El Aleph
En El Aleph, uno de los relatos m¨¢s c¨¦lebres de Jorge Luis Borges, todo lo que ha existido, existe y existir¨¢, multiplicado por todas las cosas que pudieron ser y no fueron, se concentra en una diminuta espiral vertiginosa llamada aleph, por el nombre de la cabal¨ªstica primera letra hebraica. Nunca se ha descubierto un aleph en el mundo real, pero en el universo m¨¢gico del calcio s¨ª hay uno. Se llama General Athletics, aunque es m¨¢s conocido por las siglas Gea, y las fiscal¨ªas de Roma y de N¨¢poles escudri?an en su interior con el af¨¢n de desvelar un fen¨®meno que durante a?os ha intrigado a la ciencia: ?por qu¨¦ los errores arbitrales, los postes, los huecos en el c¨¦sped y hasta la meteorolog¨ªa act¨²an siempre a favor del Juventus?
La cabeza de Gea es Luciano Moggi, el ferroviario jubilado que dirige el Juventus (tras estancias en Roma, Lazio, N¨¢poles y Torino) y, se supone, la totalidad del calcio. Gea gestiona las carreras de m¨¢s de 180 futbolistas y de 24 t¨¦cnicos, por lo que sus tent¨¢culos se extienden por todo el pa¨ªs y penetran en todos los clubes. Su vocaci¨®n aleph¨ªstica se refleja en el elenco de sus directivos: Alessandro Moggi, hijo de Don Luciano; Francesca Tanzi (hija de Calisto Tanzi, ex presidente del Parma y protagonista del mayor fraude empresarial en la historia de Europa); Andrea Cragnotti (hijo de Sergio Cragnotti, ex presidente del Lazio y protagonista del segundo mayor fraude empresarial en la historia de Europa); Giuseppe de Mita (hijo del ex presidente del Gobierno Ciriaco de Mita); Chiara Geronzi (hija de Cesare Geronzi, presidente del megabanco Capitalia); y Davide Lippi (hijo de Marcello Lippi, seleccionador italiano).
La expresi¨®n "tr¨¢fico de influencias" no alcanza, ni de lejos, a definir lo que, seg¨²n los fiscales, se cuece en Gea. Luciano Moggi, que en 1993 se libr¨® con una simple multa y un arresto simb¨®lico de una investigaci¨®n que demostr¨® que, como director general del Torino, obsequiaba a los ¨¢rbitros con "se?oritas de compa?¨ªa", parec¨ªa el ¨²ltimo representante de la Italia m¨¢s t¨®pica y eterna. Pero Silvio Berlusconi cay¨®, por poco pero cay¨®. Inmediatamente despu¨¦s cay¨® Bernardo Provenzano, el jefe supremo de la mafia siciliana, tras m¨¢s de 40 a?os en paradero desconocido. Ahora est¨¢ a punto de caer Luciano, investigado por presunta asociaci¨®n para delinquir (un delito establecido de forma espec¨ªfica para combatir las mafias) "con el objetivo de cometer fraude en la competici¨®n".
Lo ¨²nico seguro es el cambio en el Juventus. Antonio Giraudo (condenado y luego absuelto por dopar a los futbolistas de la Vieja Se?ora), Roberto Bettega y el propio Moggi, los tres dirigentes que eligieron un nombre tan siniestro como Tr¨ªada (la mafia japonesa) para definirse a s¨ª mismos, protagonizar¨¢n la disoluci¨®n m¨¢s espectacular desde que en 1970 se pelearon Lennon y McCartney. La familia Agnelli, propietaria de Fiat y del Juventus, expres¨® ayer a trav¨¦s del heredero John Elkann su total "cercan¨ªa a los jugadores". De los directivos no dijo nada, para no tener que decir que ya estaban firmadas las cartas de despido.
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