Bertrand Lavier, el m¨¢s querido por los comisarios

?Arte oficial? Son muchos los que han acusado a los artistas seleccionados de convertirse en "artistas oficiales". Es m¨¢s, uno de ellos, G¨¦rard Fromanger, no ha aceptado que ninguna de sus obras fuese seleccionada. Entre los comisarios ocurri¨® algo parecido hasta que se opt¨® por la f¨®rmula de los 15, que diluye responsabilidades. Primero se le ofreci¨® el cargo de comisario general a Jean-Louis Froment; m¨¢s tarde, a Catherine Millet, y en ambos casos, tras un muy breve sondeo, los dos personajes renunciaron a endosar el traje del "comisario de Villepin".

En el fondo, todo es pura hipocres¨ªa pues el Estado, con todos sus museos y diversos niveles de administraci¨®n, apenas compra un 6% del arte contempor¨¢neo que se vende en Francia.

En cualquier caso, si sobre alguien debiera recaer el estigma de la "oficialidad" es sobre Bertrand Lavier. Nada menos que 5 de los 15 comisarios han escogido obras de ese artista nacido en 1949 y empe?ado en seguir los pasos de Marcel Duchamp, tanto cuando parodia y homenajea a Frank Stella y sus neones, como cuando pinta de rojo un Ferrari rojo.

A G¨¦rard Garouste, uno de los valores confirmados, le han invitado a crear un espacio con una tienda a medio camino de las cuevas de Altamira, el tren de la bruja y el monumento funerario. St¨¦phane Pencr¨¦ach, con una gran tela y una instalaci¨®n escult¨®rica, evoca la muerte con una potencia inigualada en sus compa?eros de aventura, y el reci¨¦n desaparecido Paul Rebeyrolle hace gala de una gran fuerza expresiva en su elegante reivindicaci¨®n del primitivismo.

Las fotograf¨ªas, objetos y esculturas del artista Philippe Ramette ponen en duda las leyes de la gravitaci¨®n universal y lo hacen con un humor fr¨ªo muy personal.

Figuraci¨®n narrativa

El grupo de ganadores del Premio Marcel Duchamp -su sombra es omnipresente- re¨²ne a artistas de un nivel excelente: Carole Benzaken, Claude Closky, Dominique Gonz¨¢lez-Foerster, Thomas Hirschhorn y Mathieu Mercier, entre otros.

La tradici¨®n de la llamada figuraci¨®n narrativa est¨¢ bien representada por nombres como Err¨® o Herv¨¦ Telemaque, mientras que el hombre abandonado y solo encima del globo terrestre, idea de Gloria Friedmann para una obra titulada Le locataire (El inquilino), sin duda acabar¨¢ por convertirse en logo o la imagen de La force de l'art, una exposici¨®n que, por su propia naturaleza, no pod¨ªa tener una imagen propia distintiva.