"Es incre¨ªble, alucinante"
Los jugadores del Sevilla derrochan pasi¨®n tras vencer en la cita m¨¢s importante de su vida
Jos¨¦ Mar¨ªa del Nido, el presidente del Sevilla, extendi¨® la palma de la mano. Invitaba a su capit¨¢n, Javi Navarro, a recoger su medalla correspondiente y a levantar la Copa. Y todo estall¨®. Un g¨¦iser de confetti subi¨® hasta el cielo acompa?ando los brazos de Navarro y el trofeo. "Ha merecido la pena todo lo pasado", dijo el defensa, "porque al fin sabemos lo que se siente". Los hinchas sevillistas, que ya hab¨ªan hecho explotar su alegr¨ªa varias veces, volvieron a dejar suelto el lagrimal mientras coreaban: "?Vamos, mi Sevilla; vamos, campe¨®n!". Y eso que el ¨²ltimo cuarto de hora del partido fue una sucesi¨®n de sobresaltos de euforia para los 10.000 aficionados, que se abrazaban llorando, como sin terminar de creerse que esta vez s¨ª; que. tras la final de la Copa que perdieron en 1962, ya tienen en sus vitrinas un t¨ªtulo europeo.
McClaren: "Ellos fueron cuatro goles mejores que nosotros, pero Javi Navarro le hizo un penalti de libro a Viduka"
"Es incre¨ªble", resum¨ªa Maresca despu¨¦s de embolsarse un cheque de 10.000 euros, que donar¨¢ a un hospital infantil sevillano por ser elegido el mejor jugador del encuentro. "Es el mejor momento de mi vida, es alucinante", insist¨ªa el centrocampista, que ejerc¨ªa de portavoz de sus compa?eros mientras ¨¦stos descorchaban las botellas de champa?a y se duchaban los unos a los otros en el vestuario. Poco despu¨¦s seguir¨ªan la fiesta en un hotel de Eindhoven.
Juande Ramos fue Juande Ramos. Este hombre no se permite una cara que no sea de palo cuando comparece en p¨²blico ni despu¨¦s de ganar por goleada en la Copa de la UEFA. Adem¨¢s, se permiti¨® una peque?a venganza y un recuerdo a aquellos aficionados que pasaron horas en el aeropuerto. "Estoy m¨¢s que satisfecho por haberle dado el primer t¨ªtulo europeo a Sevilla y a Andaluc¨ªa y el gozo no es por nosotros, sino por haber hecho feliz a tanta gente. Adem¨¢s, despu¨¦s de los problemas habidos con los desplazamientos, un triunfo y un resultado como ¨¦ste sirven para olvidar los sinsabores". Pero el entrenador, recibido de u?as por much¨ªsimos entre la afici¨®n y el propio club cuando relev¨® al querido Joaqu¨ªn Caparr¨®s se qued¨® a gusto: "No me tomo el tema como algo personal, la afici¨®n es soberana y nosotros hemos seguido una filosof¨ªa que a la gente no le gustaba. Ha habido continuas cr¨ªticas, continuos reproches y espero que ahora est¨¦n satisfechos", sentenci¨® sin regalar ni una sonrisa ni un gesto de autocomplacencia. "Me siento muy feliz por todo el equipo, por todos los que han estado junto a m¨ª cuando se produc¨ªan los reproches y las cr¨ªticas", recalc¨®, por si alguien no se hab¨ªa enterado, de que no ha estado muy a gusto a lo largo de la temporada en Nervi¨®n. La paradoja es que qued¨® autom¨¢ticamente renovado al vencer el domingo pasado en M¨¢laga y clasificar al equipo por tercer a?o consecutiva para la misma Copa ganada ayer.
Por su parte, el entrenador del Middlesbrough, que ayer viv¨ªa su ¨²ltimo encuentro como tal para hacerse cargo de la selecci¨®n inglesa tras el Mundial, Steve McClaren, no pudo evitar quejarse del ¨¢rbitro: "Es una final, llegas tan lejos y acabas tan desencantado. Fuimos a por el partido en la segunda mitad, pero llegaron sus goles. Sab¨ªamos que pod¨ªamos haber hecho m¨¢s en la primera, pero en la segunda Viduka tuvo dos grandes oportunidades y creo que Navarro le hizo un penalti de libro que podr¨ªa haber cambiado el desarrollo del partido. Pero despu¨¦s del segundo gol, contra un equipo tan bueno t¨¦cnicamente como el Sevilla, el mejor contra el que hemos jugado, todo se hab¨ªa acabado!". "Me ir¨¦ con la cabeza alta cuando reflexione. A m¨ª no me gusta perder y ellos fueron cuatro goles mejores que nosotros", concluy¨®.
Pero, antes de concluir el encuentro, el banquillo del Sevilla no fue capaz de aguantar. Ya en el tercer gol salt¨® al c¨¦sped para abrazarse a sus compa?eros. Ya bailaban, todos juntos, esperando el pitido final mientras hac¨ªan gestos c¨®mplices a la grada. Los directivos tambi¨¦n empezaron a tomar posiciones. Y, posiblemente, Maresca ya hab¨ªa localizado la bandera italiana con la que correte¨® como un poseso a la conclusi¨®n del encuentro. Bueno, corri¨® hasta que, coincidiendo con el sonido de megafon¨ªa que anunciaba que le hab¨ªan nombrado mejor jugador del choque, se acord¨® de su compatriota Maccarone. Redujo el paso mientras cruzaba a la parte del c¨¦sped donde estaban tirados por el suelo los futbolistas del Middlesbrough y se quit¨® la camiseta para ofrec¨¦rsela al delantero. "No pienso en mi pa¨ªs, no pienso en nada, s¨®lo en continuar feliz en el Sevilla porque es quien ha apostado por m¨ª", dec¨ªa el centrocampista en una declaraci¨®n de amor incondicional. Mientras tanto, Dani Alves ped¨ªa a la grada que le lanzasen un sombrero de muchos picos, de buf¨®n, y Luis Fabiano se agenciaba una bandera de Brasil.
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