Karel Appel, pintor expresionista holand¨¦s
Fund¨® en 1948 el grupo Cobra junto con colegas daneses y belgas
La trayectoria de Karel Appel, considerado el pintor expresionista holand¨¦s m¨¢s se?alado de la segunda mitad del siglo XX, ilustra la vida del artista hecho a s¨ª mismo y en perpetua evoluci¨®n. Hijo de un barbero que quer¨ªa dejarle en herencia su oficio, su empe?o en seguir su vocaci¨®n pict¨®rica le vali¨® ser echado de casa poco antes de la II Guerra Mundial. En 1942 se matricul¨® en la Academia de Bellas Artes de Amsterdam. All¨ª trab¨® amistad con Constant Nieuwenhuis y Cornelis Beverloo, conocido luego como Corneille.
En 1944, y durante el denominado invierno del hambre, cuando el sur del pa¨ªs hab¨ªa sido liberado por las tropas aliadas, y el norte, a¨²n ocupado por los nazis, se mor¨ªa de hambre, abandon¨® la capital holandesa para no ser detenido por los ocupantes germanos.
En 1946 expuso en Groningen, al norte del pa¨ªs. Luego lo har¨ªa en Amsterdam en la muestra colectiva organizada por el Stedelijk Museum en torno a los J¨®venes Pintores del momento. Todav¨ªa un desconocido, dec¨ªa buscar con sus colores brillantes y grandes trazos la armon¨ªa universal que s¨®lo el arte podr¨ªa lograr.
Willemijn Stokvis, historiadora del arte, explica las inquietudes de Appel compar¨¢ndole con su colega y compatriota Piet Mondrian. "El primero busca una f¨®rmula magistral que explique la formaci¨®n del universo. El otro trata de despertar en s¨ª mismo el impulso que habr¨ªa originado la creaci¨®n misma del universo". Los contempor¨¢neos de Appel no apreciaron dicha empresa, especialmente cuando la canaliz¨® a trav¨¦s de la vuelta a la pureza del primitivismo y de la infancia del grupo Cobra.
Formado en 1948 junto con Corneille, Constant y otros artistas daneses y belgas (Cobra es el acr¨®nimo de Copenhague, Bruselas y Amsterdam), surgi¨® tras su asistencia a un congreso sobre las vanguardias art¨ªsticas en Par¨ªs. Al ver sus primeras obras, una revista cristiana les aconsej¨® que las arrojaran al r¨ªo. El colectivo publicaba una revista y trabajaban juntos en sus libros o pinturas. "Pinto como un b¨¢rbaro en estos tiempos b¨¢rbaros", dec¨ªa.
En 1950, y despu¨¦s del esc¨¢ndalo desencadenado por la exhibici¨®n de varias de sus piezas en el Stedelijk Museum, viaj¨® a Par¨ªs. Sus figuras humanas deformadas y los densos empastes de sus telas con colores muy vivos no atraer¨ªan a sus compatriotas hasta casi dos d¨¦cadas despu¨¦s. "La pincelada desnuda; de eso se trata", se?alaba al hablar de sus primeras piezas. "Cuanto m¨¢s viejo me hago, m¨¢s me renuevo. De ah¨ª el entusiasmo que pongo en mi obra y en su colorido", asegur¨® hace dos a?os con motivo de la exposici¨®n organizada en su honor por Rudi Fuchs, entonces director del propio Stedelijk.
Con el tiempo, del primitivismo expresionista de Cobra pasar¨ªa a una pintura calificada por los expertos de "activa y con la ilusi¨®n del movimiento". En los a?os sesenta pintaba obras abstractas o bien figurativas. Adem¨¢s de los cuadros, abord¨® la escultura, los relieves en madera y aluminio, la litograf¨ªa y los collages. Para el escritor belga Hugo Claus ilustr¨® varios de sus poemas.
En 1953 expuso en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Ese mismo a?o triunf¨® en la bienal brasile?a de S?o Paulo y empez¨® a despegar. En 1954 ganar¨ªa el premio de la Unesco en la Bienal de Venecia y le llamaron de Amsterdam para que pintara un mural en la cafeter¨ªa del Ayuntamiento. El encargo se tradujo en la obra Vragende kinderen, que podr¨ªa traducirse por Ni?os curiosos, o Ni?os que preguntan. Compuesta por unas coloristas caras infantiles de grandes ojos y bocas abiertas, provoc¨® tal rechazo interno que estuvo oculta durante una d¨¦cada.
En 1968 expuso en solitario y por fin sin discusi¨®n sobre su val¨ªa, en su pa¨ªs. M¨¢s que expresionista, se consideraba "un cirujano del espacio que pinta espacios humanos". Parte ya de la historia del arte, el grupo Cobra cuenta con un museo propio en la localidad holandesa de Amstelveen.-
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