Divina cabeza
La escultura de m¨¢rmol del dios del vino presentada ayer ser¨¢ la nueva joya del museo de Emp¨²ries
Un envejecido y barbudo dios del vino -Dioniso en la cultura griega y Baco en la romana- tallado en m¨¢rmol de Carrara se convertir¨¢ desde hoy en una de las joyas del Museo de Arqueolog¨ªa de las ruinas de Emp¨²ries. La cabeza fue hallada la primavera pasada en las excavaciones efectuadas en unas antiguas tiendas romanas ubicadas entre el foro y las termas. Se trata de una pieza del siglo I o II antes de Cristo que presenta un excelente estado de conservaci¨®n y que coronaba un pilar prism¨¢tico de piedra con funci¨®n decorativa, columna que en la cultura romana recib¨ªa el nombre de hermes.
La cabeza de Baco es la pieza m¨¢s llamativa del conjunto de hallazgos realizados en la denominada ¨ªnsula 30 que ayer fueron presentados a los medios de comunicaci¨®n y ya pueden contemplarse en las instalaciones de Emp¨²ries. La excavaci¨®n ha sacado a la luz m¨¢s de 350 monedas -fiel reflejo de la actividad comercial que se llevaba a cabo en la zona-, una preciosa estatuilla de bronce de la diosa Fortuna, un anillo de oro con forma de serpiente, otras piezas de bronce y centenares de miles de fragmentos de cer¨¢mica. Adem¨¢s de estos descubrimientos, la excavaci¨®n ha permitido conectar el foro con la ciudad romana y ofrecer as¨ª al visitante un itinerario m¨¢s comprensible. "Los visitantes pisar¨¢n ahora el mismo pavimento de la ¨¦poca romana y cruzar¨¢n por las mismas puertas que los romanos hace 2.000 a?os", explic¨® Xavier Arquilu¨¦, director del museo de Emp¨²ries. Los ¨²ltimos trabajos de excavaci¨®n han permitido tambi¨¦n desenterrar en su totalidad las termas p¨²blicas. Se trata de 1.200 metros cuadrados divididos en todos los espacios can¨®nicos que marca la tradici¨®n romana de los ba?os p¨²blicos: vestuarios, sauna, ba?os calientes, piscina de agua fr¨ªa y letrinas. Tambi¨¦n se ha hallado un pozo de 27 metros de profundidad del que, con ayuda de una noria, se extra¨ªa el agua utilizada en las termas.
Marta Santos, la arque¨®loga que hall¨® la cabeza de Baco, explic¨® que la pieza qued¨® oculta bajo un peque?o mont¨®n de tierra que sustentaba el tabl¨®n sobre el que pisaban los arque¨®logos. Al acabar la excavaci¨®n de la ¨ªnsula decidieron retirar el mont¨®n de tierra, m¨¢s por cuesti¨®n est¨¦tica que por af¨¢n investigador, y apareci¨® la escultura. Posiblemente, sustentada sobre una columna, hab¨ªa formado parte de la decoraci¨®n de alguna casa o quiz¨¢ de las termas p¨²blicas. La cabeza mide 22,5 cent¨ªmetros de altura y tiene la cara posterior alisada. Presenta ¨²nicamente algunos desperfectos en la zona derecha de la nariz y en el perfil de ese mismo lado. Hac¨ªa 36 a?os que no se realizaba en la ciudad romana un hallazgo similar.
A pesar de su innegable inter¨¦s, no puede competir en importancia con la popular escultura del Esculapio. Preguntada sobre el destino final de esta pol¨¦mica escultura, actualmente sometida a estudio cient¨ªfico, N¨²ria Rafel, directora del Museo de Arqueolog¨ªa de Catalu?a (MAC), insisti¨® en que las instalaciones de Emp¨²ries no est¨¢n preparadas para acoger la mejor pieza de escultura antigua que existe en Catalu?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.