Llegan a Tenerife nueve 'cayucos' con 650 inmigrantes subsaharianos en s¨®lo dos d¨ªas
En lo que va de a?o han arribado a Canarias casi 6.000 'sin papeles' en barcazas
El dispositivo de emergencia desplegado por Salvamento Mar¨ªtimo, Guardia Civil y Cruz Roja atendi¨® ayer a 455 inmigrantes subsaharianos indocumentados que intentaron alcanzar la costa sur de la isla canaria de Tenerife a bordo de seis cayucos de madera propulsados por motores de 40 caballos. El d¨ªa anterior llegaron otras tres embarcaciones similares con 195 sin papeles, entre ellos dos menores, uno de 10 a?os y otro de 15. La cifra total de inmigrantes africanos llegados a Canarias en pateras y cayucos en lo que va de a?o es de 5.980, lo que supone 1.780 m¨¢s que en todo 2005.
Ninguno de los inmigrantes rescatados ayer necesit¨® hospitalizaci¨®n, seg¨²n confirm¨® Austin Taylor, coordinador del equipo de respuesta inmediata en emergencias de la Cruz Roja que los atendi¨® en los tres hospitales de campa?a desplegados en la d¨¢rsena de Los Cristianos. Al lado de ellos se levantan hoteles de cinco estrellas, con turistas europeos tumbados en hamacas, yates de lujo y modernos ferries construidos de aluminio y propulsados por queroseno.
Al desembarcar de sus botes de 22 metros de eslora y 3 de manga, los subsaharianos entraron en una de las carpas para cambiarse de ropa. All¨ª se deshicieron de sus prendas. "Su ropa est¨¢ ro¨ªda por el salitre, llena de v¨®mitos, orines, restos de comida y combustible", explic¨® Taylor. "Esa mezcla es tan abrasiva que muchos presentan en las piernas ¨²lceras bastante dolorosas, que casi les impiden caminar".
Cambiados de ropa y con una manta, los reci¨¦n llegados recibieron una botella de agua "para rehidratarlos", un t¨¦ caliente azucarado "para combatir la hipotermia y la hipoglucemia" y unas galletas. S¨®lo entonces entra la Guardia Civil para tomarles una primera declaraci¨®n, antes de trasladarlos a la comisar¨ªa de Playa de Las Am¨¦ricas, totalmente infradotada.
A pesar de los esfuerzos de los funcionarios del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, los tr¨¢mites para rellenar las fichas con datos b¨¢sicos se eternizan porque muchos de ellos o disimulan no saber o realmente no saben leer ni escribir en ninguno de los cinco idiomas en que est¨¢n escritas estas fichas.
Mientras los inmigrantes abandonaban ayer el puerto rumbo a la comisar¨ªa, Taylor observ¨® en el interior de varios cayucos "grandes pl¨¢sticos, restos de comida, bidones, ropas y un hornillo de hierro". Sin embargo, a¨²n se emocionaba al recordar la "carita de asombro" de los peque?os de 10 y 15 a?os que llegaron el viernes. Mientras el primero se aferraba a una galleta, el segundo "ten¨ªa los ojos como platos; imag¨ªnate el choque cultural al ver los hoteles, los barcos, el superferry, rodeados de personas de raza blanca con mascarilla y guantes". Taylor concluye: "Cuando los vi, ya con ropa limpia, el coraz¨®n me dio un vuelco".
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