El 's¨ªndrome House'

?Qu¨¦ opinan los m¨¦dicos espa?oles de los certeros diagn¨®sticos y el desabrido car¨¢cter del sarc¨¢stico, grosero, adusto y malencarado doctor Gregory House, papel interpretado por Hugh Laurie? El cuarent¨®n y atractivo protagonista de House, la serie revelaci¨®n de Estados Unidos que emite Cuatro (21.55), no es un m¨¦dico convencional. Adicto a los calmantes y con minusval¨ªas f¨ªsicas y emocionales, evita en la medida de lo posible el contacto directo con los enfermos, aunque ni su equipo ni los pacientes dudan de su buen ojo cl¨ªnico. A su lado, el sard¨®nico doctor Vilches (Hospital Central) es el colmo de la gentileza.

La cadena generalista estren¨® el 24 de enero pasado este drama m¨¦dico con "los villanos convertidos en bacterias u hongos en vez de miembros de la Mafia o asesinos en serie", tal como explica Concepci¨®n Cascajosa, doctora en Comunicaci¨®n Audiovisual, en su libro Prime time. Las mejores series de TV americanas. De CSI a Los Soprano. Desde entonces, la atracci¨®n por House sube semana a semana. El martes pasado, 2.825.000 afectados (16,6% de cuota de pantalla) siguieron el segundo cap¨ªtulo de la noche, 'Dar vueltas'.

Desde el popular doctor Gannon, que en los a?os sesenta despert¨® la vocaci¨®n de muchos espa?oles -"por su culpa estoy aqu¨ª", reconoce Gurutz Linazasoro desde su consulta del servicio de Neurolog¨ªa en la Policl¨ªnica Gipuzkoa, de San Sebasti¨¢n-, MASH o Marcus Welby, doctor en medicina, la fascinaci¨®n por las tramas m¨¦dicas sigue haciendo historia. Urgencias y Everwood (TVE), Hospital Central, (Tele 5), House y Anatom¨ªa de Grey (Cuatro) o Doctoras de Filadelfia y Nip / Tuck (auton¨®micas) son buena prueba de ello.

Para Jos¨¦ Ram¨®n Germ¨¤ Lluch, director de Desarrollo Oncol¨®gico del Institut Catal¨¤ d'Oncologia (ICO), todas cometen el mismo error: presentan profesionales todopoderosos y multidisciplinares -lo mismo reducen una fractura que intervienen una delicada afecci¨®n coronaria-, un imposible en la vida real. Y recuerda como fallo imperdonable en el gui¨®n de House una trama en la que se desahuciaba a una enferma de c¨¢ncer de ovarios, cuando actualmente un tratamiento de quimioterapia garantiza la curaci¨®n "en un 35% o 40% de los casos".

La ginec¨®loga y especialista en diagn¨®stico prenatal Pilar Mart¨ªnez Ten abunda en "la irrealidad de los casos". "La proliferaci¨®n de patolog¨ªas en un mismo paciente y las soluciones inmediatas me escandaliza porque tanta perversidad no se da en la vida real", agrega. Gontrand L¨®pez-Nava, especialista en aparato digestivo del hospital Madrid-Montepr¨ªncipe critica que series como House hagan concebir falsas ilusiones a los pacientes. "House y su equipo parecen superdioses, chamanes, incluso detectives, pero desgraciadamente las soluciones m¨¢gicas no existen".

House, producida por Bryan Singer (X-Men, Sospechosos habituales, El retorno de Superman), rompe con las fronteras de g¨¦neros y aborda el mundo de la medicina desde una inusual perspectiva que combina los efectos especiales y el suspense. Para Germ¨¤ Lluch, su paralelismo con Sherlock Holmes - "mezclado con Los Simpson"- es innegable: ambos son drogodependientes (¨¦ste de los analg¨¦sicos, aqu¨¦l de los opi¨¢ceos), un compa?ero les sirve de contrapunto (ahora en la figura del colega onc¨®logo, entonces el fiel Watson), manejan un instrumento (el piano y el viol¨ªn, respectivamente) y diagnostican sobre materias singulares.

A la condici¨®n antisocial de House hay que sumar su car¨¢cter solitario. Evita el trato directo con sus pacientes a los que, sin embargo, observa sin ser visto. Y sin previo aviso, los fulmina con el diagn¨®stico. Algunos de los m¨¦dicos consultados coinciden en envidiar su "capacidad de decir las cosas que nos gustar¨ªa decir", tanto a los enfermos como a los responsables de los respectivos departamentos, lejos, muy lejos, de lo pol¨ªticamente correcto. Aunque reconocen que "no habr¨ªa compa?¨ªa de seguros que respondiera a la avalancha de demandas que recibir¨ªa a los diez minutos".

Gracias a House y al resto del equipo -el neur¨®logo Eric Foreman (Omar Epps), la inmun¨®loga Allison Cameron (Jennifer Morrison), el internista Robert Chase (Jesse Spencer) y la responsable del hospital, la doctora Cudy (Lisa Edelstein)-, los espectadores profanos empiezan a familiarizarse con s¨ªndromes y enfermedades como la embolia gaseosa, mielitis transversa, neurofibromatosis, par¨¢lisis neural o espondilosis cervical.

Pedro Tarquis, internista del hospital Cl¨ªnico de Madrid, opina que en House prima "lo espectacular sobre la pr¨¢ctica normal de la medicina". "Muchas veces se gu¨ªa m¨¢s por su intuici¨®n que de los protocolos m¨¦dicos". Tambi¨¦n advierte de cierto "desorden temporal en la narraci¨®n", que se traduce en saltarse el paso l¨®gico de las pruebas para ofrecer s¨®lo las m¨¢s aparatosas.

El hepat¨®logo Juan Ruiz considera que se abusa del "diagn¨®stico ex iuvantibus", por el que se determina la enfermedad por la respuesta que se da a un tratamiento. "Bandazos", lo llama Linazasoro. Y se hacen trampas cuando se ocultan s¨ªntomas de las enfermedades que luego se presentan en el ¨²ltimo giro argumental, a?ade Germ¨¤ Lluch.

En cuanto a la terminolog¨ªa que utilizan, Tarquis asegura que "es fiable" y las enfermedades que se retratan "son verdaderas, aunque rar¨ªsimas". Sin embargo, aclara que, ahora que tanto se habla de la relaci¨®n m¨¦dico-paciente, el comportamiento de House le parece "inhumano".Todos los especialistas, adem¨¢s, coinciden en que Urgencias y Hospital Central reflejan mucho mejor la realidad y el d¨ªa a d¨ªa de un gran centro m¨¦dico.

Para el doctor Camilo Silva, endocrin¨®logo de la Cl¨ªnica Universitaria de Navarra, House "es un hombre inteligente y autosuficiente, que arriesga al m¨¢ximo con el enfermo". La serie le parece "entretenida", sin embargo puntualiza que "lo verdaderamente importante es cada persona, no s¨®lo su enfermedad".

Germ¨¤ Lluch se reconoce tan "enganchado" con House que prepara una performance para el curso que cada a?o re¨²ne a los alumnos que concluyen su residencia en oncolog¨ªa. "Con bast¨®n y todo", presentar¨¢ a los asistentes dos casos que pondr¨¢n a prueba la "sagacidad" de los presentes.