Y ahora, el d¨¦ficit de motivaci¨®n
El pasado 1 de abril, la revista British Medical Journal (BMJ) daba a conocer la descripci¨®n de una nueva enfermedad: el trastorno por d¨¦ficit de motivaci¨®n (motivational deficiency disorder o Moded). Lo que caracteriza esta nueva dolencia, identificada por cient¨ªficos australianos, es una apat¨ªa irresistible y debilitante que, en casos extremos, puede ser fatal, pues llega a reducir la motivaci¨®n de respirar. Esta desgana o pereza patol¨®gica podr¨ªa afectar a una de cada cinco personas, seg¨²n los investigadores, y su diagn¨®stico exige el uso conjunto de la tomograf¨ªa por emisi¨®n de positrones y una escala de motivaci¨®n previamente validada en atletas de ¨¦lite.
La estimaci¨®n del coste econ¨®mico del Moded asciende, s¨®lo en Australia, a unos 1.400 millones de euros anuales en concepto de p¨¦rdidas de productividad. Aunque este trastorno todav¨ªa no es bien conocido, los investigadores no dudan en afirmar que est¨¢ infradiagnosticado e infratratado. De momento carece de tratamiento farmacol¨®gico, pero un laboratorio de biotecnolog¨ªa australiano disponde de una mol¨¦cula, denominada indolebant, que est¨¢ siendo evaluada con resultados "prometedores", seg¨²n el neur¨®logo Leth Argos, de la Universidad de Newcastle en Australia. "Indolebant es eficaz y bien tolerado. Un joven que no pod¨ªa levantarse del sof¨¢ est¨¢ ahora trabajando como asesor de inversiones en Sydney", afirma Argos.
Toda esta historia del trastorno por d¨¦ficit de motivaci¨®n es pura invenci¨®n, seg¨²n aclar¨® dos semanas despu¨¦s el propio BMJ. Se trataba de una broma, la inocentada del 1 de abril (equivalente, en los pa¨ªses anglosajones, a nuestro 28 de diciembre). Algunos medios de comunicaci¨®n se la tragaron porque era perfectamente cre¨ªble. Tan veros¨ªmil que recuerda alg¨²n caso real.
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