La tumba hallada en el Valle de los Reyes es un almac¨¦n de momificaci¨®n

Las tinieblas del misterio se disipan, o quiz¨¢ lo que hacen es espesarse de otra manera. La ¨²ltima tumba hallada en el Valle de los Reyes, a la que ya se hab¨ªa otorgado oficiosamente la denominaci¨®n de KV 63 (KV por King's Valley y la cifra por ser ¨¦se el n¨²mero de las halladas), no es, seg¨²n las ¨²ltimas evidencias, una tumba, sino un almac¨¦n de elementos empleados en la momificaci¨®n. Los ata¨²des descubiertos en su interior que han sido ya abiertos est¨¢n vac¨ªos, y las jarras examinadas contienen material usado en el proceso de embalsamamiento, como natr¨®n (sal natural).

El descubrimiento de este recinto de 3.000 a?os, que se encuentra a escasos metros de la famosa tumba de Tutankam¨®n (KV 62), en un pozo bajo la entrada de la del oscuro rey Amenmeses (KV 10), fue anunciado el pasado febrero y entonces se especul¨® con que pudiera ser el sepulcro de personajes de la realeza.

El director del Consejo Supremo de Antig¨¹edades de Egipto, Zahi Hawass, ya modific¨® sus primeras opiniones hace unas semanas y avanz¨® que la tumba pod¨ªa ser m¨¢s bien un taller de momificaci¨®n, una habitaci¨®n usada para el complejo -material y espiritualmente- proceso de embalsamar cuerpos. Por supuesto, hablamos siempre de cuerpos de primera, de la familia real o de la alta nobleza, pues s¨®lo ellos ten¨ªan el privilegio de ser depositados en el sagrado lugar que era el valle.

Ayer, en el Museo Egipcio de Barcelona, donde se encontraba para presentar un proyecto de investigaci¨®n sobre la m¨²sica del antiguo Egipto, el egipt¨®logo Abdel Halim Nur el Din, uno de los m¨¢s prestigiosos especialistas egipcios y ex director del servicio de antig¨¹edades, se?al¨® que el recinto es "un almac¨¦n de materiales", posiblemente descartes y, por as¨ª decirlo, restos de serie, y consider¨® que hubo "mucha exageraci¨®n" en el primer anuncio del hallazgo. "Se dijo que era un cache, un escondrijo de reenterramiento de momias reales, pero se ha aclarado que ese espacio fue utilizado en realidad para guardar instrumentos del proceso de embalsamamiento", explic¨® a preguntas de este diario. "No hay momias", dijo, "pero no deja de ser un descubrimiento de gran importancia". Interrogado acerca del sentido de montar un taller de momias subterr¨¢neo tan escondido y mal ventilado -es inimaginable el agobio que producir¨ªa embalsamar, que de por s¨ª no deb¨ªa ser un muy agradable, en esas condiciones-, Nur el Din se?al¨® que el trabajo estar¨ªa vinculado a la c¨¢mara mortuoria y record¨® que "nunca se tiraba el material de momificaci¨®n". El estudioso aprovech¨® para recomendar: "No hay que apresurarse nunca en dar resultados de una investigaci¨®n hasta que no est¨¢n comprobados. Necesitamos mucho a los medios de comunicaci¨®n, pero no a costa de tergiversar la realidad". Nur el Din afirm¨® que, en contra de algunas versiones, no se ha encontrado en los objetos de la c¨¢mara ning¨²n cartucho -dibujo ovalado que contiene el nombre de los faraones y las reinas-.

Oficialmente, el descubrimiento corresponde al equipo del egipt¨®logo Otto Schaden, de la Universidad de Menphis (EE UU), aunque otras fuentes atribuyen el hallazgo previo por georradar a Nicholas Reeves, egipt¨®logo al que se le suspendi¨® el permiso de excavaci¨®n a causa de un oscuro incidente relacionado con el tr¨¢fico de antig¨¹edades.