De Li Xingdao a Bertolt Brecht
El teatro chino comenz¨® a conocerse en Europa durante el Siglo de las Luces. Viajeros como Giovanni Gemelli-Careri pusieron lo oriental de moda, pero en cien a?os apenas se tradujeron nueve obras chinas a idiomas occidentales. Nadie sab¨ªa c¨®mo hincarles el diente. Metastasio y Voltaire prefirieron escribir versiones propias de Zaoshi guer o El hu¨¦rfano de la casa Tchao antes que poner el texto original de Ji Junxiang en escena. Este drama pertenece al primer Siglo de Oro del teatro chino, es decir, al periodo que comienza en 1234, cuando Gengis Khan conquista el Norte, y termina en 1368, cuando los Ming desalojan a la dinast¨ªa Yuan. El teatro Yuan comenz¨® a ser traducido masivamente durante el siglo XIX, especialmente el zaju, g¨¦nero que mezcla canto, pantomima y recitado. Hay una obra zaju que ha calado en Occidente: Huilang Ji o El c¨ªrculo de tiza, de Li Xingdao. Alfred Henschke, Klabund (1890-1928), escribi¨® una versi¨®n de la que en un a?o se hicieron m¨¢s de un centenar de montajes en Alemania. Bertolt Brecht, que la conoc¨ªa, respet¨® la f¨¢bula pero la ambient¨® en la URSS y la retitul¨® El c¨ªrculo de tiza caucasiano. En Full Circle, el autor estadounidense Charles L. Mee traslada la acci¨®n al Berl¨ªn de la guerra fr¨ªa y de la ca¨ªda del muro.
La versi¨®n m¨¢s conocida es la de Brecht. Queriendo montarla, Antonio Navarro, director de la compa?¨ªa canaria Kl¨®tikas, dio con la traducci¨®n espa?ola de Li Xingdao, editada en Buenos Aires en 1941, y se decant¨® por ella. Su montaje, presentado en Madrid en el C¨ªrculo de Bellas Artes hace un mes, est¨¢ absolutamente en estilo. Sorprende por la claridad con que habla hoy un texto casi tan antiguo como El auto de los Reyes Magos. El c¨ªrculo de tiza cuenta la historia de Haitang, prostituta que se convierte en la segunda esposa de un anciano al que hace padre de un ni?o. You Pei, su primera esposa, urde un plan: envenena al viejo, culpa a Haitang, y se apropia de casa y fortuna para gozar de todo con su amante. Para colmo, decide quedarse tambi¨¦n con el ni?o. El juez, corrupto, le da la raz¨®n y condena a muerte a Haitang. Pero falta que su dictamen sea confirmado por el tribunal supremo de la provincia. ?ste conf¨ªa la soluci¨®n a una prueba pericial. Dibuja un c¨ªrculo en el suelo, coloca al ni?o dentro y ordena a las dos madres que lo saquen tirando de sus bracitos. Haitang, como la protagonista del juicio de Salom¨®n, renuncia a tirar.
Kl¨®ticas presenta esta obra
del siglo XIII con recursos de la commedia dell'arte y del teatro oriental. Su director, educado en Par¨ªs con Etienne Decroux, ha optado porque los parlamentos que resumen lo sucedido sean dichos aparte. Sus int¨¦rpretes entran y salen de la acci¨®n, incluso en el cl¨ªmax, como le gustaba a Brecht. Al final de la obra de Li Xingdao, el magistrado Pao, como Salom¨®n, entrega el ni?o a su madre leg¨ªtima. En la versi¨®n de Klabund, que irrit¨® a los sin¨®logos, Pao es mandar¨ªn y, adem¨¢s, ?ex amante de Haitang y padre del ni?o! Brecht invierte la f¨¢bula : la madre adoptiva es la buena y los derechos de sangre no est¨¢n por encima de los adquiridos con esfuerzo y amor. "La tierra para el que la trabaja", viene a decir en esta obra escrita por encargo de un productor de Broadway. No se la estren¨®. Antonio Navarro tambi¨¦n ha cambiado el final. En su montaje de El c¨ªrculo de tiza, Haitang no tira, el juez le da otra oportunidad, la pierde y la condena a muerte. Tal y como est¨¢ el mundo, los buenos no pueden acabar bien.
Brecht vierte una opini¨®n similar en su par¨¢bola anticapitalista La buena persona de Sezu¨¢n, que el Centro Dram¨¢tico Nacional estrena la semana pr¨®xima, con direcci¨®n de Luis Blat. Como Haitang, Shen Te, su protagonista, es prostituta. Tres dioses se le aparecen: han bajado a la tierra a buscar una persona buena. Si la encuentran, probar¨¢n que se puede vivir sin hacer mal a nadie y que, por tanto, el mundo no necesita ser cambiado: si va como va, es por culpa de los hombres. Por m¨¢s que buscan, no dan con ninguno que no se aproveche del pr¨®jimo. Los pocos buenos est¨¢n en la miseria. Su ¨²ltima esperanza es Shen Te, que ha puesto un negocio. Pero cuando da la mano, sus clientes le toman el brazo. Para prosperar, decide transformarse en Shui Ta, un empresario implacable.
La buena persona de Sezu¨¢n. Madrid. Teatro Mar¨ªa Guerrero. Del 17 de mayo al 2 de julio. El c¨ªrculo de tiza. Gran Canaria. La Aldea de San Nicol¨¢s. El 7 de junio.
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