120 litros de leche al mes para nueve

-?Todos esos son hijos suyos?

-S¨ª, y todos son del mismo padre.

Mayca M¨¦ndez, profesora y madre de siete hijos, responde siempre igual a una pregunta tan com¨²n que ya no le sorprende. Una familia numerosa como la suya -"una opci¨®n que hemos elegido libremente mi marido y yo"- destaca en un paisaje donde dominan los hijos ¨²nicos o la parejita. M¨¦ndez est¨¢ encantada con sus chavales, que tienen entre 9 y 23 a?os -"somos una pi?a", dice-. Y le ha costado acostumbrarse a que s¨®lo permanezcan tres fijos en casa: los cuatro mayores estudian en universidades fuera de A Coru?a.

"En una familia grande, o apostamos el padre y la madre, o es muy dif¨ªcil", explica en conversaci¨®n telef¨®nica esta mujer de 50 a?os. Y el padre, Luis S¨¢nchez, de 51 y presidente de la Asociaci¨®n Gallega de Familias Numerosas, relata que ¨¦l es el encargado de quedarse en casa cuando alg¨²n hijo enferma, ya que dispone de un horario m¨¢s flexible -es procurador-.

"Organizarse, establecer prioridades, optimizar el tiempo y repartir responsabilidades"; esa es la receta del matrimonio para gestionar su familia. "Adem¨¢s, los mayores se implican en la educaci¨®n de los peque?os", explica la madre. Esta es una casa donde se heredan los jerseys y, en cierto modo, tambi¨¦n las pautas de conducta. "No somos un remanso de armon¨ªa, de decir siempre por favor y gracias, somos una familia normal", prosigue.

"Nunca me plante¨¦ dejar de trabajar, no s¨®lo por tener un sueldo, sino tambi¨¦n por mi proyecci¨®n personal, pero he tenido dificultades para conciliar el empleo y la familia como cualquier madre", relata M¨¦ndez. Cuando los chicos eran m¨¢s peque?os -entonces contaba con alguna ayuda externa-, el momento m¨¢s complicado eran las ma?anas. Cada uno deb¨ªa prepararse y dejar su cama hecha antes de que ella los llevara al colegio: los chicos a uno y las chicas, a otro, donde tambi¨¦n se quedaba a trabajar la madre.

Ahora, cuando se re¨²nen los siete hijos, como ocurre en vacaciones, el matrimonio vuelve a llenar dos carros en el supermercado. "Venga cajas y cajas", dice la madre. El padre calcula que entonces consumen "100 o 120 litros de leche al mes" "?El cola-cao? Por envases grandes". Y hay que pasar por la caja.

"Econ¨®micamente es duro tener una familia numerosa, porque la vida se ha encarecido mucho. Pero la felicidad no consiste en tenerlo todo. Al ser tantos, los chicos aprenden a esperar y a desear", concluye la madre.