Cantar con el alma
La mezzosoprano argentina de origen esloveno Bernarda Fink pidi¨® permiso al p¨²blico para cantar un par de canciones de su tierra al final de su recital de anteayer en Madrid. No entraban al pie de la letra en el g¨¦nero lieder¨ªstico, que es a lo que este ciclo est¨¢ dedicado, y por eso pidi¨® autorizaci¨®n; qu¨¦ detalle. A esas alturas de la noche, Fink hab¨ªa conquistado totalmente a los espectadores y su recital se hab¨ªa erigido en uno de los grandes ¨¦xitos de la temporada. Se la ve¨ªa contenta y quer¨ªa compartir con la sala algo tan entra?able como la canci¨®n del ?rbol del olvido, de Ginastera. Puso el teatro patas arriba, claro.
Fink hab¨ªa enamorado a base de elegancia, sensibilidad, buen gusto, inmaculado fraseo y una voz aterciopelada y homog¨¦nea en todos los registros. Enamoraba tambi¨¦n con su actitud sencilla y cercana, con su sonrisa gratamente dulce, con sus ojos grandes y luminosos. Le gritaron "guapa". Era un reconocimiento a su belleza interior, sobre todo, a la que viene de los "afectos", la heredera del barroco, que ella siempre ha cantado con las tripas, no s¨¦, en la Cornelia de Julio C¨¦sar, de H?ndel, pongamos por caso. ?Lo que ha crecido art¨ªsticamente la mezzosoprano desde aquellas giras con Jacobs! Despu¨¦s de su sensacional versi¨®n de A la sombra de mis rizos, de Hugo Wolf, ya ten¨ªa en el bolsillo hasta al m¨¢s as¨¦ptico espectador madrile?o. Y es que, qu¨¦ manera de cantar.
XII Ciclo de Lied Bernarda Fink
Con Anthony Spiri al piano. Obras de Haydn, Wolf, Berg, Brahms y Dvor¨¢k. Fundaci¨®n Caja Madrid. Teatro de La Zarzuela. Madrid, 15 de mayo.
Pocas veces las canciones tempranas de Alban Berg han llegado con semejante transparencia, con tal naturalidad. Su Brahms fue adorable y su Dvorak, conmovedor. No se pod¨ªa pedir m¨¢s, pero Bernarda Fink, despu¨¦s de dos bises en los que volvi¨® a Brahms y homenaje¨® a Mozart, pidi¨® permiso para salirse del gui¨®n. Los grandes artistas son as¨ª de sencillos. Canta con el alma y por ello emociona. La verdad es que siempre se ha caracterizado por el sentimiento en sus interpretaciones. Y las canciones en su voz recuperan una especie de encanto antiguo, cierta atm¨®sfera familiar. Acompa?¨® con correcci¨®n al piano Anthony Spiri. En la sala, como espectadora de lujo, se encontraba la soprano Raina Kabaivanska. Dios las cr¨ªa y ellas se juntan.
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