"Nadal puede ganar en 'la catedral', aunque no este a?o"

Desde que gan¨® su primer torneo de Wimbledon con 17 a?os (1985), Boris Becker se convirti¨® no s¨®lo en una estrella medi¨¢tica, sino tambi¨¦n en un icono social. El tenista alem¨¢n (Leimen, 1967) gan¨® dos veces m¨¢s en la catedral (1986 y 1989) y disput¨® otras cuatro finales. Adem¨¢s, se impuso en dos ocasiones en el Open de Australia (1991 y 1996) y en una en el de Estados Unidos (1989). Cuando se retir¨®, en 2000, en su palmar¨¦s figuraban 49 t¨ªtulos, pero no el de Roland Garros, el ¨²nico del Grand Slam que se le escap¨®. Becker est¨¢ en Barcelona por la entrega de los premios Laureus y participar¨¢ en diversos actos.

Pregunta. ?El imponerse en la catedral con 17 a?os le complic¨® mucho la vida?

"El espa?ol y el suizo habr¨ªan estado en lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n hace 20 o 30 a?os. No digo lo mismo del resto de los 'top ten"

"No me pregunte por lo que dije hace 10 o 15 a?os. No creo que ni Federer ni Nadal se dopen. En cuanto a los dem¨¢s, no importa"

Respuesta. Todo tiene dos caras. El que jugara un buen tenis, obviamente, era fant¨¢stico, pero perd¨ª un poco de mi intimidad. Sent¨ªa mucha presi¨®n. Sin embargo, si tuviera que elegir, no cambiar¨ªa nada porque sin aquel ¨¦xito probablemente no habr¨ªa sido el tenista que llegu¨¦ a ser.

P. De no serlo, ?hacia d¨®nde se habr¨ªa encaminado?

R. Todos en mi familia son arquitectos. As¨ª que creo que ¨¦sa habr¨ªa sido mi direcci¨®n. Pero tambi¨¦n me gustaban otros deportes, sobre todo el f¨²tbol y el baloncesto. Igual habr¨ªa acabado siendo futbolista.

P. ?Ha cambiado mucho el tenis desde su ¨¦poca?

R. La base, lo fundamental, no ha variado. Se sigue jugando al mejor de tres mangas o de cinco en los grand slams. Pero el juego s¨ª ha cambiado. Gracias a la tecnolog¨ªa, las raquetas han mejorado y es mucho m¨¢s r¨¢pido y potente. Es decir, con los nuevos materiales, no tienes que ser muy fuerte para golpear la bola con fuerza.

P. ?Puede ganar alg¨²n d¨ªa Roger Federer a Rafael Nadal en tierra batida?

R. Cada cual tiene un jugador que se le atraganta. Y creo que el ¨²nico que le da problemas a Federer es Nadal. Es algo que tiene mucho que ver con la tierra. En la hierba, en una pista cubierta o en una r¨¢pida, Federer es mejor. Pero, cuando se juega m¨¢s lento, tienes que pegar m¨¢s largo y jugar en la l¨ªnea de fondo. Creo que ah¨ª nacen los problemas de Federer con Nadal.

P. ?Ve alguien capaz de romper esa dualidad?

R. De momento, son los ¨²nicos que hacen otro tenis. Tanto Nadal como Federer habr¨ªan estado en lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n mundial ahora o hace 20 o 30 a?os. No digo lo mismo del resto de los top ten.

P. El espa?ol lleva cuatro victorias consecutivas sobre el suizo. ?Cree que en Roland Garros, si llegasen a la final, podr¨ªa romperse esa racha?

R. Lo ¨²nico que puedo certificar es que, si eso ocurre, veremos un gran partido. Puede ganarle porque la ¨²ltima vez que se enfrentaron, en Roma, ya estuvo muy cerca y hasta dispuso de dos bolas de partido. Para m¨ª, fue uno de los mejores partidos que he visto en mucho tiempo. Si esa lucha se mantiene al mismo nivel, nos quedan muchas emociones que vivir.

P. ?Podr¨¢ Nadal mantener ese nivel durante mucho tiempo?

R. De momento, todo lo est¨¢ haciendo bien. Pero, antes o despu¨¦s, espero que despu¨¦s, empezar¨¢ a perder algunos partidos. Debe entender que eso forma parte de la vida. No se puede ganar siempre. Y, entonces, necesitar¨¢ a su familia y sus amigos cerca para apoyarle.

P. ?Le conoce personalmente?

R. Le conoc¨ª cuando ten¨ªa 15 a?os, en Mallorca. Su t¨ªo me pidi¨® que le viera y le diese mi opini¨®n. Le dije que era muy bueno. Pero era f¨¢cil descubrirlo.

P. ?Pod¨ªa imaginarse que iba a explotar tan pronto?

R. No, para nada. Era muy fuerte y ten¨ªa mucha potencia y talento. Se ha ido haciendo a s¨ª mismo. Eso es muy bueno.

P. ?Y como persona?

R. Es humilde. No es arrogante. No piensa s¨®lo en ¨¦l. Eso denota mucho aplomo y compostura en alguien tan joven.

P. ?Podr¨¢ ganar alg¨²n d¨ªa en Wimbledon?

R. Puede hacerlo, aunque no este a?o. Creo que cada vez ser¨¢ mejor sobre la hierba. ?Pero qui¨¦n pod¨ªa predecir que iba a ganar Roland Garros a los 18 o tantos partidos seguidos en la tierra? ?Qui¨¦n sabe de qu¨¦ ser¨¢ capaz dentro de cinco a?os? Es muy joven. As¨ª que, si quiere, a¨²n puede mejorar.

P. ?Qu¨¦ aspectos de su juego debe retocar para lograrlo?

R. La hierba es muy diferente a la tierra. El problema es que ahora hay muchos torneos sobre tierra y muy poco tiempo para acostumbrarse a la hierba. Eso no le beneficia a ¨¦l, sino a aqu¨¦llos a los que se les da mejor la hierba.

P. Federer es un caso similar al suyo. Ha ganado todos los grand slams menos el de Par¨ªs.

R. S¨ª, nunca lo gan¨¦. Pero llegu¨¦ a las semifinales en una ¨¦poca en la que estaban Mats Wilander, Ivan Lendl y Thomas Muster. A todos los dem¨¢s les ganaba, pero ellos eran mejores en tierra. Federer no ha ganado, de momento, en Par¨ªs. Por alguna raz¨®n, todo gran jugador tiene un torneo que no puede ganar. Pete Sampras no gan¨® Roland Garros, como John McEnroe o Jimmy Connors. Lendl nunca gan¨® Wimbledon. Federer tiene ese problema, pero est¨¢ m¨¢s cerca del t¨ªtulo de lo que lo estuvimos McEnroe y yo.

P. ?Le sigue persiguiendo la gente por la calle?

R. Me dedico a diferentes cosas. Vendo raquetas y tengo una colecci¨®n de ropa que lleva mi nombre. He invertido en varios negocios y vendo coches a trav¨¦s de Mercedes. Estoy muy ocupado. Y s¨ª, es cierto, la gente a¨²n sabe qui¨¦n soy. No me llega a molestar, pero a veces me incomoda.

P. ?Fue tan importante ganar en Wimbledon como tener su primer hijo?

R. No se puede comparar. La familia es siempre m¨¢s importante que el trabajo. Quiero mucho a mis hijos y estoy con ellos tanto como puedo.

P. En su d¨ªa, coment¨® que algunos tenistas se dopaban. ?Sigue pensando lo mismo?

R. Lo que dije hace diez o quince a?os quiz¨¢ ocurr¨ªa entonces. Pero las opiniones y las situaciones cambian. As¨ª que no me pregunte por eso. Mi opini¨®n personal es que no creo que ni Federer ni Nadal se dopen. En cuanto a los dem¨¢s, no importa.