El sarc¨®fago, una bomba de tiempo
El derrumbe del techo del reactor averiado puede causar una nueva cat¨¢strofe ecol¨®gica
El sarc¨®fago que recubre hoy el cuarto reactor de la central de Chern¨®bil -o sea, el bloque energ¨¦tico que explot¨® hace 20 a?os- es una aut¨¦ntica bomba de tiempo, ya que, seg¨²n numerosos expertos, puede derrumbarse provocando una nueva cat¨¢strofe ecol¨®gica. Se debe tener en cuenta que en el interior del sarc¨®fago hay, seg¨²n diversos c¨¢lculos, entre 30 y 50 toneladas de combustible nuclear. El principal problema hoy es que los cient¨ªficos no est¨¢n de acuerdo en lo que hay que hacer con el cuarto reactor, con esas decenas de toneladas radiactivas, para evitar que siga representando un peligro para los habitantes de Ucrania.
"Hay muchas proposiciones cient¨ªficas, pero todas ellas en esencia se reducen a dos v¨ªas", explica Nikol¨¢i Karp¨¢n, ingeniero f¨ªsico que trabaj¨® 10 a?os en la central de Chern¨®bil, hasta 1989, y que despu¨¦s ha ocupado altos cargos relacionados con la industria nuclear. "Una: no hacer nada con el sarc¨®fago, recubrirlo con otra nueva construcci¨®n y esperar entre 50 y 100 a?os para, cuando la radiaci¨®n sea menor, elaborar un programa para desmontarlo. Y segunda: desmontar primero la cubierta del sarc¨®fago, cuya resistencia es dudosa y puede derrumbarse sobre el reactor con la consiguiente fuga de polvo radiactivo al medio", resume Karp¨¢n.
Aunque el cient¨ªfico no comparte la opini¨®n de que el estado del sarc¨®fago sea tal que corra peligro un desplome de la cubierta en alg¨²n momento, es partidario de la segunda v¨ªa por considerarla m¨¢s racional. "La tarea por ahora no es dif¨ªcil y permitir¨ªa recoger el polvo radiactivo que se ha juntado y sepultar en otro lugar los 1.700 contenedores con desechos radiactivos que fueron colocados all¨ª durante los trabajos de los tres ¨²ltimos a?os dedicados a paliar las consecuencias de la cat¨¢strofe nuclear", se?ala. Esta variante permitir¨ªa no s¨®lo poner orden en los desechos radiactivos, sino tambi¨¦n reforzar de una manera m¨¢s fiable las estructuras del cuarto reactor. Una vez desmontada la cubierta, se puede reforzar el sarc¨®fago en el tramo peligroso, hasta el nivel donde la solidez de las estructuras nadie pone en duda.
"El sarc¨®fago entonces tendr¨¢ un plazo de vida seguro de decenas de a?os. Pero si optamos por la primera v¨ªa, despu¨¦s de unos a?os -nadie con exactitud sabe cu¨¢ntos- pueden ocurrir alteraciones de la cubierta del sarc¨®fago que provoquen el derrumbe de algunas estructuras y la consiguiente fuga de polvo radiactivo", a?ade el ingeniero.
Nueva cubierta
De momento parece haber triunfado el camino que contempla la construcci¨®n de una nueva gran estructura para cubrir no s¨®lo el cuarto reactor, sino tambi¨¦n el tercero, y ello sin primero desmontar y poner orden en los desechos all¨ª acumulados, cuya radiactividad alcanza unos 30 millones de curios [unidad de medida de las radiaciones equivalente a la radiactividad emitida por un gramo de radio]. "Los expertos que estudiaron la variante aprobada recientemente -la construcci¨®n en forma de arco sobre los reactores 3 y 4- llegaron a la conclusi¨®n que desde el punto de vista tecnol¨®gico es el proyecto menos elaborado y que es potencialmente peligroso", denuncia Karp¨¢n.
El problema principal, seg¨²n este ingeniero f¨ªsico, es que esta nueva construcci¨®n que se levantar¨¢ con financiaci¨®n europea no garantiza la protecci¨®n generada por el polvo radiactivo durante el proceso de desmontaje de las construcciones, del techo del viejo sarc¨®fago y del bloque energ¨¦tico da?ado por la explosi¨®n. Adem¨¢s, tiene la desventaja de que su mantenimiento es muy caro, cerca de 250 millones de grivnas anuales (algo m¨¢s de 41 millones de euros), que es lo que m¨¢s o menos se gasta actualmente en toda la zona de exclusi¨®n (un radio de 30 kil¨®metros alrededor de la central).
Otro gran peligro es el dep¨®sito h¨²medo de combustible nuclear, que est¨¢ pr¨¢cticamente repleto y donde la ¨²nica defensa biol¨®gica contra la radiaci¨®n son tres metros de agua sobre los contenedores. Debido al retraso en la construcci¨®n de un nuevo dep¨®sito seco, a principios de a?o, y por presiones internacionales, se decidi¨® sacar el combustible utilizado de los reactores congelados y colocarlo en el dep¨®sito h¨²medo, lo que significar¨¢ superar con creces su capacidad. La radiactividad de los 16.500 contenedores sumergidos se acerca ya a los mil millones de curios.
La contaminaci¨®n en caso de accidente en el dep¨®sito de combustible ser¨ªa m¨¢s prolongada y peligrosa: hay que tener en cuenta que el combustible utilizado contiene m¨¢s de cuatro toneladas de is¨®topos de plutonio.
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