Figuras o figuritas
El problema de algunos toreros j¨®venes que ocupan puestos se?eros en el escalaf¨®n es que no se sabe nunca si aspiran a ser figuras o prefieren quedarse siempre en figuritas. El problema es que no dejan de ser nunca una promesa hasta que el paso del tiempo y las circunstancias los colocan en un sitio que nada tiene que ver con el que un d¨ªa so?aron ellos y todos los de su entorno.
No es que ¨¦ste sea el problema de C¨¦sar Jim¨¦nez y ojal¨¢ que nunca lo sea. Pero la reflexi¨®n parece adecuada en el an¨¢lisis de su actuaci¨®n en el segundo de la tarde, el ¨²nico de verdad de encastada nobleza y calidad en su embestida.
Era un toro de dos orejas y Jim¨¦nez s¨®lo cort¨® una y con poco peso. Y lo cierto es que tore¨® por ambas manos con aseo, el p¨²blico jale¨® su labor, y el torero miraba a los tendidos con la ¨ªntima satisfacci¨®n del artista realizado.
Torrealta / Rinc¨®n, Jim¨¦nez, Tejela
Toros de Torrealta, correctos de presentaci¨®n, muy flojos y descastados; noble y encastado el segundo; broncos quinto y sexto. C¨¦sar Rinc¨®n: estocada tendida (silencio); media tendida (silencio). C¨¦sar Jim¨¦nez: estocada ca¨ªda (oreja); pinchazo y pinchazo hondo (ovaci¨®n). Mat¨ªas Tejela: dos pinchazos (silencio); dos pinchazos y media (ovaci¨®n). Plaza de la Maestranza, 26 de abril. 11? corrida de feria. Lleno.
Pero la faena no lleg¨® a romper en ning¨²n momento; no hubo conmoci¨®n ni arrebato como exig¨ªan la codiciosa y repetidora embestida del toro. La faena, d¨ªgase de una vez, estuvo muy por debajo de las condiciones de su oponente.
?Y por qu¨¦? Porque Jim¨¦nez torea con aceleraci¨®n y escaso reposo; porque no embarca las embestidas y lleva el toro toreado, sino que prefiere acompa?ar el viaje mientras ¨¦l se pone bonito. Porque su toreo est¨¢ falto de mando. Por eso no enardeci¨® a la afici¨®n sevillana; quiz¨¢, porque prefiri¨® quedarse en figurita antes que convertirse en un h¨¦roe artista y poner boca abajo la Maestranza. Pero, cuidado, porque tardes como las de ayer, antes o despu¨¦s, pasan factura. Afront¨® con gallard¨ªa la bronquedad del quinto, pero le falt¨® enfadarse m¨¢s.
Mejor imagen ofreci¨® Tejela -otro que tampoco acaba de romper- ante el violento sexto, al que lleg¨® a someter en algunos pasajes con naturales largos y hondos, lo que le agradeci¨® la afici¨®n. Serio y muy decidido, le gan¨® la partida a su oponente, pero tampoco conmocion¨® a nadie. Valent¨®n se mostr¨® con el descastado tercero, que le ofreci¨® pocas opciones.
Lo que s¨ª demostr¨® Rinc¨®n es que no parece muy preocupado por su paso anodino por la feria. Seis toros y seis silencios. No es normal en una figura como ¨¦l. Da la impresi¨®n de que le ha abandonado la voluntad de pelea, y ha optado por el conformismo. No es torero para toros tan sosos como los de ayer. Su toreo largo, poderoso y vibrante s¨®lo es posible con el toro encastado. Pero los de Torrealta son m¨¢s c¨®modos, sin duda. Su actitud es tan comprensible como censurable.
Babelia
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