Trillo supo antes del funeral que se dudaba de la identidad de los cad¨¢veres del Yak-42

El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, supo poco despu¨¦s del accidente del Yak-42, del que hoy se cumplen tres a?os, que no hab¨ªa seguridad en la identificaci¨®n de los cad¨¢veres de los 62 militares muertos en el siniestro. Seg¨²n ha podido saber EL PA?S, antes del funeral celebrado el 28 de mayo de 2003 en la base de Torrej¨®n (Madrid) hubo una reuni¨®n del equipo directivo de Defensa en la que el entonces jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, Luis Alejandre, propuso entregar a las familias los cuerpos identificados positivamente y trasladar los dem¨¢s al Instituto Anat¨®mico Forense.

La reuni¨®n se celebr¨® en la sala de juntas aneja al despacho del ministro, adornada con retratos de todos sus antecesores, y su objetivo era fijar los detalles del funeral de los militares muertos en Tabzon (Turqu¨ªa), que presidieron los Reyes y fue retransmitido por TVE.

En el curso de la misma, seg¨²n recuerda alguno de los asistentes, se suscitaron dudas sobre la identificaci¨®n de los fallecidos. El general Luis Alejandre propuso ir entregando a las familias los cad¨¢veres identificados sin ning¨²n genero de dudas, a medida que fueran llegando de Turqu¨ªa en los tres aviones H¨¦rcules enviados para su repatriaci¨®n, y remitir los dem¨¢s al Instituto Anat¨®mico Forense hasta completar su identificaci¨®n.

"Lo hubiera comprendido todo el mundo", afirman las fuentes consultadas. "Los 80 forenses del 11-M se equivocaron en 12 v¨ªctimas, hablaron de 202 en vez de 190, y lo comprendimos todos".

Segundo entierro

Sin embargo, el equipo pol¨ªtico de Defensa se hizo cargo de la organizaci¨®n del funeral, de la que fueron marginados el Ej¨¦rcito de Tierra y el Ej¨¦rcito del Aire.

Los 62 f¨¦retros, cubiertos por la bandera espa?ola, se alinearon frente a la pista de Torrej¨®n y las familias de las v¨ªctimas esperaron durante horas, a pleno sol, la llegada de las autoridades. Eso no hizo sino acrecentar la tensi¨®n, que estall¨® en abucheos y gritos contra Federico Trillo y el entonces presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando se acercaron.

Tras el funeral, los f¨¦retros fueron trasladados a sus localidades de residencia y enterrados al d¨ªa siguiente, con orden expresa de que no se permitiera abrirlos.

Muchos familiares mostraron ya entonces su extra?eza por la rapidez de las identificaciones. La inquietud se dispar¨® en octubre de ese a?o, cuando varios de ellos visitaron el lugar del accidente y se trajeron las placas supuestamente utilizadas para identificar a sus parientes. Finalmente, el 2 de marzo de 2004, EL PA?S y El Heraldo de Arag¨®n publicaron un acta de la fiscal¨ªa turca que demostraba que menos de cuatro horas antes de su repatriaci¨®n casi la mitad de los 62 cuerpos estaba sin identificar. Las pruebas de ADN ratificar¨ªan m¨¢s tarde que 30 cuerpos -todos los identificados por el equipo m¨¦dico enviado por el Ministerio de Defensa- se enterraron bajo nombre falso.

Tras laboriosas y dolorosas gestiones, un total de 21 cad¨¢veres -los otros nueve hab¨ªan sido incinerados- fueron exhumados, intercambiados y enterrados de nuevo en enero del a?o pasado, 20 meses despu¨¦s del siniestro.

Aunque conoci¨® desde el principio las dudas sobre la identificaci¨®n, el Ministerio de Defensa las neg¨® hasta el ¨²ltimo momento. En febrero de 2004, un mes antes de que se difundiera el acta turca, Javier Jim¨¦nez-Ugarte, secretario general de Pol¨ªtica de Defensa, recrimin¨® a la viuda de un comandante por cuestionar en una carta p¨²blica la identificaci¨®n de su marido.

"S¨®lo me queda lamentar que con esta carta haya llevado usted a otros familiares de las v¨ªctimas mayor preocupaci¨®n y dolor por un proceso de identificaci¨®n que fue llevado a cabo con total entrega y rigor", le escribi¨®.

El mismo d¨ªa que se hizo p¨²blica el acta, el Gobierno del PP difundi¨® una nota en la que aseguraba "lamentar profundamente que un asunto tan doloroso y delicado sea objeto de un tratamiento informativo tan escasamente riguroso y tan poco respetuoso con la memoria e intimidad de los afectados". Aznar fue m¨¢s expeditivo: "?Dejen a los muertos en paz!", clam¨®.

Por su parte, Alejandre se limita a se?alar, en el libro Yak-42 A sus ¨®rdenes ministro, presentado ayer: "Nunca ocult¨¦ la aberraci¨®n que consideraba se hab¨ªa realizado en el proceso de repatriaci¨®n de los cad¨¢veres, y siempre he remarcado que, si hubiese sido mi Ej¨¦rcito, Tierra, quien se hubiera encargado de aquello, el tema ser¨ªa bien distinto".

Los dos responsables de la repatriaci¨®n de los cad¨¢veres, los generales Vicente Navarro y Jos¨¦ Antonio Beltr¨¢n, est¨¢n imputados por el Juzgado Central n¨²mero 3 de la Audiencia Nacional, que investiga el caso Yak-42.