"Ronie' juega con la misma rabia que yo"
Henry cree que la calle forj¨® su car¨¢cter y el del brasile?o
Ocho a?os despu¨¦s de la mayor frustraci¨®n de su carrera, Henry vuelve a Par¨ªs, al mismo escenario en el que conquist¨® el Mundial en 1998. Aquel d¨ªa, Titi ten¨ªa que haber pisado Saint Denis mediado el segundo tiempo. Para ello estaba calentando, pero su compa?ero Desailly fue expulsado y Aim¨¨ Jacquet, entonces seleccionador franc¨¦s, cambi¨® de planes. Henry, parisino ¨¦l, tard¨® en asimilarlo. Ni siquiera el t¨ªtulo mundial pudo consolar del todo a un jugador criado en el ag¨®nico barrio de Les Ulis, un suburbio de inmigrantes y edificios gris¨¢ceos al sur de la capital francesa. Una trinchera en cuyas calles Henry forj¨® un car¨¢cter m¨¢s bien col¨¦rico, consecuencia de una infancia complicada. Hoy, ocho a?os despu¨¦s, el t¨®tem del Arsenal regresa a casa en busca de su segundo gran t¨ªtulo. Y esta vez, a sus 28 a?os, como indiscutible, como l¨ªder incontestable de un equipo al que ha regalado, en siete temporadas, 165 goles en la Premier, como icono del primer equipo londinense que est¨¢ en disposici¨®n de ganar una Copa de Europa.
Incluso en la cima, Henry no ha olvidado sus or¨ªgenes. "Sobre el campo me gusta ser serio, soy un adulto que guarda en su interior el ni?o que fue", sostiene, siempre reacio a la fama de altivo que le acompa?a: "Soy una gran animador de grupos, pero la gente no quiere resaltar esa faceta y no tengo por qu¨¦ ponerme una m¨¢scara; tampoco vi nunca a Jordan re¨ªrse cuando encestaba una canasta en el ¨²ltimo segundo".
Sobrino de un ex campe¨®n franc¨¦s de 400 metros vallas, Henry se hizo futbolista en las calles de Les Ulis, por lo que siempre ha sentido devoci¨®n por jugadores como Ronaldinho y Rooney, forjados sobre el asfalto, criados tambi¨¦n con apreturas. "Bajo la sonrisa de Ronaldinho se esconde un futbolista que juega con la misma rabia que yo, que sabe catalizar de forma adecuada su car¨¢cter ganador, porque viene de la calle", dec¨ªa estos d¨ªas el gran jugador franc¨¦s. Con Ronaldinho, con el que habla regularmente por tel¨¦fono, le unen otros v¨ªnculos. El brasile?o tambi¨¦n pas¨® un calvario parisino, a las ¨®rdenes de Luis Fern¨¢ndez en el PSG. Un club en el que nunca fue comprendido, lo mismo que Henry en la Juve, que le fich¨® del M¨®naco en 1999 y s¨®lo siete meses despu¨¦s le traspas¨® por 2.700 millones de pesetas al Arsenal. Una operaci¨®n crucial en su carrera. Bajo el proteccionismo de Ars¨¨ne Wenger, que le desplaz¨® del extremo al eje del ataque, Titi ha llegado a la c¨²spide, siempre fiel al equipo que le ha encumbrado. "Tengo la necesidad de conocer bien a mis compa?eros, dentro y fuera del campo", suele decir convencido de que su relaci¨®n con Wenger ha sido capital para el despegue del equipo: "Nos conocemos con los ojos cerrados".
Un enlace que puede romperse en los pr¨®ximos d¨ªas si Henry decide abandonar Londres para fichar por el Bar?a, que hace meses que le present¨® una oferta. El franc¨¦s decidir¨¢ antes de acudir a la convocatoria con Francia para el Mundial. Sobre la mesa, dos suculentos talonarios, el de la renovaci¨®n por el Arsenal y el del fichaje azulgrana. Recientemente, Henry se refer¨ªa as¨ª en el diario L'Equipe al dinero: "Los futbolistas no somos ni?os mimados. He trabajado mucho para llegar donde estoy, mi madre se levantaba a las seis de la ma?ana por m¨ª y no nac¨ª con una cuchara en la boca; el dinero no lo es todo, pero no se puede ser rico y desgraciado, y pobre y feliz". En los pr¨®ximos d¨ªas, Henry puede ser a¨²n m¨¢s rico y a¨²n m¨¢s feliz.
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