Timor-Leste pide ayuda internacional urgente para contener una rebeli¨®n
M¨¢s de 1.500 personas se han refugiado en la sede de la ONU en Dili
Xanana Gusm?o, presidente de Timor-Leste, pidi¨® ayer auxilio a la ONU y a la comunidad internacional y solicit¨® el env¨ªo urgente de fuerzas militares y policiales a Portugal, Australia, Nueva Zelanda y Malaisia. Timor-Leste, el pa¨ªs m¨¢s pobre de Asia, vive sacudido por continuos combates entre un numeroso grupo de militares rebeldes, expulsados del Ej¨¦rcito, y las fuerzas leales al Gobierno.
El clima de ayer en la capital, Dili, era de "preguerra civil". Se produjeron tiroteos aislados en diversas zonas perif¨¦ricas y mucha gente huy¨® en desbandada hacia el campo. El primer ministro, Mari Alkatiri, lo reconoci¨® impl¨ªcitamente al se?alar a la agencia Lusa que "las personas m¨¢s activas est¨¢n apoyando al Estado y al Gobierno pero la poblaci¨®n en general vive en estado de p¨¢nico, lo que es m¨¢s dif¨ªcil de dirigir". Fuentes independientes confirmaron que los ¨²ltimos enfrentamientos han causado al menos cuatro muertos. Portugal, la ex metr¨®poli, y Australia anunciaron el env¨ªo de contingentes bajo coordinaci¨®n de la ONU.
Seg¨²n inform¨® Andr¨¦s del Castillo, funcionario de Naciones Unidas destacado en Dili, cerca de 1.500 timorenses, familiares del personal local de la ONU, est¨¢n refugiados en la sede de ¨¦sta. "Las iglesias se encuentran saturadas, en especial la sede de los Salesianos, el Instituto Don Bosco, con casi 9.000 personas, y el Gobierno de EE UU comenz¨® ayer a evacuar a todo su personal", a?adi¨®.
Las fuerzas rebeldes comandadas por el mayor Alfredo Reinaldo atacaron junto a civiles armados el cuartel general de la Defensa, situado a 10 kil¨®metros de la capital. Fuentes gubernamentales admitieron que un polic¨ªa muri¨® en ese ataque, mientras el l¨ªder de los rebeldes cont¨® "una baja propia y 11 del enemigo".
Australia sigue con mucha preocupaci¨®n los acontecimientos, "que pueden traer inestabilidad a la zona", seg¨²n dijo su ministro de Exteriores, Alexander Downer, que recomend¨® a sus ciudadanos que se preparen para abandonar Timor. Downer a?adi¨® que est¨¢ disponible un batall¨®n de entre 1.000 y 1.300 soldados para ser enviado en cuanto llegue la petici¨®n formal de ayuda.
Portugal, la ex metr¨®poli de la que Timor se declar¨® independiente en 1975, solicit¨® a sus ciudadanos que no salgan de sus casas. El primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ S¨®crates, se mostr¨® favorable al env¨ªo de un contingente policial de la Guardia Nacional Republicana. "Portugal desea responder de forma r¨¢pida para asegurar la tranquilidad en Timor", dijo S¨®crates, "pero lo har¨¢ s¨®lo de forma coordinada con otros pa¨ªses y las Naciones Unidas". El presidente de la Rep¨²blica, Cavaco Silva, que calific¨® la situaci¨®n de "bastante grave", afirm¨® que Portugal "har¨¢ todo cuanto est¨¦ a su alcance para mantener la estabilidad del pa¨ªs".
Los militares levantados en armas son en origen un grupo de m¨¢s de 500 soldados y oficiales que alegan haber sido despedidos del Ej¨¦rcito por razones ¨¦tnicas. Los disturbios, que comenzaron el 28 de abril, han dejado ya al menos una decena de v¨ªctimas. Ayer, en declaraciones a Lusa, el mayor Alfredo Reinaldo se manifest¨® dispuesto a "estrechar la mano" a las fuerzas internacionales y firmar la paz bajo las condiciones impuestas por el presidente Gusm?o. Reinaldo dijo que su objetivo "no es derribar el Gobierno, sino garantizar la creaci¨®n de un ej¨¦rcito profesional y no de una guerrilla".
El ministro de Exteriores y premio Nobel de la Paz, Jos¨¦ Ramos-Horta, indic¨® que el Gobierno ha pedido apoyo a Portugal, Australia, Nueva Zelanda y Malaisia.
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