Ir¨¢n autoriza a las mujeres a acceder a los estadios de f¨²tbol
El presidente iran¨ª, Mahmud Ahmadineyad, sorprendi¨® al autorizar que las mujeres puedan acceder a los estadios de f¨²tbol y a otras competiciones deportivas entre hombres, aunque separadas de ¨¦stos. Esa prohibici¨®n, impuesta a ra¨ªz de la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1979, ven¨ªa siendo largamente contestada por las j¨®venes. El gesto no significa, sin embargo, un giro sustancial en los derechos de las mujeres. "En contra de la percepci¨®n y la propaganda, la experiencia prueba que una gran presencia de familias y de mujeres en esos lugares p¨²blicos refuerza la castidad y la ¨¦tica", explic¨® Ahmadineyad en un correo dirigido al vicepresidente de Educaci¨®n F¨ªsica, Mohamed Ali-Abad¨ª.
Ahora tal vez pueda estrenarse dentro del pa¨ªs la pel¨ªcula Fuera de juego, en la que el director Yafar Panahi narra el intento de un grupo de muchachas, que se disfrazan de chicos, para poder asistir a un partido de la Copa del Mundo entre Ir¨¢n y Bahrein. Sin llegar a tanto, muchas ya llevaban tiempo luchando por ello. En 1997, cerca de 5.000 mujeres forzaron su entrada en el estadio Azad¨ª de Teher¨¢n para recibir a la selecci¨®n nacional de f¨²tbol tras su clasificaci¨®n para la Copa del Mundo. Desde entonces ha habido algunas excepciones.
El imperio de la 'shar¨ªa'
La noticia, sin duda bien recibida por las iran¨ªes, no deja de ser simb¨®lica. La legislaci¨®n, basada en la shar¨ªa, sigue discriminando a las mujeres en materia de matrimonio, divorcio, custodia de hijos o herencia. Su testimonio vale la mitad que el de un hombre y no pueden ser jueces.
Un aspecto visible de esa discriminaci¨®n es la obligatoriedad de respetar un c¨®digo de vestido isl¨¢mico, que exige que las mujeres se cubran la cabeza con un pa?uelo y las formas del cuerpo con un guardapolvo. Durante los a?os en que gobern¨® el reformista Mohamed Jatam¨ª (1997-2005), un ambiente social m¨¢s relajado permiti¨® que muchas mujeres urbanas cambiaran los colores oscuros y las batas largas por prendas cada vez m¨¢s ajustadas y pa?uelos m¨ªnimos de todos los colores.
El hecho de que los sectores m¨¢s conservadores se sintieran molestos con ese cambio hizo temer que, tras su llegada al poder el pasado junio, Ahmadineyad impusiera una vuelta atr¨¢s. No s¨®lo no lo ha hecho, sino que el pasado domingo intervino para calmar los ¨¢nimos ante el anuncio, por el jefe de la polic¨ªa de Teher¨¢n, de una campa?a contra las mujeres que ense?en los tobillos, lleven pa?uelos escuetos o chaquetas cortas. Ahmadineyad manifest¨® que la exigencia de que las mujeres se cubran completamente la cabeza y el cuerpo "no debe imponerse por la fuerza". Sin embargo, pocos ven en estos gestos un verdadero cambio de actitud hacia las mujeres. Queda por ver c¨®mo va a llevarse a cabo la nueva instrucci¨®n presidencial, ya que adem¨¢s de necesitar la instalaci¨®n de aseos femeninos en los estadios, requerir¨¢ habilitar entradas separadas para hombres y mujeres.
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