Hospitales p¨²blicos: respuesta a una sociedad en transformaci¨®n
Si el reconocimiento de la salud como derecho es el principal motor de los sistemas sanitarios p¨²blicos, los hospitales se configuran como una herramienta clave para garantizar dicho derecho en las sociedades democr¨¢ticas. Es un hecho que la ciencia avanza a pasos de gigante, pero no lo es menos que la propia sociedad andaluza, sus necesidades y sus expectativas, tambi¨¦n lo han hecho a un ritmo similar. En pocos a?os, hemos podido ver c¨®mo en estas grandes estructuras sanitarias la funci¨®n asistencial de los or¨ªgenes ha quedado rebasada hasta llegar a convertirse en verdaderos espacios de investigaci¨®n, docencia, desarrollo e innovaci¨®n, donde el valor del capital humano y cient¨ªfico tecnol¨®gico se unen para responder a las sinergias de su entorno, en permanente evoluci¨®n y transformaci¨®n.
Las residencias sanitarias representaron, a finales de los a?os 50, la primera apuesta decidida para cubrir las principales necesidades de asistencia especializada de la poblaci¨®n. No obstante, una gran parte de la sociedad quedaba excluida, eran las personas no aseguradas, cuya ¨²nica opci¨®n eran los hospitales de la beneficencia. El desarrollo econ¨®mico y la progresiva asalarizaci¨®n pronto permitieron ampliar esa cobertura a los pobres y las residencias fueron creciendo hasta conformar lo que hoy conocemos como complejos hospitalarios.
En el contexto de cambio social de los 80, con la transici¨®n, la consolidaci¨®n de la democracia y la descentralizaci¨®n pol¨ªtica y administrativa (la aprobaci¨®n del Estatuto de Autonom¨ªa en Andaluc¨ªa, la Ley General de Sanidad y la creaci¨®n del Servicio Regional de Salud) el Sistema de Asistencia Sanitaria de la Seguridad Social pas¨® a un modelo de Servicio Nacional de Salud, de cobertura universal, financiado por impuestos, descentralizado territorialmente y con unas pol¨ªticas sanitarias que persegu¨ªan la m¨¢xima eficiencia.
El Sistema Sanitario P¨²blico de Andaluc¨ªa es en la actualidad uno de los mejores referentes de la sanidad espa?ola y europea. Muchos de sus hospitales se sit¨²an en posiciones vanguardistas, compartiendo liderazgo con otros prestigiosos centros de la red europea de salud. Pero no es una tarea f¨¢cil haber llegado hasta aqu¨ª, como tampoco los tiempos que se avecinan, tanto en el panorama social y econ¨®mico, como en el cient¨ªfico t¨¦cnico, factores que complicar¨¢n nuevamente esta compleja partida.
La poblaci¨®n est¨¢ envejeciendo, a la vez que se est¨¢n incorporando nuevos grupos sociales de inmigrantes. Por otro lado, los ciudadanos tienen cada d¨ªa un mayor nivel de vida y unas mayores expectativas, nuevas formas de organizaci¨®n familiar, roles sexuales y generacionales nuevos y, sobre todo, gozan de un acceso privilegiado a una informaci¨®n ingente.
Asimismo, el proceso de innovaci¨®n tecnol¨®gica es acelerado. El uso intensivo de la tecnolog¨ªa es una caracter¨ªstica del hospital moderno, al mismo tiempo que el principal factor de incremento de coste. De igual modo, el tren tecnol¨®gico exige, para no perderlo, una adquisici¨®n permanente de conocimiento. Todo ello soportado por unos profesionales que tambi¨¦n se encuentran sometidos a fuertes cambios. La revoluci¨®n cient¨ªfico t¨¦cnica que vivimos tiene efectos, algunos, inimaginables y est¨¢ llena de oportunidades, aunque no exenta de amenazas y riesgos. Michio Kaku ya augur¨® un siglo XXI en el que la capacidad intelectual y la imaginaci¨®n, la invenci¨®n y la organizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas representar¨ªan los elementos estrat¨¦gicos fundamentales.
Los hospitales andaluces crean conocimiento. La habilidad de transformarlo en servicios efectivos, a los que se tenga acceso de manera equitativa, justa y en condiciones de igualdad de oportunidades y que, paralelamente, se produzcan de manera eficiente y se usen racionalmente, constituye un verdadero desaf¨ªo organizativo y de gesti¨®n en la actualidad, adem¨¢s de un compromiso ¨¦tico y de responsabilidad social en una instituci¨®n p¨²blica.
De aqu¨ª que la asistencia de calidad haya encontrado un nuevo aliado, la investigaci¨®n y la innovaci¨®n. El impulso de la I+D+i es una necesidad estrat¨¦gica del hospital avanzado. En este mismo contexto de producci¨®n de conocimiento e inteligencia, se enmarca la formaci¨®n y la docencia, siendo el hospital el mejor escenario para el aprendizaje continuo de su personal y para la capacitaci¨®n de futuros profesionales. Una organizaci¨®n que aprende es una organizaci¨®n inteligente. La base de esta filosof¨ªa se encuentra en las personas, el capital por excelencia. Las pol¨ªticas participativas -gesti¨®n cl¨ªnica- y de desarrollo laboral adquieren m¨¢s relevancia que nunca para provocar en los profesionales un mayor grado de compromiso y responsabilidad con los recursos y resultados de la organizaci¨®n.
Otro aspecto que no debe escapar en este an¨¢lisis del entorno es el papel del hospital como gran empresa, porque no s¨®lo genera salud, sino que, en ocasiones, genera un importante volumen de empleo directo e indirecto, con fuertes efectos en los costes laborales generales del sistema econ¨®mico.
Por todo ello, el hospital necesita mantenerse permanentemente atento a las se?ales de su entorno, como organizaci¨®n del conocimiento que es, capaz de alinear las competencias de las personas y grupos humanos que trabajan en ella con su visi¨®n de futuro, una visi¨®n en la que la sociedad andaluza encuentra respuesta a sus necesidades. Encontrar el perfecto equilibrio es, sin duda, el m¨¢s apasionante reto por el que nuestros hospitales se transforman d¨ªa a d¨ªa.
Joseba Barroeta Urquiza es director gerente de Hospitales Universitarios Virgen del Roc¨ªo
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