Masculino gen¨¦rico
A Mar¨ªa Jos¨¦ Segarra, entrevistada como fiscal jefe de Sevilla, no le resulta extra?o lo de arquitecta, m¨¦dica, jueza... pero fiscala "no le suena fon¨¦ticamente bien". La costumbre juega malas pasadas, por eso todav¨ªa me sorprende la agencia feminista de noticias CIMAC cuando emplea el t¨¦rmino "lideresa", pues l¨ªder parece libre de connotaci¨®n sexista y perfectamente aplicable a hombres y mujeres. Aunque claro, "lideresa" tiene la virtud de poner en primer plano la condici¨®n femenina, y ya es hora de que apliquemos tambi¨¦n al enraizado inconsciente ling¨¹¨ªstico alguna f¨®rmula de acci¨®n positiva...
No hace mucho, la Associaci¨® Juristes Dones d'Alzira criticaba al Colegio de Abogados de esa ciudad por haber desestimado su petici¨®n de incluir "y de abogadas", perdiendo as¨ª una oportunidad hist¨®rica de eliminar la discriminaci¨®n desde el lenguaje (el BOE parece m¨¢s sensible, pues acept¨® esta doble denominaci¨®n hace m¨¢s de diez a?os, cuando ya era evidente que los estudios jur¨ªdicos se feminizaban a la carrera). Otros colectivos profesionales en diferentes lugares tampoco han querido rectificar, con lo f¨¢cil que lo tienen los posibles colegios de Arquitectura, Ingenier¨ªa, Notarial... En Catalu?a, a las letradas les replicaron que ya hab¨ªa costado mucho rehacer la papeler¨ªa, as¨ª que el biling¨¹ismo se zamp¨® los presupuestos y la mitad de la poblaci¨®n (y quiz¨¢ ya m¨¢s de la mitad de la profesi¨®n) qued¨® castigada sin postre. La econom¨ªa, tambi¨¦n la del lenguaje, nos suprime.
Qu¨¦ curioso, que una materia aparentemente de especialistas, pueda despertar casi tanta pasi¨®n como los acentos desatan la violencia blavera. Y es que la lengua es algo m¨¢s: un producto cultural cargado de valores, transmisor de informaci¨®n, veh¨ªculo de pensamiento, formulador de sentimientos, reflejo o perpetuador de la triste realidad... In lingua veritas. Las palabras, como la sociedad, no son neutras, y cobran valor pol¨ªtico al penetrar en la expresi¨®n habitual de la ciudadan¨ªa. En un foro de Moodle se debati¨® arduamente a ra¨ªz de que algunas denunciaran el contrasentido de que un software libre (tecnolog¨ªa y comunicaci¨®n m¨¢s democr¨¢tica y horizontal) hubiera excluido a las mujeres reproduciendo las formas sexistas.
El problema de los idiomas es que han sido regulados y arbitrados siempre por hombres, y que las propuestas feministas para que se maneje m¨¢s cuidadosamente (sobre todo a la hora de incorporar neologismos) tropiezan con la burla y el desprecio de quienes se creen por encima de esta "ingenuidad neoplat¨®nica" (?ngel Garc¨ªa L¨®pez). Otras perlas al respecto: "mojigater¨ªa, ridiculez, cursiler¨ªa" (Javier Mar¨ªas); "lenguaje feminista co?azo" (Manuel-Luis Casalderrey); "violentar la gram¨¢tica e ir contra el sentido com¨²n" (Miguel Garc¨ªa-Posada). Celia Amor¨®s habla de resignificar el lenguaje, sabiendo que "no podemos inventar desde cero uno que no prender¨ªa en la sociedad". Alguna traductora anotaba a pie de p¨¢gina cu¨¢n dif¨ªcil es pasar de la ambig¨¹edad de algunos t¨¦rminos sencillos ingleses a la complejidad de per¨ªfrasis castellanas para huir de la asignaci¨®n de g¨¦nero. Pero sin exagerar ni forzar existen recursos que sortean los automatismos: uso de colectivos, desdoblamientos ("los vascos y las vascas", tambi¨¦n se mofan de Ibarretxe), barra inclinada, manejar con habilidad pronombres y f¨®rmulas de tratamiento... una peque?a ingenier¨ªa que aspira a desterrar los masculinos gen¨¦ricos y a la que podemos habituarnos con algo de voluntad, incluso para el lenguaje coloquial o el period¨ªstico m¨¢s apresurado. Y, por supuesto, en los textos docentes y administrativos, tal y como recomiendan todas las directivas europeas desde Marcelino Oreja. Para Teresa Meana no basta con los ya abundantes manuales, defiende la obligatoriedad. Tambi¨¦n me recuerda aquellas papeletas de voto con la lista del Partido Feminista, todas mujeres desde luego, bajo el ep¨ªgrafe de "Senadores". ?Tanto cuesta poner simplemente "Senado"?
Rosa Peris contesta citando otra respuesta, la de Humpty Dumpty a la perpleja Alicia, a trav¨¦s del espejo: "La cuesti¨®n no consiste en saber el significado de las palabras, la cuesti¨®n consiste en saber qui¨¦n es el amo".
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