Aniversario para el Karpy

El aroma caracter¨ªstico de la piel de naranja, inevitable junto al del an¨ªs entre las paredes de Destiler¨ªas Acha, se confunde con el amargor de los huesos de albaricoque macerados que dan origen al amaretto. 175 a?os contemplan la aventura de esta f¨¢brica que ha recuperado el licor de naranja Karpy, apuesta por un pachar¨¢n ¨²nico y emprende nuevas aventuras en el campo de los alcoholes con la elaboraci¨®n de dicho licor de albaricoque, pero tambi¨¦n de limoncello y otros espirituosos de frutas. Todo ello desde sus centenarias instalaciones de Amurrio, hoy renovadas, que acogen tambi¨¦n un museo que revisa su dilatada historia.

La aventura comenz¨® en 1831, cuando un emprendedor de origen franc¨¦s, Paul Pomes, funda una f¨¢brica de aguardientes, licores y jarabes en un peque?o taller del viejo Bilbao preindustrial. Pomes contrat¨® a Manuel Acha como empleado y le introdujo en los rudimentos de la destilaci¨®n. Aquel joven ten¨ªa madera de empresario y Pomes, quien muri¨® sin descendencia, le pas¨® la f¨¢brica, que Acha traslad¨® a Amurrio.

Las ventas de la f¨¢brica de licores vasca m¨¢s antigua en activo han aumentado un 20%

Su tataranieto, Gabriel Acha, como representante de un equipo de j¨®venes inversores, ha conseguido que las destiler¨ªas que llevan su apellido celebren este 2006 como la f¨¢brica de licores m¨¢s antigua del Pa¨ªs Vasco en activo. A fines de 2002, la empresa entr¨® en suspensi¨®n de pagos y tuvo que acordar una ampliaci¨®n de capital para salir a flote. La licorera de Amurrio casi se queda a las puertas del aniversario, pero este a?o se ha remozado y puede franquear el umbral de sus instalaciones a los visitantes.

La primera parada es la sala en que se maceran los frutos o sus pieles o huesos. M¨¢s de 250.000 kilos de endrinas de distintos tama?os ("la peque?a aporta color y poca acidez, mientras que la grande da sobre todo sabor", apunta Gabriel Acha), procedentes en parte de arbustos vascos y navarros, pero tambi¨¦n de endrinos polacos, checos, rumanos,... La Europa del Este se ha convertido en el mayor proveedor de las f¨¢bricas de pachar¨¢n.

Sin embargo, Destiler¨ªas Acha ha sido conocida, sobre todo, por el Karpy, un licor de naranja que tiene su secreto en la proporci¨®n de pieles amargas y dulces. Las modas cambian y ahora la bebida digestiva por excelencia es el pachar¨¢n, pero hubo un tiempo en que en Euskadi el licor Karpy era la referencia despu¨¦s de la comida o a media tarde.

Hasta patrocin¨® un equipo ciclista profesional entre 1960 y 1974, como se puede comprobar en las estanter¨ªas que se han habilitado para el museo. Las fotograf¨ªas de los ciclistas luciendo los maillots del Licor Karpy recuerdan una bebida hist¨®rica y que tiene recorrido para rato. Desde que ha entrado la nueva gerencia, las ventas han aumentado un 20%, gracias al trabajo en el mercado nacional y extranjero.

Despu¨¦s de la sala de maceraci¨®n, donde tambi¨¦n se suceden grandes tinas con peras, manzanas, moras..., se accede al lugar en donde se elabora el an¨ªs. "Nos diferenciamos de la competencia en que fabricamos nuestro propia crema de an¨ªs, desde siempre", aclara Acha. Y para confirmarlo ah¨ª est¨¢n los grandes alambiques en los que se procede a la producci¨®n de destilado (conseguir 600 litros cuesta una semana), la base de los 250.000 litros de pachar¨¢n que pone a la venta esta compa?¨ªa, con el Sierra de Ordu?a como su principal referente: endrinas de la comarca que le da nombre y tres tipos diferentes de an¨ªs.

En Destiler¨ªas Acha se han elaborado y se elaboran, adem¨¢s de los citados, brandy, ginebra, un denominado "licor capuccinus", ron, frigola, distintos aguardientes,... La visita al peque?o museo de la f¨¢brica permite difsrutar de una historia centenaria con un repertorio de todas las botellas que hicieron famosa a la casa, como la ginebra El Tigre o el vino quinado San Roque.

Lo mismo que ahora opta por una selecci¨®n de botellas para envasar el pachar¨¢n, el amaretto o los aguardientes, Acha siempre ha cuidado la presentaci¨®n de sus bebidas, como se aprecia en el recorrido hist¨®rico que muestra el peque?o museo. Ah¨ª tambi¨¦n, junto a las barricas en las que se conserva todav¨ªa algo de brandy de su etapa anterior, se exhibe toda la utiller¨ªa que durante decenios emplearon en la casa.

Hoy ya cuenta con el correspondiente laboratorio en el que los qu¨ªmicos estudian nuevas creaciones, otra de las caracter¨ªsticas de esta nueva etapa, junto a la citada b¨²squeda de nuevos mercados. Ello no quiere decir que se haya olvidado la historia: la visita concluye con un repaso a las viejas facturas, a los libros de cuentas iniciales, y tambi¨¦n a las fotograf¨ªas familiares, en las que se puede ver a Manuel Acha con los suyos rodeado por los trabajadores de la destiler¨ªa. Junto a la f¨¢brica se encontraba la casa familiar que, ahora, con la apertura del museo, se reconvertir¨¢ en centro de documentaci¨®n para acoger esta historia de 175 a?os vinculados a la destilaci¨®n.