75 a?os de trabajo en las aulas
La Federaci¨®n Espa?ola de Trabajadores de la Ense?anza (FETE-UGT) celebra su larga vida como sindicato educativo
Muchos de los grandes nombres pol¨ªticos de la Segunda Rep¨²blica est¨¢n estrechamente ligados a la Federaci¨®n Espa?ola de Trabajadores de la Ense?anza, la FETE, el brazo educativo de UGT, que estos d¨ªas celebra su 75? cumplea?os. Rodolfo Llopis, Dionisio Correas, Manuel Alonso Zapata, C¨¦sar Garc¨ªa Lombard¨ªa, Jes¨²s Hern¨¢ndez. En sus manos estuvieron trascendentales decisiones sobre Instrucci¨®n P¨²blica en aquellos a?os, tambi¨¦n durante la Guerra Civil.
La FETE ha sido el sindicato educativo con una presencia m¨¢s continuada y significativa en el siglo XX. Las ra¨ªces de su larga historia alcanzan, con otros nombres, los primeros a?os del siglo. Estaba ubicado en la Casa del Pueblo de Madrid. Por entonces no era, sin embargo, la asociaci¨®n de profesores mayoritaria; ten¨ªa unos 6.000 afiliados, mientras que la Asociaci¨®n Nacional de Magisterio contaba unos 20.000 maestros en sus filas. Y tampoco el sector que m¨¢s asociados aportaba a la UGT: el metal, la miner¨ªa, la construcci¨®n y la agricultura, ganaban con creces. Entre el mill¨®n de ugetistas de 1932 la FETE era una rama muy minoritaria.
Francisco de Luis, autor de Historia de la FETE (1909-1936) y La FETE en la Guerra Civil espa?ola (Fondo Editorial de Ense?anza y Editorial Ariel, respectivamente), conoce al dedillo lo relacionado con esta federaci¨®n, que hoy tiene unos 65.000 afiliados. "Desde siempre, la FETE ha defendido una educaci¨®n p¨²blica, estatal, laica, neutra, unificada; en alg¨²n tiempo, con un cuerpo ¨²nico de ense?antes y gratuita hasta la universidad, donde deber¨ªan acabar todos los alumnos con independencia de su condici¨®n social y econ¨®mica", explica este profesor de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, en su seno convivieron durante a?os dos proyectos pedag¨®gicos, "uno muy obrerista, que reivindica una educaci¨®n de clase al servicio de la revoluci¨®n y volcada en el proletariado frente a los intereses de la burgues¨ªa, y otro, influido por la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, con Llopis, Besteiro, De los R¨ªos, como cabezas visibles, que eran burgueses y defend¨ªan una educaci¨®n neutral que transformara el Estado hasta la democracia. En el fondo, los dos persegu¨ªan lo mismo, una educaci¨®n de calidad al servicio de la transformaci¨®n social, pero las diferencias estrat¨¦gicas entre la concepci¨®n reformista y la revolucionaria les proporcionaron no pocos momentos de tensi¨®n", prosigue De Luis.
Declarada la guerra, la FETE alcanza 30.000 afiliados. En los primeros meses tras el golpe de Estado los sindicatos toman el mando pol¨ªtico y organizan las milicias populares. "Mucha gente se afilia por convicci¨®n, pero tambi¨¦n porque tener el carn¨¦ en aquellos momentos era una salvaguarda respecto a los sublevados", explica De Luis. Las diferencias en el seno de la FETE se liman en aquellos a?os por exigencias del gui¨®n. Se establece la misma estrategia que une al Frente Popular ante el levantamiento militar. "Incluso cambia el discurso; ya no se habla de una escuela revolucionaria, o reformista, sino antifascista", dice De Luis.
Acabada la contienda, las maltrechas fuerzas de la izquierda, incluidas las sindicales, recomponen sus estructuras org¨¢nicas en el exilio. En el interior la clandestinidad no da para mucho. Sin embargo, s¨ª ser¨¢ el caldo de cultivo donde surgen las Comisiones Obreras, a las que se sumar¨¢n los comunistas, que "abandonan la UGT en la d¨¦cada de los cincuenta". El sindicato, y la FETE con ¨¦l, "se muestra unido, igual que el PSOE", su brazo pol¨ªtico.
Pero la tensi¨®n no tardar¨¢ en llegar: ahora por la divisi¨®n entre las fuerzas en el exilio y las de interior. Hasta Suresnes. Ya en la democracia, la FETE recuper¨® terreno asociativo en los ochenta. Siempre mantuvo un ideario inspirado en la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, "cuyos principios, en l¨ªnea con las corrientes pedag¨®gicas m¨¢s avanzadas de Europa, siempre han dictado buena parte de los programas electorales educativos del PSOE".
Un presidente en sus filas
En la actualidad, el sindicato, "dentro de su autonom¨ªa pol¨ªtica, est¨¢ adaptando sus estructuras a las exigencias territoriales una vez transferidas las competencias educativas. Se trata de armonizar la confederaci¨®n con las federaciones auton¨®micas y de sumar voluntades hacia un objetivo com¨²n", detalla el actual secretario general de la FETE, Carlos L¨®pez Corti?as. Y a?ade: "Si en los or¨ªgenes, la inspiraci¨®n pedag¨®gica lleg¨® de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, ahora nos apoyamos en otras estructuras t¨¦cnicas, como el Colectivo Lorenzo Luzuriaga o la Fundaci¨®n Educaci¨®n y Ciudadan¨ªa, para seguir elaborando y definiendo un discurso pedag¨®gico moderno en toda su complejidad".
Muchos de los destacados pol¨ªticos de la FETE participaron activamente en los Gobiernos de la Rep¨²blica, pero nunca sali¨® de sus filas un presidente del Gobierno. Hasta hoy. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero recibi¨® con "orgullo" el pasado mi¨¦rcoles en su solapa el pin de oro de su sindicato.
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