Ca¨ªda tras la patada hacia arriba
El arzobispo de Granada intenta frenar el segundo proceso judicial abierto en su contra
"El inter¨¦s del arzobispo es llegar a un acuerdo que, l¨®gicamente, pasar¨ªa por pagar a los autores del libro", insist¨ªa ayer una fuente del Arzobispado de Granada en relaci¨®n con la negociaci¨®n abierta entre el abogado de Francisco Javier Mart¨ªnez, el prelado granadino, y el de los autores del libro sobre la Catedral, que le demandaron por incumplimiento de contrato al ordenar que se paralizara su publicaci¨®n.
Esta fuente sostiene que los "flecos" que faltan para llegar al acuerdo se podr¨¢n solucionar con "buena voluntad". "Las dos partes quieren lo mismo: que se publique el libro", aseguran desde el Arzobispado. "Nunca se ha dicho que no se vaya a publicar, sino que se aplaza", a?ade esta fuente.
La puerta al acuerdo entre las partes la abrieron el arzobispo y su abogado, seg¨²n confirman desde el despacho que lleva la defensa de los autores de la obra (m¨¢s de una treintena de profesores de siete universidades espa?olas y una extranjera). El acercamiento iniciado por el prelado pretender¨ªa cerrar as¨ª el segundo de los procesos judiciales abierto contra Mart¨ªnez en los ¨²ltimos meses. El primero, el iniciado por el ex archivero de la catedral Javier M. M., ya ha sido admitido a tr¨¢mite por el juez y parece innegociable. Si un milagro no lo remedia, que bien podr¨ªa ser trat¨¢ndose de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, Francisco Javier Mart¨ªnez est¨¢ llamado a ser el primer prelado espa?ol que comparece ante la justicia ordinaria como presunto autor de varios delitos (acoso moral, injurias, calumnias y coacciones).
Mart¨ªnez, madrile?o de 58 a?os, est¨¢ acostumbrado a navegar en mares revueltos, aunque probablemente ni ¨¦l mismo calcul¨® que se le pudieran complicar tanto los asuntos en la capital granadina, adonde lleg¨® en el verano de 2003 impulsado por lo que popularmente se conoce como "una patada hacia arriba". De obispo de C¨®rdoba a Arzobispo de Granada. Su ascenso fue la mejor forma que encontr¨® la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica para acabar con el cisma que se hab¨ªa organizado entre Mart¨ªnez y el entonces presidente de Cajasur, el sacerdote Miguel Castillejo.
El enfrentamiento entre ambos, lento, largo y, durante a?os, silencioso, se encon¨® despu¨¦s de que se hiciese p¨²blica la existencia de una p¨®liza de 2,9 millones de euros que garantizaba al presidente de la caja el cobro ¨ªntegro de su sueldo (213.000 euros al a?o) de por vida. El obispo, que siempre se mostr¨® partidario de separar los asuntos de la caja de los de la Iglesia, env¨ªo varios escritos a Castillejo en los que le acusaba de intoxicar a la opini¨®n p¨²blica. De aquella guerra sali¨® victorioso el presidente de la caja, que se mantuvo en su puesto, mientras a Mart¨ªnez le obligaban a hacer las maletas en direcci¨®n a Granada, aunque con un ascenso bajo el brazo.
Durante aquellos a?os convulsos, Mart¨ªnez fue, por decirlo de alguna forma, la cara amable del conflicto. Un papel que perdi¨® nada m¨¢s aterrizar en Granada, donde tard¨® pocos meses en sembrar el malestar dentro y fuera de la Iglesia. Entre sus primeras decisiones, la paralizaci¨®n del libro de la Catedral. Poco despu¨¦s, la creaci¨®n del Instituto de Filosof¨ªa Edith Stein, que ha sustituido la funci¨®n que hasta hace un a?o ejerc¨ªa la Facultad de Teolog¨ªa, en la que se formaba a los seminaristas. La intenci¨®n de Francisco Javier Mart¨ªnez es que ning¨²n seminarista pueda recibir estudios "externos" hasta que no concluya los tres a?os de ense?anza que se imparten en el instituto.
Se dice de ¨¦l que es un hombre de principios de hierro. Reconocido seguidor del grupo Comuni¨®n y Liberaci¨®n, forma parte de la l¨ªnea m¨¢s dura de la Iglesia, lo que le ha llevado a posicionarse con frecuencia en temas de actualidad, la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s, el banco de c¨¦lulas madre, o la "desmembraci¨®n de la patria". Tambi¨¦n se ha enfrentado a los seminaristas granadinos, a los que ha prohibido el uso de Internet, les ha restringido el horario de televisi¨®n y les ha retirado las llaves de acceso al seminario. "Se le respeta porque es el arzobispo, pero no se le quiere", sentencia una persona cercana a c¨ªrculos cristianos de Granada.
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