?Es House un buen m¨¦dico?
Gregory House, el considerado mejor m¨¦dico del Hospital de la serie de ¨¦xito de la cadena Cuatro, no creemos que tenga las competencias adecuadas para ser considerado un buen m¨¦dico. Puede parecer fuerte esta afirmaci¨®n que hacemos sobre este particular y aventajado doctor que lo "cura todo", pero sus "maneras" con frases a pacientes del tipo "...?Preferir¨ªa un m¨¦dico que le coja la mano mientras se muere o uno que le ignore mientras mejora? Aunque yo creo que lo peor ser¨ªa uno que te ignore mientras te mueres..." o "... ?Est¨¢ usted naranja, imb¨¦cil! y que usted no se d¨¦ cuenta, pase, pero si su mujer tampoco ve que ha cambiado de color es mala se?al..." nos hace pensar que la empat¨ªa y la comprensi¨®n, el tener en cuenta las circunstancias individuales y personales de cada paciente o respetar la confidencialidad o intimidad del paciente, caracter¨ªsticas fundamentales de un buen profesional, House no las tiene.
En nuestra opini¨®n, se considera buen profesional de la medicina quien ofrece a sus pacientes informaci¨®n v¨¢lida y fiable, informaci¨®n actualizada, objetiva y de calidad acerca de su enfermedad, quien propone diferentes opciones de tratamiento (riesgos y beneficios de las acciones terap¨¦uticas, efectos secundarios, interacciones, etc), adem¨¢s de ofrecerles participar en las decisiones que afectan a su estado de salud junto a soluciones a los impedimentos y problemas estructurales que los pacientes perciben en el sistema sanitario...
Mientras tanto, los pacientes demandan un tipo de relaci¨®n con su m¨¦dico basado en la confianza mutua y el respeto y en el que quieren tomar parte en las decisiones que afectan su estado de salud. Seg¨²n diversos estudios, las principales expectativas de los pacientes sobre las consultas son: suficiente tiempo en la consulta, posibilidad de obtener ayudas y facilidades para seguir el tratamiento, obtener un r¨¢pido servicio en una emergencia y tener un m¨¦dico que les escuche, les d¨¦ informaci¨®n ¨²til acerca de la enfermedad y sus tratamientos y que les permita discutir conjuntamente todos sus problemas.
En la actualidad, se habla de modelo de decisiones compartidas en la relaci¨®n entre profesional sanitario-paciente donde tanto m¨¦dico como paciente intervienen (en cuanto a preferencias de tratamiento) y toman la decisi¨®n, intercambian informaci¨®n y alcanzan un consenso para la toma de decisiones compartidas, frente a un antiguo modelo paternalista, en el que los pacientes juegan un rol pasivo y el personal sanitario decide por ellos, que ha entrado en crisis en los ¨²ltimos a?os.
Existe una preocupaci¨®n creciente por avanzar hacia un modelo de relaci¨®n con los pacientes m¨¢s horizontal, donde se tengan en cuenta sus necesidades y circunstancias personales, sus expectativas y preferencias, donde pueda desarrollarse un papel m¨¢s activo y donde pueda decidir entre diferentes alternativas de tratamiento, contrastando riesgos y beneficios y en funci¨®n de lo que considere que mejora su calidad de vida.
El cambio de siglo anuncia tambi¨¦n un cambio de estilo en la relaci¨®n profesionales sanitarios-pacientes y en el papel que ¨¦stos juegan en los servicios de salud. Cualquier persona que vive la experiencia de estar enfermo, especialmente en los procesos cr¨®nicos, adquiere un nivel de conocimientos y experiencia relativos a su enfermedad, que justifica un tipo de relaci¨®n con su m¨¦dico o enfermero basado en el intercambio, la confianza mutua y el respeto, en la b¨²squeda de las mejores decisiones que afectan a su vida y a su salud.
Por tanto, frases como "Casi todo lo que prescribo es adictivo y peligroso, la diferencia es que esto es legal. Feliz d¨ªa" (a un enfermo asombrado al que ha recetado fumar), "Su madre ha sufrido un cambio de personalidad, hay que reconocerla. Mandar¨¦ a una enfermera, yo soy demasiado guapo" (al hijo de una anciana ingresada en el hospital), "La vida es un asco y la suya es peor que otras. Aunque las hay peores, lo cual tambi¨¦n es deprimente" (animando a un paciente paral¨ªtico), "O la intervenci¨®n ha ido muy bien o se la han cepillado" (junto al quir¨®fano, a una amiga de una paciente) reflejan lo que no debe ser un buen profesional de la medicina.
En definitiva, los y las pacientes consideran que la confianza en sus m¨¦dicos es un "bien colectivo", necesario para la eficacia del sistema sanitario. La confianza es un aspecto central en la relaci¨®n entre las personas y m¨¢s en la que se establece entre un m¨¦dico y sus pacientes. Tener confianza en los profesionales que les atienden, tiene un alto significado para las personas, es un valor indiscutible e irrenunciable, ya que claramente influye en su relaci¨®n y por tanto afecta a la valoraci¨®n que realizan sobre la atenci¨®n recibida y sobre el sistema sanitario en su conjunto. Por ello, House no pensamos que es un buen m¨¦dico porque cree que debe curar las enfermedades y no a las personas.
Joan Carles March, Mar¨ªa ?ngeles Prieto, Mar¨ªa Escudero, Astrid Suess son profesores de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica.
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