La F¨®rmula 1 del aire se adue?a de la Mar Bella, en un espect¨¢culo que ser¨¢ visto en 40 pa¨ªses
Los aviones de la Red Bull Air Race aterrizan por primera vez en territorio espa?ol
El circo de la F¨®rmula 1 del aire toma hoy la Mar Bella y sus alrededores para convertir el litoral barcelon¨¦s en un aer¨®dromo espectacular. Los ba?istas ceder¨¢n terreno a los 11 aviones de la Red Bull Air Race, una competici¨®n que premia las mejores acrobacias realizadas en un circuito cronometrado que no supera los ocho kil¨®metros. Los aviones, que vuelan a 450 metros de los edificios del frente mar¨ªtimo y a 150 de la l¨ªnea de la playa, han necesitado de un permiso especial concedido por Aviaci¨®n Civil, en coordinaci¨®n con el aeropuerto de El Prat.
Todo esto ha hecho que, estos d¨ªas, el litoral barcelon¨¦s haya modificado su paisaje. Por el paseo mar¨ªtimo, entre la Nova Ic¨¤ria y la Mar Bella, el n¨²mero de ciclistas se ha reducido y los corredores esquivan obst¨¢culos en su recorrido habitual. Su lugar, justo tocando a las obras del nuevo zoo, lo ha tomado una peque?a pista de aterrizaje y, unos metros m¨¢s adelante, en la playa del Bogatell, una torre de control que, con cinco plantas, alcanza los 18 metros. Son los s¨ªmbolos m¨¢s visibles de la Red Bull Air Race, el montaje itinerante m¨¢s grande del mundo que, por vez primera, aterriza en territorio espa?ol. Nada, ni siquiera el Tour superaba en infraestructura a este circo, compuesto por 11 aviones, con sus respectivos pilotos -algunos de los mejores del mundo-, en busca de la acrobacia m¨¢s dif¨ªcil y espectacular en el menor tiempo posible. Dicen los expertos -la primera prueba con p¨²blico tuvo lugar en 2003, en Austria, y, desde entonces, millones de personas lo siguen en todo el mundo- que es algo as¨ª como la F-1 del aire.
Y no les falta raz¨®n. Pese a las adversas condiciones meteorol¨®gicas que se han encontrado estos d¨ªas -se han suspendido entrenamientos por el fuerte viento que soplaba-, los pilotos ya han dejado con la boca abierta a los ba?istas y curiosos que, por casualidad o no, han presenciado algunos ensayos: aviones que no llegan a los 700 kilos hacen maravillas en el aire a 400 km/h. Tirabuzones, piruetas, ¨¢ngulos imposibles, requiebros a ras de suelo y de mar forman parte de la prueba, que se iniciar¨¢ hoy a las 18.30 y concluir¨¢ una hora m¨¢s tarde. En este tiempo, se disputar¨¢n dos mangas, de unos 7.650 metros, que los pilotos suelen ventilar en unos 87 segundos. Eso, si el viento lo permite. "M¨¢s que el viento, el principal problema son las olas. Si el oleaje mueve en exceso a los pilones que marcan el recorrido, podr¨ªa impedir la disputa de la prueba", apunta una fuente de la organizaci¨®n, que prefiere confiar en la mejor¨ªa que anuncian las previsiones.
Para los vecinos, la preocupaci¨®n es otra: algunos se quejan de lo cerca que los aviones pasan de sus casas. Para cualquier incidencia, la organizaci¨®n cuenta con un seguro de accidente y responsabilidad civil, adem¨¢s de con la supervisi¨®n del aeropuerto de El Prat, que marca los l¨ªmites de altitud.
Adem¨¢s de la prueba, los que se acerquen hoy al litoral podr¨¢n disfrutar de otro espect¨¢culo, el que rodea al montaje itinerante m¨¢s grande del mundo: visitar los hangares, acercarse a los aviones y a la pista construida para la ocasi¨®n -los organizadores han movido cielo y tierra, desde AENA pasando por la Administraci¨®n central y la local, para obtener los costos¨ªsimos permisos- y asistir a las exhibiciones previas a la competici¨®n, que ser¨¢ retransmitida en directo en 40 pa¨ªses. Un impresionante despliegue televisivo -cada avi¨®n lleva dos c¨¢maras y otras 16 m¨¢s captar¨¢n im¨¢genes de la prueba-, proyectar¨¢, de nuevo, la imagen de Barcelona al mundo. ?se es el principal r¨¦dito que obtendr¨¢ la ciudad, que, durante dos semanas, ha acogido a las 2.000 personas movidas por este circo espectacular. Pr¨®xima estaci¨®n, Berl¨ªn.
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