculo para engrandecerse, el alma es quien ha jugado ese papel. Entre cremas faciales y dinamita adherida al est¨®mago surgen, sin embargo, alternativas que invalidan la pretensi¨®n maniquea que desprecia y sacraliza los extremos.
Dec¨ªa Jaime Gil de Biedma, en un af¨¢n quiz¨¢s integrador, que el cuerpo es el libro donde se puede leer al alma. Pedro-Juan Valencia se suma a esta dicotom¨ªa saussuriana sosteniendo en Eclipse de cuerpo que "todos los dolores vienen del cuerpo", pero es el alma quien da cuenta de ellos.
ECLIPSE DE CUERPO
Pedro-Juan Valencia
Pre-Textos. Valencia, 2006
290 p¨¢ginas. 20 euros
Exento de cualquier ret¨®rica melosa, sin echar mano de localismos y en perfecto conocimiento del castellano, Valencia nos invita a un paseo familiar compuesto por 55 fragmentos preciosamente orquestados. Con frescura y sin lamentaciones, toma prudente distancia para conducirnos por este aprendizaje de la despedida donde la amistad, el amor, el deterioro y la muerte dibujan toda una vida. La vida de un cuerpo habitado a ratos por un alma que poco antes del final descubre esa terrible escisi¨®n y, como espectador intruso que invade el escenario, regresa s¨®lo "para observar c¨®mo se va desvencijando ese pretencioso habit¨¢culo de egolatr¨ªa y agresividad".
Eclipse de cuerpo es tambi¨¦n la historia de la pertenencia, la protecci¨®n grupal y la solidaridad del clan que subsana las limitaciones que suponen ser una persona divorciada de su parte f¨ªsica. Un distanciamiento que puede ser tambi¨¦n una fortuna, porque finalmente el cuerpo es el que huye, el que nace, quien muere.
Pedro-Juan Valencia es un escritor que prescinde de su imagen, que esconde deliberadamente su cuerpo, porque sabe que podr¨ªa ser el veh¨ªculo para desaparecer. Y se parapeta detr¨¢s de una prosa sin recovecos, navegando con paciencia por las aguas claras de la simplicidad.
La novela est¨¢ escrita en primera persona, un recurso utilizado en algunos casos como representaci¨®n de la oralidad, permitiendo la contradicci¨®n, el cabo suelto y la subjetividad. Lo ¨²nico que tenemos de la realidad son versiones, miradas particulares que contienen tanta verdad como la m¨¢s brutal de las farsas; nada m¨¢s que registros personales que encontrar¨¢n siempre una postura contraria que intente invalidarlos. Por eso la primera persona, consciente de sus limitaciones, no pretende totalizar nada. A primera vista podr¨ªa parecer un ejercicio sencillo que no precisa m¨¢s que la honestidad de hablar por uno mismo, sin embargo, la literatura supone otros registros.
Interpretar lo ajeno, travestirse, alienarse con coherencia no es tarea f¨¢cil. No basta con declarar una identidad falsa. Es necesario habitarse por otro tiempo, echar mano del desastre, la dulzura perdida o los colores m¨¢s lejanos para volverse una persona distinta. Y convencer.
A pesar de carecer de la hondura y el fraseo de una persona de casi sesenta a?os, el personaje principal de Eclipse de cuerpo cumple sin naufragar con su objetivo: contarnos una bella historia compuesta por peque?os detalles y grandes sensaciones cotidianas, un relato donde la paternidad no es m¨¢s que un "proceso visiblemente material", y en donde la muerte de la pareja se evidencia en la s¨²bita opacidad de todo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.